Un equipo de arqueólogos del Museo Etnográfico “Juan de Garay” halló restos arqueológicos en el lugar donde se trazará la obra del Gasoducto Metropolitano. El sitio se ubica en el margen este de la laguna Setúbal, en la costa frente a Chaco Chico.
El descubrimiento sucedió este jueves por la mañana en la costa frente a Chaco Chico, donde se trazará la obra del Gasoducto Metropolitano. Por el momento se encontraron cientos de fragmentos y se busca determinar de qué época datan. Se trataría de contenedores de todo tipo, vasijas, cuencos, entre otros elementos.
Un equipo de arqueólogos del Museo Etnográfico “Juan de Garay” halló restos arqueológicos en el lugar donde se trazará la obra del Gasoducto Metropolitano. El sitio se ubica en el margen este de la laguna Setúbal, en la costa frente a Chaco Chico.
El hallazgo se dio este jueves por la mañana, en el marco del sondeo arqueológico que llevan adelante los investigadores en la zona donde se trazará el proyecto energético que atravesará el cauce de la laguna. Según informaron a El Litoral se estaba recorriendo el lugar debido a la bajante pronunciada y los cambios que ocasiona.
Los arqueólogos, hasta este mediodía continuaban con su trabajo de campo para encontrar más fragmentos que permitan determinar la importancia histórica de los materiales; los primeros indicios marcan que se trataría de contenedores de todo tipo, vasijas, cuencos, entre otros elementos. Estas investigaciones arqueológicas se desarrollan en el sur del bajo de Los Saladillos, que incluye el sistema lagunar Capón-Leyes-Setúbal.
En una nota con El Litoral, el licenciado Gabriel Cocco, representante del Museo Etnográfico afirmaba en abril que “estamos estudiando con mayor profundidad la zona para ver si hay más sitios y para ver si la traza del gasoducto pasa por ahí. Se está haciendo la traza definitiva y la idea es hacer un relevamiento previo, así como los estudio de impacto ambiental, para conocer si hay sitios a recuperar, restaurar o bien desviar la traza para que no afecten un patrimonio”.
El año pasado se encontró mucho material superficial donde ahora por la crecida de la vegetación se están haciendo pequeños pozos de sondeo para ver si aparece el material nuevamente.