Miércoles 10.11.2021
/Última actualización 18:27
Un vecino común y corriente sale de una despensa luego de hacer sus compras. De repente, es testigo involuntario de un robo: dos personas le sacan la moto a una chica (que justo estacionaba frente a ese mercadito) y salen disparados en fuga. El vecino saca su celular, entra a WhatsApp y manda un audio: "Hola, sí, quiero dar aviso de un robo", dice. Inmediatamente, recibe una respuesta: "Deme la dirección y si tiene, el número de chapa patente".
Ese mensaje del vecino había llegado a una central de monitoreo, activa las 24 horas del día. Fue recepcionado por un operador, quien luego del aviso se comunicó con efectivos de la Policía Municipal. Éstos tomaron los datos (la calle y el sentido hacia adonde se dirigieron los ladrones, la chapa patente y el color del rodado) e iniciaron el rastreo. Estaban cerca del lugar de la fuga, y no les dio demasiado trabajo reducir a los ladrones y recuperar la moto.
Toda la escena quizás parezca demasiado simple, pero así funciona "Ojos en Alerta", el programa de seguridad ciudadana que se aplica en San Miguel, Provincia de Buenos Aires. Los candidatos a concejales de Juntos por el Cambio quieren replicar esta plan en la capital, y lo llevan como uno de las "puntas de lanza" de campaña. De hecho, visitaron esa ciudad para conocer de primera mano cómo funciona el sistema.
Pero ni a tontas ni a locas: previo a su implementación, Ojos en Alerta tuvo en San Miguel varios años de prueba y error, de cuestiones técnicas y administrativas a resolver, y claro: de capacitación. Cuando empezó a implementarse la fase de prueba del programa, se comenzó con 10 personas; con el tiempo se llegó a 3 mil "alertantes", es decir, gente a la que se había capacitado para dar aviso de situaciones delictivas urbanas.
"Con 3 mil personas podíamos tener indicadores serios para mostrar que esto funcionaba en materia de seguridad. Eso fue antes de abrir Ojos en Alerta a todos los ciudadanos: hoy tenemos 130 mil vecinos de San Miguel inscriptos al programa, es decir, en condiciones de dar alertas", le dice a El Litoral Facundo Díaz, Licenciado en Criminalística y director del programa Ojos en Alerta del municipio de San Miguel.
Captura de pantalla El Centro de Monitoreo es el cerebro de todo el sistema. Allí llega cada aviso de un delito urbano, y es atendido por un operador.El Centro de Monitoreo es el cerebro de todo el sistema. Allí llega cada aviso de un delito urbano, y es atendido por un operador. - Foto: Captura de pantalla
Y respecto de las estadísticas sobre la reducción de hechos delictivos (se pueden informar emergencias, disturbios y vandalismo en vía pública, robos y entraderas, accidentes), "el hurto automotor bajó un 55% desde que se empezó a implementar este programa. Y los homicidios en ocasión de robo descendieron casi un 80%. Ya no es tan simple para el delincuente cometer sus actos, porque tenés en la calle un montón de gente mirando y con la posibilidad de emitir un alerta", añade el director.
Cuando un vecino inscripto al programa -previa capacitación- manda una alerta por WhatsApp (vía mensaje escrito, audio, video, foto o enviando ubicación por Google Maps), ésta llega al Centro de Operaciones Municipal (COM), que es el cerebro del sistema de seguridad de todo el distrito de San Miguel. Desde allí un operador le contestará en tiempo real y, una vez obtenidos los datos relevantes de hecho que se advierte, se comunicará inmediatamente con efectivos policiales.
"Aquí tenemos una Policía Municipal creada por ordenanza. Y con nuestra policía tenemos autonomía de acción en el marco de Ojos en Alerta; pero también contamos con efectivos de la Policía de la Provincia, a quienes el municipio le paga las horas adicionales", aporta Díaz. (Cabe aclarar que en la ciudad capital existe la GSI, que sólo hace patrullaje preventivo y no tiene poder de policía.)
Capacitar al vecino primero sobre la importancia de denunciar, y segundo sobre cómo hacerlo correctamente, es una de las patas claves de todo el programa. "Hoy tenemos unos 130 mil ciudadanos activos dentro del sistema, es decir, en condiciones de dar alertas ante ilícitos urbanos. Y la gente aquí tiene muchas ganas de participar, eso es muy importante", subraya Díaz.
Las alertas, como se dijo, se comunican sólo por WhatsApp. ¿No hubiese sido más eficiente crear un desarrollo tecnológico-informático para este sistema? El director explica por qué no: "Al analizar la posibilidad de contar con una app específica detectamos varias dificultades. Primero, la económica: hoy desarrollar una aplicación más o menos buena tiene un costo de 50 mil dólares".
Y segundo, la social: "Probamos que la gente no usa este tipo de aplicaciones, porque consumen muchos datos móviles, y además no está familiarizado con este tipo de utilización, no lo tiene incorporado: a WhatsApp sí", dice el director. A propósito, en la web del municipio de Santa Miguel hay una leyenda que va a tono con esa afirmación: "No hacen falta nuevas tecnologías: hacen falta nuevas ideas".
Días atrás, los candidatos al Concejo de Juntos por el Cambio de Santa Fe, Adriana "Chuchi" Molina (que encabeza la lista, secundada por Hugo Marcucci) y Luciana Ceresola -junto al edil Sebastián Mastropaolo-, visitaron la localidad de San Miguel para interiorizarse sobre el funcionamiento del programa. También estuvieron los candidatos y actuales concejales Carlos Pereira y Carlos Suárez. Su propuesta es implementar "Ojos en Alerta" en la capital provincial.
Desde San Miguel, Ojos el Alerta recaló en otros distritos bonaerenses, incluso santafesinos. Semanas atrás se realizó la reunión anual de Ojos en Alerta, donde se reunieron representantes de 11 municipios en lo que se implementa el programa (entre ellos Rafaela, Sunchales, Pinamar, Olavarría, 9 de Julio, Morón, Tres de Febrero, Pinamar, Pergamino y ciudad de Mendoza) a compartir experiencias y estadísticas sobre los mapas locales del delito.
"No se les cobra nada a los otros municipios con los cuales de transfirió el programa. Sólo se les cobra el gasto de viaje y alojamiento de los especialistas de San Miguel que van a capacitar sobre cómo implementar esta herramienta. Le damos todo el know how, y hacemos un pequeño convenio genérico. Además trabajamos con un software específico, pero es de análisis de delitos (un sistema que marca mapas preventivos de hechos delictuosos), que también se les otorga a los municipios que adoptan el plan", explicó Facundo Díaz.
A mediados de 2014, un grupo de choferes de taxis y remises se reunió con Joaquín de la Torre (por entonces intendente de San Miguel), y le plantearon que tenían problemas de inseguridad en los horarios nocturnos, sobre todo en la zona de boliches: había muchos robos y vandalismo.
Ya en 2016, a Cristian Méndez (el creador del programa) se le ocurre usar WhatsApp. Inició la prueba con 10 choferes, lo que permitió trazar algunos indicadores delictivos preliminaries. Luego se sumaron a los taxistas los choferes de colectivos y los recolectores de residuos como "alertantes".
Así, en 2018 había 3 mil personas adentro del programa, "una cantidad suficiente para hacer indicadores fehacientes y estables", dice Díaz. Posteriormente el plan fue presentado al intendente Jaime Méndez, y allí Ojos en Alerta se abrió a toda la ciudadanía. El programa está creado por decreto, es decir, tiene sustento legal.