Este jueves se registró baja presión de agua en el norte de la ciudad de Santa Fe. Esta situación no fue excluyente para la zona del Hospital Iturraspe: el nosocomio provincial se vio principalmente afectado y quedó sin agua por varias horas.
Una de las cisternas madre del nosocomio se vació y los dejó sin suministro. Luego de varias horas de trabajo de las autoridades de la institución y de ASSA, se normalizó el servicio.
Este jueves se registró baja presión de agua en el norte de la ciudad de Santa Fe. Esta situación no fue excluyente para la zona del Hospital Iturraspe: el nosocomio provincial se vio principalmente afectado y quedó sin agua por varias horas.
Esto sucedió ya que “la merma del ingreso de agua produjo que las grandes cisternas del hospital se hayan prácticamente vaciado”, explicó María Elisa Bacca, Subdirectora del hospital Iturraspe en diálogo con CyD Litoral.
Desde las primeras horas de este viernes las autoridades del nosocomio, junto a Aguas Santafesinas trabajaron para poder normalizar la situación: “Estuvimos resolviendo el inconveniente recargando estas cisternas con los tanques para poder así continuar el normal funcionamiento del hospital”.
Afortunadamente, durante la mañana pudieron normalizar el servicio de agua y en la tarde de este viernes “ya estamos trabajando con normalidad”, informaron desde el nosocomio a El Litoral.
La falta de agua en el nosocomio provincial dificultó que se pueda trabajar con normalidad. “Los servicios tuvieron una merma y nos vimos obligados a reprogramar cirugías”, confirmó Bacca y agregó que “pudimos mantener la atención en la guardia central y por suerte siempre estamos apoyados por los otros efectores por si necesitamos hacer alguna derivación en forma urgente”.
Con respecto a la forma de trabajo, Bacca agregó que “tuvimos que pedirle al personal un uso muy racional del agua para poder garantizar la mínima higiene en los pacientes”.
Los pacientes del hospital Iturraspe, sus familiares y los especialistas que trabajan largas horas allí, vivieron momentos de preocupación. En una de las áreas del hospital, donde son más de 20 personas trabajando “no podíamos usar el baño del servicio y nos teníamos que trasladar hasta los vestuarios que quedan bastante alejados”, contó una de las enfermeras del Iturraspe.
“Además, cada vez que atendemos a un paciente en cuidados intensivos tenemos que lavarnos 5 o 6 veces las manos y en esta situación fue muy complicado”, agregó. Si bien el servicio ya se encuentra normalizado, “fueron largas las horas hasta que el agua que corría pasó de ser turbia a apta para usarse”.