Durante años, un grupo de investigadores e investigadoras del Conicet indagó qué impacto puede tener el cambio climático que enfrenta el mundo en su relación con la incidencia del dengue en el país. Es decir, cómo las transformaciones que están experimentando los patrones climáticos y meteorológicos afectarían la proliferación del aedes aegypti, mosquito vector de esa enfermedad.
Los resultados científicos obtenidos fueron relevantes, pero también representan una señal de alerta, no sólo para los tomadores de decisiones de políticas sanitarias, sino también para la ciudadanía. El estudio se tituló “Relación entre variables climáticas e incidencia del dengue en Argentina”, y fue publicado en la prestigiosa revista Environmental Health Perspectives.
La investigación indagó indicadores epidemiológicos, biológicos y climáticos, con la intención de generar herramientas para una mejor la prevención de la enfermedad. Participaron de la investigación las doctoras María Soledad López, Andrea Gómez, Gabriela Müller, Elisabeth Walker, y los doctores Michael Robert y Elizabeth Estallo, entre muchos otros colaboradores (ver El grupo completo).
Las científicas santafesinas recibieron la distinción de declaración de interés en el Concejo Municipal, en el marco del Foro “¿Llegó para quedarse? Hablemos de Dengue”, organizado por iniciativa de la concejala Laura Mondino
Qué es
El cambio climático se define como las variaciones significativas y duraderas en los patrones del clima a nivel global o en una región en particular. “Cuando se habla de cambio climático, por ejemplo, podemos mencionar los aumentos progresivos de temperatura o las modificaciones en los patrones de precipitaciones, como aquellas regiones donde se registran más lluvias durante determinado tiempo”, explicó la Dra. López.
La epidemia de dengue de este año fue cuatro veces más grande que la de 2023, y nueve más grande que la de 2020. Crédito: Archivo El Litoral
Pero otra de las consecuencias del cambio climático es la expansión de enfermedades transmitidas por mosquitos, principalmente de zonas tropicales y subtropicales, como la región Central del país, incluida la provincia de Santa Fe. Esas enfermedades son el dengue, zika y chikungunya, transmitidas por especies del aedes aegypti.
Ciclo de vida
“Estos organismos (los mosquitos) son ectotérmicos, es decir, dependen estrechamente de la temperatura para su reproducción. Su ciclo de vida, su distribución geográfica y su comportamiento están estrechamente relacionados con la temperatura”, dijo la investigadora.
Respecto del período de vida del aedes aegypti, con temperaturas muy altas, el ciclo larvario se acelera: “Pasamos del huevo al mosquito adulto en apenas siete o diez días. Pero con temperaturas más frías, el ciclo se prolonga en el tiempo. Esto es clave para la salud pública”, enfatizó la Dra. López.
Las epidemias
La experta trazó un panorama global de la evolución de las epidemias de dengue en los últimos cinco años. El dato saliente es que en las Américas es donde se ha producido este aumento de casos de esa enfermedad transmitida por el aedes aegyti.
En 2023, en todos los países de América, se reportaron 1,6 millones de casos. Ese número casi se duplicó en 2024. Los países más afectados fueron Paraguay, Argentina y Brasil.
De izquierda a derecha, las Dras. Andrea Gómez, María Soledad López y Andrea Uboldi -secretaría de Salud provincial-, durante el foro sobre dengue realizado en el recinto del Legislativo local. Crédito: Gentileza Concejo
El 1998 fue el año en que se reintrodujo en dengue en el país. Y la primera gran epidemia de dengue fue en 2020: luego sucedieron la de 2023 y 2024. “La epidemia de este año fue cuatro veces más grande que la de 2023, y nueve más grande que la de 2020. Esto da una idea de la magnitud de la problemática”, advirtió la investigadora.
Con todo, “lo que que encontramos es que las epidemias de dengue fueron aumentando progresiva y exponencialmente a medida que pasaron los años. Además, las frecuencias de las epidemias eran cada vez mayor”, agregó la Dra. López, mostrando cuadros estadísticos y mapas.
En la distribución geográfica, la distribución del dengue se concentra primeramente en la zona noroeste; en segundo lugar, la región noreste; tercero, la región central (incluida Santa Fe), y en cuarto lugar se ubican Cuyo y la región sur, que tienen baja incidencia de dengue.
El clima, las lluvias
En el estudio se analizó la evolución de las incidencias climáticas en un período de 60 años. “Aquí detectamos que las tendencias son positivas, que aumentaron los patrones de temperatura. Y respecto de las tendencias de precipitaciones, lo que vemos es que no hay patrones muy homogéneos”, adujo.
“Hay zonas del país donde tienen lluvias con tendencias positivas, entre ellas las zonas del Centro, Centro Este y Noreste. Aquí se detectaron más precipitaciones que otras regiones como Noroeste de Cuyo y Patagonia”, completó López su concepto.
Conclusiones
Con todo esto, las condiciones para la transmisión del virus -que genera la enfermedad del dengue-, cada vez son mejores e ideales para la reproducción y proliferación del mosquito vector.
A modo de conclusión, el estudio arrojó que el cambio climático se manifiesta en la Argentina con aumentos de temperatura homogéneos en las diferentes regiones, y con cambios en los patrones de precipitaciones (más lluvias), “lo cual pudo haber influido en la expansión de las epidemias de dengue, desde el norte a la región central”.
“Hay una consolidación de la transmisión del virus, pues cada vez se repiten las epidemias y cada vez con más frecuencia”, cerró la Dra. María Soledad López.
El grupo completo
El grupo de investigación que llevó adelante este estudio científico de relevancia está integrado por la Dra. Gabriela Müller; Dra María Soledad López; Dra. Andrea Gómez; Dra Elizabeth Estallo; Dr. Michael Robert; Dra: Elizabet Walker; Dra. Yanina Prieto; Téc. Julio Galarza; y los alumnos ayudantes Santiago Rodríguez, Camila Albrecht y Cintia Palavecino.
Integran el Conicet Santa Fe, pero además forman parte de institutos de investigación de la UNL (como el Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático, Cervacam), de la UNC y de la Universidad de Virginia (EE.UU), entre otras prestigiosas entidades académicas. El foro realizado en el Concejo fue impulsado por la concejala Laura Mondino (PS-Interbloque “Unidos…”).