Este miércoles las puertas del Centro de Salud de Villa Hipódromo estuvieron cerradas. El motivo: el hartazgo de todo el personal y de los referentes de la red de instituciones que trabajan en el barrio por los reiterados hechos de inseguridad que se vienen produciendo.
El pedido por políticas integrales tendientes a bajar el delito no es nuevo. Hace meses que desde el Centro de Salud, las escuelas, el Jardín de Infantes y otras instituciones reclaman mayor presencia policial pero también oportunidades laborales para sacar a los jóvenes de las calles, actividades deportivas para los niños, entre otras acciones. No es un pedido por únicamente policías sino un reclamo más general.
"El tema no se soluciona con más policías. Eso es un paliativo que a nosotros como centro nos beneficia, pero como integrantes de la Red de Instituciones queremos que el barrio mejore. Queremos políticas para Villa Hipódromo de todo tipo, sobre todo de contención", remarcó una de las doctoras del centro.
La gota que llenó el vaso
Alejandra Ledezma es una de las enfermeras del espacio sanitario que funciona sobre avenida Blas Parera al 6100. En diálogo con El Litoral contó que hace 30 años trabaja de eso, de los cuales lleva 10 en el Centro de Salud de Villa Hipódromo. Junto con ella, son 17 los trabajadores que cumplen diferentes funciones.
"Hoy el centro está cerrado porque venimos siendo blanco de muchos hechos de inseguridad y no sabemos qué mas hacer. Hemos reclamado muchas veces pero nadie nos da respuestas", dijo con el aval de todos sus compañeros y compañeras de trabajo así como los integrantes de otras instituciones que se acercaron para apoyarlos.
"Mañana vuelvo". Muchas personas desconocían que el centro hoy iba a estar cerrado. De todas maneras, al saberlo, se solidarizaban con el personal porque también les preocupan los hechos de inseguridad en la zona. Crédito: Guillermo Di Salvatore
Puntualmente, lo que pide el personal del Centro de Salud es que se amplíe el horario del personal de seguridad que custodia el lugar. "Este dispensario abre a las 6.30 de la mañana y cierra a las 18 horas. Pero el policía que viene tiene media jornada, o sea que está desde las 12 a las 18. Necesitamos que le extiendan la jornada porque estamos a la buena de Dios", dijo Alejandra Ledezma. Y agregó: "Y obviamente que no falte nunca, porque a veces no viene. Cuando eso ocurre atendemos igual, a puertas abiertas, pero a las 16 ya atendemos a puertas cerradas".
Un hecho ocurrido el viernes fue la gota que colmó el vaso y los llevó a la decisión de no abrir hoy las puertas del lugar. Cerca de la 1 de la tarde, una de las trabajadoras llegó al centro en bicicleta cuando un sujeto armado intentó sustraerle su medio de transporte, la mochila y el celular.
"Desde que nos robaron el picaporte pusimos un sistema que impide que la puerta se abra desde afuera. Entonces, esta trabajadora estaba esperando que le abramos. En ese momento fue sorprendida por este sujeto que a cara descubierta y sin ningún problemas le apuntó con una arma. Por suerte justo estaba el policía, que lo atrapó y el hecho no llegó a ser una tragedia", contó la enfermera Alejandra Ledezma. Y agregó: "Uno viene a trabajar con miedo, y lo más triste es que hemos expresado nuestra necesidad a las autoridades y solamente recibimos el recibido de la nota".
Un destacamento a cien metros
Llama la atención que a una cuadra del Centro de Salud de Villa Hipódromo hay un destacamento policial. Al respecto, los trabajadores señalaron que "con ellos no se puede contar".
"Las veces que hemos llamado o nos hemos acercado te dicen que son una base. El viernes, con lo que le pasó a nuestra compañera, estuvimos 40 minutos esperando a los del 911. Ni el policía, que pudo atrapar al sujeto, logró que vinieran más rápido. Tuvimos que parar a una camioneta que venia de la circunvalación y se iba para otro lado, que frenó y se encargó por radio de pedir refuerzos", contó la enfermera.
"Un reclamo que es de todos". A las 10 de la mañana, trabajadores del centro y de otras instituciones de la zona se juntaron en la puerta del lugar para pedir más seguridad. Crédito: Guillermo Di Salvatore
Según pudo averiguar El Litoral, por este centro pasan a diario unas 300 personas. Y el temor también lo sienten los usuarios, porque no son ajenos a robos y arrebatos. "Todos podemos ser víctimas. Acá todos corremos peligro y estamos expuestos; de ahí nuestra necesidad de que las autoridades atiendan nuestro pedido. La situación es tan grave que los delincuentes ya actúan a cara descubierta. No les importa nada", finalizó una de las médicas.
Por último, el jueves el centro trabajará normalmente. Pero su personal ya aclaró que medidas como las de este miércoles podrían repetirse y aún extenderse de no conseguir respuestas.