En el marco del Día mundial de la hepatitis, que se celebró el 28 de julio, el Ministerio de Salud de la provincia realizó actividades comunitarias de difusión, prevención y promoción de la salud.
Los virus son cinco: A, B, C, D y E, pero los que más preocupan son el B y el C. No todos tienen vacunas para prevenirlos, pero hay tratamientos. La detección temprana permite controlarla, curarla y evitar la transmisión. ¿Qué provoca cada uno, cómo se previene y trata?.
En el marco del Día mundial de la hepatitis, que se celebró el 28 de julio, el Ministerio de Salud de la provincia realizó actividades comunitarias de difusión, prevención y promoción de la salud.
El jefe la unidad hepática del hospital del Centenario de Rosario, Fernando Bessone explicó que el objetivo es “concientizar e informar. Lo que hacemos es efectuar testeos de detección de portadores que pudieran desconocer su condición advirtiendo contagios de hepatitis, sobre todo las de tipo C. La detección temprana permite controlarse, tratarse, curarse y evitar la transmisión. Además, en esta oportunidad se vacunó contra la hepatitis B”.
Según puntualizó, a nivel mundial no existe un simple brote sino una epidemia que comenzó antes del 1993 y se extenderá hasta el 2030. “Estamos ante 200 millones de portadores de la enfermedad en el mundo, de los cuales el 20% tiene una condición de hígado cirrótico, lo cual ubica en primer lugar a esta enfermedad para el trasplante hepático”, concluyó.
La enfermedad
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede deberse a sustancias tóxicas (por ejemplo alcohol, o determinadas drogas), infecciones, enfermedades autoinmunes y metabólicas. Dentro de las infecciones, la causa más frecuente son las virales.
Los virus de la hepatitis son cinco: A, B, C, D y E. Las hepatitis A y E se contagian por consumir alimentos y/o agua contaminada; se trata de una enfermedad autolimitada, es decir, que no pasa a la cronicidad.
Las hepatitis que más preocupan son las causadas por el Virus B y C, las cuales sí van a etapas crónicas. Con el tiempo pueden desencadenar cirrosis hepática y/o cáncer de hígado.
Actualmente, las principales indicaciones son el trasplante hepático tanto en nuestro país como a nivel mundial.
El virus de la hepatitis B se contagia por vía sexual, parenteral, a través de piercing, acupuntura, tatuajes, drogadicción EV y/o intranasal, transfusiones de sangre o productos de sangre contaminados, utilización de material no descartable, y por vía vertical, desde la mujer embarazada a su bebé. Los virus de las hepatitis A y B pueden prevenirse a través de la vacunación, la cual está incluida en calendario nacional, es gratuita y no presenta contraindicaciones.
En el virus de la hepatitis C, el contagio es fundamentalmente por vía parenteral (sangre con sangre) siendo menos frecuente por vía sexual, pero no por eso de menor importancia. Este virus no tiene vacuna pero sí tratamientos curativos, lo cual evita la progresión de la enfermedad.
Dichos tratamientos, para todos aquellos pacientes que no presentan cobertura social, son otorgados en forma gratuita por los hospitales públicos.
El de la hepatitis C puede dar un cuadro clínico similar a otras hepatitis, color amarillento de piel y mucosas, orinas oscuras, picazón de la piel, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, hasta simular un cuadro gripal, pero en general estas enfermedades cursan de forma silenciosa y es necesario realizar un análisis de sangre para descartar la presencia.
Vacunación
La titular de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia, Carolina Cudos, recordó que “la hepatitis B y C se transmiten como el HIV, sea de forma sexual o sanguínea” y que la vacuna consiste en tres dosis que se aplican a los 0, 1 y 6 meses de vida.
Asimismo, manifestó que “los síntomas se suelen dar recién muchos años después. En algunas ocasiones suelen darse como un dolor agudo en el abdomen, presentación de ictericia y/o coloración amarillenta en la piel, por eso se realizan testeos para lograr precozmente su detección y aplicar el tratamiento”.
Del mismo modo, mencionó que todos los efectores provinciales cuentan con stock suficiente de vacunas contra la hepatitis a virus B, sin embargo cuesta que se incorpore de manera masiva el adulto joven y a la población adulta dicha vacunación.
Actividades
Este viernes, en el hall de acceso principal del Hospital Provincial del Centenario, en la ciudad de Rosario, se realizaron testeos de hepatitis virales consistentes en una extracción de sangre. En la ciudad de Santa Fe, las acciones se replicaron este lunes en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (Cemafe).
El epidemiólogo Federico Detarsio informó que “además estamos llevando a cabo test de BDRL y HIV para ver las potenciales enfermedades de transmisión sexual. Este análisis forma parte de las prestaciones que efectúa la red tanto pública como privada”.
Los resultados de los testeos son entregados dentro de los 20 minutos posteriores a la toma, que consiste en un pinchazo del dedo, y en el caso que su resultado sea positivo se acompaña a la persona a la unidad de hepatología del hospital para un seguimiento exhaustivo con las recomendaciones, según cada caso.
Durante las jornadas se inmunizó contra la hepatitis B, segura y efectiva, y se suministraron vacunas que se requieran para completar el calendario nacional con la carga nominalizada en el Sistema de Información de los Centros de Atención Primaria (Sicap).
Día mundial
El Ministerio de Salud de la provincia recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió dedicar el 28 de julio a las hepatitis virales, en conmemoración del nacimiento del profesor Baruch Samuel Blumberg, científico que descubrió el virus de la Hepatitis B y posteriormente su vacuna. Por este hallazgo fue galardonado con el Premio Nobel.
El objetivo es incrementar la sensibilización, educación y alcanzar una mejor comprensión de la enfermedad en todas sus formas virales, debido a que la mayor parte de las personas suelen no saber que están infectadas y por ende desconocen la portación. Detectadas a tiempo, tanto la Hepatitis B como la C tienen tratamiento farmacológico incluido en el Programa Nacional de Hepatitis Viral.