En el puerto de Santa Fe el descenso del nivel del agua se aceleró y en solo una semana el caudal disminuyó más de medio metro. En su última medición, al mediodía de este jueves, la Prefectura informó una altura de 60 centímetros.
Los bajos niveles vuelven a poner en alerta a las autoridades nacionales. Sin embargó, el presidente del INA, Juan Carlos Bertoni, aseguró que "estamos en una situación sensiblemente mejor" al comparar la actualidad con los últimos dos años. El hidrómetro del puerto de Santa Fe mide 60 centímetros y ya bajó más de medio metro en una semana.
En el puerto de Santa Fe el descenso del nivel del agua se aceleró y en solo una semana el caudal disminuyó más de medio metro. En su última medición, al mediodía de este jueves, la Prefectura informó una altura de 60 centímetros.
Esta prolongada bajante de todo el sistema fluvial del Paraná, en el tramo argentino, pone en alerta a las autoridades nacionales. Al respecto, quien se refirió a esta problemática fue Juan Carlos Bertoni, presidente del Instituto Nacional del Agua (INA), quien en diálogo con Télam Radio advirtió que la situación es preocupante, más allá que hasta el momento no volvió a estar en los niveles más alarmantes que se vivieron en los dos últimos años.
"En los últimos meses del año pasado tuvimos una cierta recuperación por algunas lluvias puntuales que se produjeron sobre la cuenca del río Iguazú, algo que se nota mucho en las cataratas, pero dura pocos días y eso no hace que la situación en el Paraná cambie", remarcó Bertoni.
Los niveles escasos de precipitaciones que se registran en el litoral argentino continúan generando consecuencias negativas. Al respecto, el titular del INA analizó que "lo que está pasando ahora, desde fines de diciembre y en lo que estamos transitando de enero, son lluvias muy débiles, algunas se producen en Brasil, pero muy pocas y seguimos con una tendencia de sequía", describió el titular del INA.
En este escenario, sin importantes lluvias locales, el río Paraná continuará en niveles precarios. Aunque se prevé que haya una leve recuperación en los próximos días, no significarán algunos centímetros más, ya que el INA pronostica una medida de 70 centímetros para la última semana de enero.
Al ser consultado sobre la relación entre los incendios y la falta de precipitaciones, Bertoni expresó que "todo se relaciona con todo en la naturaleza. Si tenemos una situación de bajante producida por una sequía en todas las cuencas, la sequía también promueve que se los incendios se desarrollen más rápidamente por las altas temperaturas y los vientos que contribuyen a la propagación de incendios".
Sobre esto aseguró que la mayoría de los focos ígneos se inician por la mano del ser humano. "Si fueses distintos en cuanto al mayor cuidado de nuestras islas y regiones litorales, los incendios serían menores aún en períodos de sequía", señaló.
La mayoría de las ciudades que bordean el río Paraná captan sus aguas para ser potabilizadas y proveer a la población. Con la bajante que volvió a recrudecerse, la preocupación por la falta de abastecimiento es otra vez un interrogante.
"Tenemos caudales bajos, pero si lo comparamos con el año pasado o el anterior estamos en una situación sensiblemente mejor", sostuvo el presidente del INA y recordó que al inicio de la bajante, allá por 2020, a lo largo de la provincia de Misiones hubo complicaciones para la captación del agua del río, ya que las bombas quedaron inoperativas.
Empero, la situación actual es otra tras la realización de obras en las tomas de agua perjudicadas: "Hubo una inversión muy importante del gobierno nacional para adecuar los sistemas de captación de agua a la nueva realidad, eso prácticamente ya se superó. Hoy en día lo que puede suceder es que aumente la turbiedad del agua, pero en términos generales no hay problemas de abastecimiento".