Viernes 28.4.2023
/Última actualización 14:41
El 29 de abril de 2003 un tercio de la ciudad de Santa Fe quedó bajo el agua. Fue la peor tragedia de la historia de la ciudad fundada por Garay el 15 de noviembre de 1573. En una crecida sin precedentes, el río Salado ingresó por la brecha de una defensa inconclusa y dejó bajo el agua a más de 40 barrios del cordón oeste, afectando a 36.890 viviendas distribuidas en 1.296 manzanas. Esto provocó un éxodo masivo y repentino de más de 150 mil vecinos que en pocas horas debieron escapar del agua, abandonando sus hogares y refugiándose en escuelas y otras instituciones del resto de la ciudad a donde no había llegado el agua. Una tragedia.
Algunos no lograron escapar de la inundación. El saldo inicial fue 23 muertes por causas directas. Carlos Carpes, Angel Gramajo, Amalia Oliva, Dora Benítez, Julia Peirano, Juan Castillo, María Chamorro, Priscila Andino, Diego Galván, Leticia Pedulla, Roque Zanutigh, Juan Balbuena, Omar Paolín, José Navarro, Roberto De Piano, Ricardo Puchol, Eden Campos, Hugo Galateo, Uriel Castillo, Domingo Cabral, Benigno Kratky, Delia Monzón y Juan Martínez. Casi 6 meses después, el Gobierno reconoció que hubo cuatro muertes más. Agregó a Jairo Maldonado, Rubén Gazziano, Lucía Bovino y Marino Pivato. La cifra oficial trepó a 27 víctimas fatales. La Asamblea de Derechos Humanos denunció que durante los meses posteriores hubo además 107 muertes por causas colaterales, como enfermedades y afecciones psíquicas.
Por varios días permaneció el agua adentro de las viviendas. Muchos se refugiaron en los techos. Gran parte de la ciudad quedó a oscuras. Sobrevolaban los helicópteros y navegaban las lanchas particulares y del Ejército por las calles inundadas. Las escuelas se transformaron en refugios para evacuados. Mucha gente estaba perdida o desencontrada.
Cuando bajó el río el agua quedó adentro de la defensa. Hubo que dinamitar dos tramos de defensas para evacuarla. Las marcas del barro y la podredumbre habitaron por mucho tiempo las viviendas. Mientras se comenzó a reconstruir un tercio de la ciudad.
El Gobierno nacional destinó fondos y la Provincia creó el Ente de la Reconstrucción. Un organismo destinado a la asistencia de los inundados. Otorgó subsidios y distribuyó donaciones que llegaron de todo el país. Tardó mucho tiempo hasta que la gente pudo regresar a sus hogares para repararlos y volver a habitarlos. También hubo quienes nunca volvieron. Lo habían perdido todo.
Los inundados montaron la Carpa Negra por la memoria en la Plaza de Mayo y clavaron cruces para recordar a los muertos. Durante varios meses, cada 29 se repitieron las manifestaciones, como la marcha de las antorchas. Más tarde las protestas fueron anuales, cada 29 de abril. El pueblo exigió justicia.
Luego de casi 16 años la Justicia provincial condenó a tres años de prisión de ejecución condicional al ex ministro de Obras y Servicios Públicos de la provincia, Edgardo Berli, y al ex- director provincial de Obras Hidráulicas, Ricardo Fratti. El tercer imputado, el ex intendente de Santa Fe, Marcelo Álvarez, falleció antes de la ratificación del fallo judicial. Pese al reclamo de un gran sector de la sociedad, el ex gobernador, Carlos Reutemann, nunca fue involucrado judicialmente en la causa.
Desde 2021, una Ley provincial recuerda el 29 de abril de 2003 como el "Día de la Memoria y la Solidaridad de la Inundación de Santa Fe y alrededores". La norma establece que ese día se dicten clases alusivas como parte del calendario escolar y que sea una jornada de acción de limpieza, cuidado y preservación de los anillos de defensa de la ciudad.
La marca del Salado quedó para siempre sobre la ciudad de Santa Fe. Transcurrieron 20 años. La memoria del agua sigue presente.
A 20 años del desborde del Salado