En La Vuelta del Paraguayo se siguen inundando y ruegan que no llueva
La mayoría de los vecinos todavía resisten en sus casas. La Municipalidad sigue reforzando el terraplén y ya aparecen filtraciones. “Si se larga la lluvia no se cómo sacamos el agua”, dijo un vecino.
En La Vuelta del Paraguayo se siguen inundando y ruegan que no llueva
La crecida del río Paraná continúa golpeando en las zonas más vulnerables de la ciudad de Santa Fe. En La Vuelta del Paraguayo algunos vecinos ya se inundaron, mientras que otros todavía resisten en sus viviendas a las que no les llegó el agua y ruegan que no llueva, porque será difícil desagotar el barrio.
El lugar está ubicado a orillas del riacho Santa Fe, junto a la ruta nacional 168, a pocos metros del Puente Oroño. Este antiguo caserío se inunda cada vez que el río alcanza los 5 metros de altura. Y por estas horas el hidrómetro del Puerto local indicaba que el Paraná había alcanzado en Santa Fe los 4,98 metros, creciendo.
Así las cosas, muchos vecinos prepararon sus pertenencias para escapar del agua en caso de que cedan las defensas levantadas por municipales y la gente del barrio con bolsas de arena. Incluso este viernes ya había algunas filtraciones adentro del anillo defendido. Los camiones con arena, tierra y escombros iban y venían por la calle. Y el bañado interno de la isla estaba lleno de camalotes sobre los que se posaban cientos de garzas blancas. Tanta belleza en medio de la angustia.
“Contra el agua no se compite”
“El que vive en La Vuelta sabe lo que pasa cuando crece el río”, dice Juan Ponce, un vecino de 32 años que vivió toda su vida en el barrio y ahora defiende la casa que habita junto a Joana González, su pareja, y sus dos hijos. “Nosotros ya sabemos, venimos viendo cómo sube y ya sabemos, porque contra el agua no se compite, ‘ande viene, viene”.
“Así que si sigue creciendo nos va a sacar, y si llega el agua nos vamos a tener que cruzar al otro lado y armar un ranchito”, dice Juan, acostumbrado a mudar sus cosas al otro lado del riacho Santa Fe con cada inundación. Eso fue lo que hizo, por ejemplo, en 2016, cuando debió permanecer durante un tiempo a la vera de la ruta 168, en el refugio de evacuados. “Esperemos que nos den algún corte de rancho para armarnos algo hasta que baje el agua y podamos volver. Y si llueve más rápido nos va a sacar el agua”, dice el vecino de La Vuelta del Paraguayo.
El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para la ciudad de Santa Fe este viernes al mediodía indicaba la probabilidad de tormentas fuertes para la tarde y noche de este viernes, y tormentas y lluvias aisladas para todo el sábado, mientras que el domingo ya no llovería.
“Ya estamos acostumbrados a esto, mi viejo, mis amigos, todos hacemos lo mismo con cada inundación”, dice Juan. “La gente grande ya sabe. Te cruzás, hacés un rancho y ya está, se acaban los problemas”.
Defender lo indefendible
“Los chicos tienen 4 años y van acá a la escuela, a la Mateo Booz”, dice Joana, parada en la puerta de su casa y mirando el pozo que se formó en la calle por donde empezó a filtrar el agua. “Así que ya sabemos, si nos inundamos nos vamos enfrente”, se resigna.
Postales de La Vuelta del Paraguayo. Fotorreportaje Guillermo Di Salvatore.
Un poco más al fondo del barrio la cosa está peor. Allí las familias ya están inundadas. Otras tienen inundado el terreno para llegar a sus hogares y este viernes tiraban tierra y escombros para intentar hacer un caminito seco que les permita llegar a su casa. Al rayo del sol estaban meta pala mientras los perros correteaban alrededor y una tropilla de caballos que escapó del agua que ganó la isla pastaba a un costado.
Contaminación
“Hoy estamos más complicados que el otro día”, dice María Schutt, la vecina que entrevistó El Litoral a comienzos de esta semana. Aquel día su casa todavía estaba a salvo. Hoy está con el agua en la puerta, todo alrededor se llenó de río. “Encima es agua contaminada, no se si por los pozos o por la basura. Cuando salís de la casa después tenés que lavarte las piernas porque te pica todo, y tiene un olor feo”, dice la vecina.
“Yo me manejo sola, hice un bolseo para salir hasta el camino principal pero hoy avanzó el agua y ya lo cortó completamente”, cuenta María. “Yo tengo un bote chiquitito y se hace imposible entrar. Ahora estoy levantando todo porque está entrando el agua por la puerta y me está filtrando todo adentro”, agrega. “Y si llega a llover, ni te imaginás lo que va a ser esto, varias familias van a estar complicadas”, advierte. Pese a la angustia el canto de los pájaros desde las ramas de los árboles ganan la mañana en la Vuelta del Parguayo.
Colastiné Norte
En la orilla del río Colastiné, del barrio Colastiné Norte, toda la zona del bañado y el bajo por fuera del anillo de defensa ya estaba inundada. Al otro lado del terraplén, en el reservorio, pastaba gran cantidad de ganado y caballos que fueron retirados de las islas. Sobre la costa, las familias que habitaban las precarias viviendas debieron abandonarlas. Todo allí es agua y juncos. Un patrullero custodiaba este viernes apostado junto a la Casabomba que extrae los excedentes pluviales.
Postales de La Vuelta del Paraguayo. Fotorreportaje Guillermo Di Salvatore.
4,98 metros
era la altura del río Paraná este viernes en el Hidrómetro de Santa Fe