Domingo 5.5.2019
/Última actualización 11:59
Marilina Carena es muy, pero muy “futbolera”. Lleva a su hijo de 13 años a la cancha toda vez que juega (en octava división) en el Club Ateneo. También viajan juntos a Buenos Aires a ver al “rojo” de sus amores, Independiente. “Somos socios del ‘Rey de Copas’, obvio”, dice con orgullo. Es ceresina, y las veces que viaja a su ciudad natal va a alentar “al glorioso CACU” (Club Atlético Ceres Unión). Su otra pasión es la matemática, y entonces, uno más uno, dos: Carena escribió un libro tomando al deporte más lindo del mundo como excusa para enseñar y aprender las ciencias exactas.
La joven es profesora adjunta de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL, e investigadora adjunta del Conicet. Sus títulos: Licenciada en Matemática Aplicada y Doctora en Matemática. Escribió un Manual de Matemática Preuniversitaria (publicado hace poco por Ediciones UNL) que fue pensado para articular los conocimientos matemáticos que necesitan los chicos para el ingreso a la facultad.
“En ese texto intenté acercar la matemática a los alumnos con cuestiones más cotidianas, como las aplicaciones de las redes sociales”, le cuenta Carena a El Litoral.
Al terminar ese manual se le ocurrió escribir este nuevo libro, donde utiliza como “enganche” al fútbol para abordar muchos temas de las ciencias exactas que se tratan en la escuela media. “Al principio no me había imaginado la enorme cantidad de temas matemáticos que se pueden abordar desde el fútbol; así, me puse a escribir este segundo libro, que está recién presentado para su publicación”, aclara. “Desde la FIQ se le da mucha importancia a la articulación entre secundaria y el ciclo básico de la universidad, y siempre me apoyaron en las cosas que propuse”, resalta.
Pero, ¿cómo bajar el fútbol a la matemática? Carena pone ejemplos: “Con la tabla de posiciones se pueden trabajar las ecuaciones (para ver cuántos puntos le faltan a un equipo para superar al primero); con la diferencia de goles se pueden abordar los números negativos.
Con las medidas de la cancha, la geometría plana (porque hay un montón de cuerpos geométricos en el verde césped); y con las dimensiones de la pelota se puede abordar geometría de cuerpos”.
También las estadísticas de goles o tarjetas amarillas y rojas sirven para entender las tablas de frecuencias. Los porcentajes se trabajan con los pases de los jugadores, o con las ventas de entradas (regla de tres simple). Y los promedios de los descensos ayudan a aprender ecuaciones: por ejemplo, cuántos puntos hay que ganar para no descender, viendo la tendencia con que un equipo viene. La parábola con los tiros libres contribuye a entender movimientos parabólicos. “Es tomar el fútbol, algo tan cercano para los chicos, como excusa para entender operaciones matemáticas”, explica la investigadora.
“Para este libro ni los chicos ni los docentes están obligados a saber de fútbol”, deja en claro Carena. No es necesario saber qué es una posición adelantada, ni los reglamentos. No es condición sine qua non saber de fútbol para aplicar el libro en un aula”, insiste.
El libro presentado consta de más de 100 desafíos de fútbol, de los cuales más de 70 son resueltos y explicados. Y hay unos 30 ejercicios también explicados paso a paso. “Son problemas resueltos con el objetivo de que un docente los pueda tomar y estar seguro de que los puede llevar adelante, por más que no sepa nada de fútbol. Está adaptado para docentes de matemáticas del nivel secundario”, precisa.
Carena se estudió todos los reglamentos: el de la AFA y el de la FIFA para entender los pases de jugadores, entre otros temas (como los Derechos de Formación y Mecanismos de Solidaridad, que son aquellos derechos que poseen las instituciones deportivas para cuidar su patrimonio cuando un futbolista, que fue formado como tal en un club, es vendido al exterior o firma su primer contrato con otro club).
Y también un manual de calidad FIFA de los balones, con el que le ponen los sellos de calidad a las pelotas, que es pura matemática.
Carena presentará algunos de los problemas del libro en el festival “La FIQ en la ciudad”, que se realizará a fines de mayo en la Estación Belgrano.
La ciencia exacta, ese karma de los chicos
Las dos principales falencias con que salen los chicos de la secundaria son, justamente, la matemática y la comprensión de textos. Eso queda evidenciado en varias pruebas a nivel nacional. Carena trabaja también en el equipo central de área de ingreso de la FIQ, y está al tanto de las dificultades en saberes matemáticos.
“Los resultados venían siendo flojos, y de ahí también se me ocurrió escribir este nuevo libro, como para tratar de aportar un granito de arena. Es decir, lograr un material donde se presenten operaciones matemáticas que no les resulten tan lejanas a los chicos”, relata.
“Hay de todo: pibes que egresan de escuelas muy bien formados, y que tienen todo lo que necesitan saber para el ingreso universitario, y otros que no. En este último caso hay que empezar de cero. Hay un gran porcentaje de alumnos ingresantes que desconoce casi todas las herramientas básicas que se necesitan”, cierra.
“Amiga dilecta” de su ciudad
En su ciudad natal, la nombraron “amiga dilecta” de Ceres. “Como salió publicado hace poco el Manual de Matemática Preuniversitaria y tomó mucha difusión, me llamaron y me declararon amiga dilecta: es un orgullo para mí. Estuvo muy bueno porque llamaron a todos los alumnos de los 5tos. años de las escuelas medias, y di una charla. A los chicos les gustó mucho”, cuenta.
“La idea fue tomar al fútbol como excusa. A veces se toma como motivo para comer un asado entre amigos, por ejemplo. En este caso, traté de acercar con las reglas de este deporte el entendimiento de operaciones matemáticas”, dijo la investigadora.