Jorge Fernández, pre candidato a concejal de la ciudad de Santa Fe, es un abogado, docente e investigador universitario (UNL y UCSF) que vive en barrio Constituyentes. Es hijo de Jorge Raúl Fernández, reconocido docente universitario con una amplia trayectoria en la función pública provincial y nacional, del que heredó su nombre. Se reconoce como un militante político de toda la vida. En la actualidad es secretario de Política y Gestión de la Información de la Provincia. Y acompaña con su pre candidatura a concejal de la ciudad a Ignacio Martínez Kerz, que se postula a la Intendencia de Santa Fe por la lista "Elijo hacer", en el frente justicialista "Juntos Avancemos".
El pre candidato a concejal caminó las calles de su barrio junto a El Litoral para hablar un poco sobre su vida. "Estamos en la plaza Constituyentes, epicentro del barrio donde nací y viví toda la vida, y el lugar de los momentos más felices de mi infancia", comenzó diciendo Fernández. "Acá jugaba al fútbol con mis amigos", señaló un rincón de este céntrico pulmón verde.
-¿Cómo es su barrio?
-Es un barrio lindo, siempre me gustó. En los últimos años cambió bastante. Pero en mi infancia era un barrio en el que los pibes vivíamos en la calle sin que nuestros viejos supiesen dónde estábamos. Ahora no es así. Es un barrio con mucho movimiento, lleno de estudiantes. Pero sigue conservando ese encanto de ser un espacio urbano con perfil de barrio pero en el centro de la ciudad.
-Su padre es un reconocido abogado, político y docente, ¿su madre?
-Mi vieja tuvo que criar y educar a cuatro varones y cuando crecimos se dedicó a las terapias alternativas y a una vida más espiritual. Y eso es lo que sigue haciendo hoy.
"Tengo un fuerte sentido de la justicia social, que es lo que siento que me representa", asegura. Guillermo Di Salvatore
-Imagino que en su casa cuando era chico se hablaba de política.
-Todo el tiempo. Pero no sólo se hablaba. La vinculación con la política tenía que ver con la biblioteca de mi viejo. Ahí empecé a tener contacto con la política y con la historia, dos pasiones importantes.
-De chico me llevaba bastante mal. No fui un buen estudiante. Anduve en los estándares de cualquier pibe, bastante vago. Empecé a llevarme bien en el final de la carrera de Abogacía y en los estudios de posgrado. Me convertí en docente e investigador universitario. Así que le agarré el gusto de grande.
-¿Cuando era chico qué quería ser?
-Futbolista, como todos los pibes (risas). Goleador de la Selección (más risas). Después, acá en frente, en la Iglesia de los Agustinos Recoletos milité en la Acción Católica y decía que quería ser cura. Pero se me fue muy rápido esa idea. Y terminé jugando al rugby.
-¿Por qué abogacía?
-Porque me gustaba mucho la ciencia política pero había que irse a estudiar a Rosario y no tenía ganas. Además, en una familia con cuatro hijos era complicado. Abogacía era la alternativa más cercana a mi primera idea y mis amigos iban a estudiar eso. Así que comenzamos todos juntos con varios de mis compañeros del colegio Inmaculada. Más tarde, desde la abogacía pudimos hacer otras cosas más ligadas a las ciencias sociales, que es mi pasión.
-¿En qué momento pensó en dedicarse a la política?
-Siempre fui un militante, en distintos espacios, porque la militancia no es necesariamente política, ya que no se hace necesariamente en los partidos. Siempre pertenecí al justicialismo y soy un militante con un perfil bajo y técnico. Recién en 2019 tuve mi primera experiencia seria en una gestión (es secretario de Política y Gestión de la Información de la Provincia). Ahora llega la oportunidad de disputar electoralmente un cargo. Así que recién estoy saltando hacia la política.
-¿Qué quiere cambiar con la política?
-Siempre he sido muy sensible a las cuestiones que percibo como injustas. Muchas son individuales y otras sociales, estructurales, económicas o políticas. Me parece que esta ciudad tiene un montón de déficit y desigualdades y una exclusión social muy profunda. Hay muchas cosas por transformar. Creo que este es el momento de transformarlas desde la política. No es con menos política, como algunos discursos nos quieren hacer creer. Es con más política, estoy convencido de ello. Por eso mi compromiso es transformar desde la política.
-De chico quería ser futbolista, luego se dedicó al rugby. ¿Qué deporte elije?
-Soy un apasionado del fútbol pero elijo el rugby para jugar. Tiene un montón de valores muy positivos. Mis hermanos y mi hijo juegan rugby. Y yo fui muy feliz jugándolo. Así que sigo teniendo esa tensión entre el amor por el fútbol y rugby para jugar.
-¿Qué hace en sus ratos libres?
-Leo mucho, me gusta muchísimo leer. Me gustan los libros de historia pero también leo mucha literatura. Unos mates y un libro es un momento de tremendo placer. Más allá de compartir con la familia y hacer deportes.
-¿Un libro?
-Me cuesta mucho elegir uno. Leí muchos en mi vida. Uno que me impactó mucho fue Rayuela, de Julio Cortázar. Es un libro maravilloso que releo cada tanto y descubro un libro nuevo. Ese es el universo Cortázar. En los últimos tiempos me gustó mucho leer la obra de Joël Dicker. El último fue El caso Alaska Sanders. Leí todos sus libros y me gustaron mucho.
-¿Cuál es su película favorita?
-Recuerdo de mi infancia una película italiana que había ganado el Oscar a la mejor película extranjera, llamada Mediterráneo. No se por qué elijo esa. Fui socio del Cine Club y soy un fanático del cine. Ahora tengo menos tiempo para ir.
-¿Qué música escucha?
-Por mi edad, escucho mucho rock nacional, mucho Charly García como ícono de mi generación. Pero soy fanático de Joan Manuel Serrat. Es lo último que escucharía en mi vida.
-¿Cuál fue el mayor acierto en su vida?
-Mis dos hijos, no tengo la más mínima duda.
-Si pudiese volver el tiempo atrás, ¿qué error repararía?
-Ah… que pregunta difícil. No lo sé, quizá pasaría más tiempo con mi abuelo.
-¿A qué pre candidato o pre candidata a concejala invitaría a su peña?
-(risas) Qué preguntas que me hacés… Buena pregunta. Más allá de mis compañeros del justicialismo, la invitaría a Silvina Cian. A veces intercambiamos algunos mensajes y me gustaría charlar un poco con ella para conocer más su mirada.
-¿Cuándo lloró por última vez?
-(silencio). Creo que no hace mucho. Caminando uno de los barrios vi una situación muy perturbadora que me sensibilizó mucho. Esas situaciones de tremenda injusticia social me desatan emociones que se canalizan en algo físico como lo es una lágrima.
-¿Cuál es el sentido de la vida?
-Nos lo venimos preguntando desde el nacimiento de la civilización occidental. Creo que habría que descubrirlo. La filosofía me gusta mucho y tiene que ver con eso. Plantearse todo el tiempo cuál es el sentido de la vida, independientemente de nuestras creencias religiosas. Esa pregunta hoy no tiene respuesta. Ciertas certezas han sido destruidas. Entonces es un buen momento para replantearnos como sociedad cuál es el sentido de la vida.
-Y en esto de filosofar, ¿qué es la felicidad?
-Otra pregunta de la filosofía occidental. Si volvieses a vivir, ¿harías lo mismo que hiciste hasta ahora? Si contestás que sí es porque sos un tipo feliz. Yo contesto que sí. Haría exactamente lo mismo que hice hasta ahora. Esta es una perspectiva individual, obviamente.
-¿Cómo se define a usted mismo?
-Son todas preguntas complejas… (risas). Es difícil definirte porque en general es mejor que te definan los otros, los que te conocen. Soy bastante humilde y me cuesta mucho hacerlo. Soy un tipo responsable con lo que hago. Tengo un fuerte sentido de la justicia social, que es lo que siento que me representa.