De la Redacción de El Litoral
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Las graves quemaduras que sufrieron dos jóvenes (de 16 y 17 años), por una descarga eléctrica ayer a la tarde en barrio Pro Mejoras Barranquitas, es un emergente de un problema grave: hay muchas viviendas que están construidas sobre el terraplén y que quedaron a pocos metros de una línea de alta tensión de 132.000 voltios, lo que implica un verdadero riesgo para las familias que viven en esta zona.
Lo que pasó ayer a la tarde en calle Artigas y el terraplén todavía se investiga. Según la versión de los vecinos, los jóvenes recibieron la descarga eléctrica mientras estaban sentados en un montículo de tierra. Pero hoy al mediodía, una cuadrilla de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) detectó daños sobre una parte de la línea de alta tensión.
“El sistema reportó un recierre en ese tramo de la línea ayer a las 18,09. Es como un parpadeo, lo que quiere decir que por una milésima de segundo la energía se interrumpe y luego vuelve”, explicó Hugo Ceré, vocero de la EPE, en diálogo con El Litoral. Esta línea conecta las estaciones Santa Fe Oeste y Santa Fe Norte.
Lo ideal es que las líneas de alta tensión no atraviesen núcleos urbanos, por cuestiones de seguridad. Esta línea se construyó en la década del 70’, cuando era una zona descampada, pero ahora está rodeada de viviendas, por las dificultades para implementar políticas de planificación urbana en los barrios más humildes de la ciudad.
Aquí, hay muchas casas precarias que se construyeron encima del terraplén y debajo de la línea, lo que implica una mayor peligro porque están a unos 6 metros del primero de las cuatro cables que pasan por el pilar de hormigón. En el tramo que recorrió El Litoral, al final de calle Artigas, no se encontraron carteles que adviertan sobre el peligro del alto voltaje.
Desde la EPE se explicó que nadie debe ingresar en el espacio que está a 5 metros de una línea de alta tensión —se denomina banda de seguridad— por el riesgo de que se produzcan descargas eléctricas. Una situación probable luego de un recierre.
La salud de los jóvenes
El Dr. Roberto Chito, director del hospital Cullen, informó a El Litoral que el estado del joven de 16 años es delicado. “Está internado en terapia intensiva con quemaduras en el 80% de su cuerpo y también requiere la asistencia del respirador. Pero la función renal es estable”, contó Chito.
El otro joven (17 años) tiene quemaduras en el 15% de su cuerpo, sobre todo en las manos y en el rostro.
Está internado en la unidad de quemados del hospital.