Juan Pablo Poletti: "Necesitamos que se involucren los honestos, los trabajadores"

En el marco de un ciclo de entrevistas a los precandidatos a intendente de Santa Fe, El Litoral invitó en esta oportunidad a caminar una mañana por su barrio a Juan Pablo Poletti, de la lista "Es con vos", frente "Unidos para cambiar Santa Fe". Durante la recorrida, el médico que hasta hace poco tiempo dirigió el Hospital José M. Cullen, se la pasó saludando a los vecinos, comerciantes y a la gente que se le acercaba en la calle para intercambiar unas palabras.

La charla con el precandidato se dio en la cuadra donde vive desde hace 11 años, sobre avenida Freyre y Junín, entre los barrios Constituyentes y Juan de Garay. "Es un lindo barrio, tengo muy buenos vecinos", dijo quien debuta en política, "con una avenida para poder salir a andar en bicicleta con mi hijo. Lo disfruto mucho".

-Poletti, ¿cuál es su barrio de origen?

-Nací en barrio Candioti Sur, luego Candioti Norte.

-¿A qué se dedicaron sus padres?

-Papá médico, mamá ama de casa. Siete hermanos. Ella siempre se ocupó de nosotros.

-¿Cómo se llevaba con los estudios?

-Bien, era un estudiante medio. Me llevé una sola materia en todo el secundario. Y me recibí de médico a las 24 años.

-¿De chico qué quería ser?

-Desde chico sabía que quería ser médico.

-¿Por qué la medicina?

-Porque lo veía a mi viejo ayudar a mucha gente y quería hacer lo mismo. Tenía esa vocación de ayudar a través de la medicina.

-Le gusta el deporte, ¿por qué el rugby?

-Jugué al fútbol, que me apasiona. Me pasé al rugby porque mis hermanos mayores empezaron a jugarlo. Una vez que empecé, me apasionó y hoy lo defiendo a muerte, por los valores que transmite, la amistad y la lealtad, y porque forma equipos. Todos mis amigos son del rugby. Soy dirigente y puedo volcar mucho de lo que me tocó transitar en la vida.

-¿Qué hace en los ratos libres?

-Miro deportes y juego con mis hijos lo más que puedo. Hacemos unos arquitos en el patio de casa, mi hijo quiere ser arquero, así que le pateo unos tiritos.

-¿Una película favorita?

-El robo del siglo y Luna de Avellaneda, que me identificó mucho con mi club.

-¿Le gusta la literatura?

-Leo poco.

-¿Un libro en particular?

-Ninguno, porque leo muy poco. Es un defecto que tengo.

-¿Qué música escucha?

-Folklore, Abel Pintos y por mis hijas escucho Morat.

-¿Cuál fue el mayor acierto en su vida?

-Mi familia. Mi esposa y mis cuatro hijos. Mis hermanos, mi mamá y mi papá.

-Si pudiese volver el tiempo atrás, ¿qué error repararía?

-Grave, ninguno. Tendría que ser un poquito menos discutidor, enojadizo y me hace falta mucha lectura. Me hubiese gustado que me guste la lectura y así leer más.

-¿A qué precandidato a intendente de Santa Fe invitaría a su peña?

-A todos los que se presenten. Soy un convencido del diálogo. A través del disenso se puede lograr el consenso. Lo hice en el hospital. E invitaría a todos los santafesinos a hacerlo.

-¿Cuándo lloró por última vez?

-En la pandemia lloré mucho, tuve mucho miedo. Y hace 20 días, cuando me hicieron un reportaje por mi familia, hablé mucho de ellos y recordé aquellos momentos de pandemia; eso me emocionó. Lloré muchas veces de alegría; y de tristeza, cuando murió mi viejo. Fue una pérdida muy grande.

-¿Qué es la felicidad?

-La familia. La familia grande: mi mamá, hermanos, cuñados; y mi familia chica: mi señora y mis cuatro hijos. Baso mi vida en ellos. Son mi soporte, quienes están al lado. Y agregaría a mis amigos. Tengo un grupo que nos bancamos mucho. No necesito verlos para saber que están. La amistad y la familia son la felicidad de la vida.

-¿Cómo se define?

-Me creo un buen tipo, honesto, familiero y valiente. Tengo valentía para asumir este desafío. Muchos me dijeron que ponía en riesgo mucho de lo que había logrado. Lo hice trabajando, porque no lo logré de otra manera. Pero no lo veo así. Creo que es necesario que nos empecemos a involucrar las personas de bien, los honestos, los trabajadores. Hace muchísimos años que me levanto a las 5 de la mañana y me acuesto a las 11 de la noche para trabajar, que es lo que sé hacer. Y lo voy a seguir haciendo.

-¿En su hogar se hablaba de política?

-Nunca. Ni papá ni mamá militaron, ni yo estuve nunca ni en un centro de estudiantes.

-¿Alguna vez imaginó dar este paso y dedicarse ahora a la política?

-No. Fueron tres meses muy duros para tomar esta decisión. Ahora estoy feliz.