Lunes 14.11.2022
/Última actualización 21:56
Camalotes por acá, camalotes por allá. Y mucha otra vegetación fluvial es la que viaja hoy aguas abajo por la laguna Setúbal desde su naciente, en el humedal superior. Son embalsados de distintas especies acuáticas de la zona que se desprenden de las orillas y del fondo del río y son arrastrados por la corriente. En algunos casos, estos pueden llegar a ocasionar algunos inconvenientes en la navegación y en las tomas de agua de la planta potabilizadora de la ciudad.
Uno de estos embalsados, de grandes dimensiones, se desprendió de la zona de la laguna ubicada a la altura de la UTN y los espigones y comenzó a navegar aguas abajo. Se trata de una superficie de vegetación acuática de unos 200 metros de diámetro. Al llegar a la desembocadura de la Setúbal, a la altura de los antiguos pilotes ferroviarios de la zona de El Faro y la Costanera Este, el embalsado quedó atascado por los pilotes y la orilla, ocupando la mitad del ancho del río, que allí se encajona. Ayudo a esto también la fuerza del viento predominante del cuadrante sur.
Este fenómeno natural imposibilita la navegación en la zona. Pero además, en caso de que la fuerza de la corriente del agua lo arrastre puede llegar a generar otro tipo de inconvenientes. Uno de estos inconvenientes es que quede atascado en los pilotes del Puente Colgante o el Oroño, a donde este lunes había una parte más pequeña de estos embalsados.
Postal. Toda esta vegetación estaba aguas arriba y se desprendió para navegar con rumbo al sur. Créditos: Fernando Nicola.También puede suceder que traiga complicaciones en la toma de agua de la planta potabilizadora de ASSA, ubicada entre el club náutico Azopardo y las areneras que están junto a la nueva Costanera del Puerto.
Y el tercer inconveniente puede llegar a ser que al ocupar gran parte del ancho del río genere dificultades en la navegación este martes, cuando se dispute la maratón acuática Santa Fe – Coronda.
La explicación
Por el momento el embalsado sigue allí desde el sábado, retenido por los pilotes ferroviarios en desuso y por el viento que se mantiene firme del sur. El verde de la vegetación llama la atención a quienes se acercan a la costanera Este a disfrutar del aire libre.
Otro gran embalsado quedó atascado el sábado en la zona de acceso al Dique II del Puerto de Santa Fe. Esto bloqueó la navegación, el acceso y egreso desde y hacia las guarderías y clubes náuticos de esa zona. Marineros debieron actuar allí para despejar la zona y permitir la navegación.
Puente Colgante. Este embalsado presionaba sobre una de las antenas del puente. Créditos: Flavio Raina"Son camalotes mezclados con algunas otras plantas acuáticas de la zona, como algas", explica el biólogo Diego Frau, que investiga toda la zona del humedal de la Setúbal desde el laboratorio del Inali Conicet Santa Fe. "Es un fenómeno natural", agrega. "Durante la bajante, la vegetación crece en la zonas de remanso o donde el agua corre poco, y cuando el nivel crece, la fuerza del río arrastra toda esa vegetación y puede producir algunas complicaciones hidráulicas".
Y eso fue lo que ocurrió. Porque en el último mes, el río Paraná (y sus afluentes) creció en la zona más de un metro y medio. Hoy mide 3.50 metros de altura, en el hidrómetro del Puerto de Santa Fe.
El Lic en Biodiversidad Leonardo Leiva (Museo Ameghino) ofreció una charla sobre serpientes en el club náutico Azopardo, para prevenir accidentes. Créditos: Gentileza C.N.A.Serpientes
Pero además de vegetación, sobre estos embalsados pueden viajar también animales, "sobre todo, serpientes", advierte el biólogo. Por ese motivo, "es probable que las serpientes puedan aparecer en lugares poco habituales", señala.
Por ese motivo, quienes se acerquen a la zona de la Costanera Este el martes, para ver la largada de la maratón acuática Santa Fe – Coronda, deberán tener precaución al caminar por la playa. "Si alguien se encuentra con una serpiente, debe saber que no debe matarla ni dañarla, sino advertir sobre su presencia a las autoridades, para que sea relocalizada", dice Frau. "Los bichos, si no los molestan, no molestan".
Prevención
Como medida preventiva, el sábado pasado el Club Azopardo organizó una charla a cargo del especialista en serpientes del Museo de Cs. Naturales "F. Ameghino", Leonardo Leiva. El objetivo fue enseñarles a los remeros del club que navegan cotidianamente la Setúbal cómo actuar ante la presencia de una serpiente.
"Lo más importante es saber que si la persona sufrió un ataque, lo primero que debe hacer es acudir al Hospital Cullen para recibir la atención necesaria", dice Leiva, quien advierte que "en nuestra zona de islas podemos encontrar hasta 60 especies", por ello "debemos andar con cierto cuidado, porque si bien algunas no pondrían en riesgo nuestra vida, su forma de defenderse es mordiendo".
Foto: Gentileza"Son cuatro las consideradas peligrosas: la yarará grande y la chica, la cascabel y la coral", explica el especialista.
"Nunca hay que manipular una serpiente", recalca Leiva. "Porque hay tanta diversidad que no es fácil reconocer su especie". Además, "es siempre recomendable caminar por zona a donde se ve bien, a donde no hay pastos altos, para evitar pisarla, porque se camuflan y no se distinguen".
"También es recomendable mantener el pasto corto y las zonas limpias, para evitar la presencia de roedores, que atraen a las serpientes", dice Leiva, quien explica que"estamos insertos en ambientes naturales a donde habitan las serpientes. Hay que entender que son parte de la naturaleza", concluye el especialista.