"El otro soy yo", una campaña educativa para promover la donación y el trasplante
El proyecto busca brindar herramientas didácticas para abordar el tema en el aula entre docentes y estudiantes. Rescatan la empatía, solidaridad y generosidad como valores esenciales de la vida social. “La donación de órganos es un acto de amor”, resumió Ezequiel Lo Cane, papá de Justina.
"El otro soy yo", una campaña educativa para promover la donación y el trasplante
El Cudaio junto a la Defensoría del Pueblo de Santa Fe lanzaron este miércoles la campaña “El otro soy yo”. La misma promueve la inserción de la temática de la donación y trasplante de órganos y tejidos dentro del sistema educativo. Del lanzamiento participó Ezequiel Lo Cane, papá de Justina, la niña que con sólo 12 años lanzó una campaña para conseguir un donante para trasplante de corazón en 2017 y que tras una espera de 4 meses falleció.
El proyecto consiste en brindar las herramientas y el material necesario para que los y las docentes puedan desarrollar contenidos en las aulas para tratar la temática con sus estudiantes. Con una metodología lúdica y didáctica, niños y niñas de temprana edad podrán trabajar a partir de conceptos como la empatía, la solidaridad y la generosidad, valores esenciales de la vida social.
La “Ley Justina” es una norma que establece que todos los mayores de 18 años son donantes de órganos y tejidos, a menos que dejen constancia expresa de lo contrario. Justina esperó infructuosamente un corazón durante cuatro meses pero en ese lapso hubo récord de inscripción de donantes.
Instalar el tema
El acto de lanzamiento realizado en la sala Feruglio de la Defensoría, San Jerónimo 2721, estuvo encabezado por el Defensor del Pueblo de Santa Fe, Jorge Henn, junto a Mario Perichón, director del Cudaio.
“La campaña tiene que ver con el juego para interpelarnos e introducirnos al mundo de la solidaridad”, dijo Henn durante una rueda de prensa. “Nos parece muy importante que la sociedad santafesina conozca este recurso creativo que emociona y permite instalar este tema en cada hogar”.
“Cudaio siempre trabajó en la necesidad de instalar la temática de la donación de órganos en las escuelas”, dijo luego Natalia Piedrabuena, desde el área de Comunicación y Capacitación del organismo, “porque es constituirnos en personas solidarias”.
Aprender jugando
“La decisión se toma en vida para que cuando uno fallezca pueda ayudar a otros a mejorar su calidad de vida e incluso a salvarlos”, agregó Piedrabuena. La metodología lanzada este miércoles está destinada a niños de 5 a 7 años. “Creemos que la única forma de llegar a ellos con un tema tan difícil es a través del juego”.
A través de “El otro soy yo” el Cudaio capacitará ahora a los y las docentes para que tengan todas las herramientas para promover los juegos didácticos con sus alumnos. “Tendrán los conocimientos y materiales necesarios para trabajar en el aula”, dijo Piedrabuena. “La idea es que luego los alumnos introduzcan el tema en el seno familiar, en sus casas”.
“La donación de órganos es un acto de amor”, dijo Lo Cane, a su turno. “Transmitir valores, trascender y pensar en el otro, cuidarse y conmoverlo, es fundamental para aportar a la formación de los chicos”. Porque “cuando vayan incorporándose a la sociedad con responsabilidades, como ciudadanos, tengan una base de valores adquiridas”.
-¿Qué cambió la Ley Justina?
-La Ley Justina fue pensada en dos aspectos: simplificar la donación de órganos y eficientizar el trasplante. Cada uno de nosotros decide si es donante. Ya no lo decide la familia de quien falleció.