Durante enero, 60 guardavidas que desempeñan tareas en playas y parques de Santa Fe Capital participaron de una capacitación en el marco de la Ley Micaela (Ley N° 27.499), que promueve la formación obligatoria en género de los agentes del Estado.
Durante enero, 60 guardavidas que desempeñan tareas en playas y parques de Santa Fe Capital participaron de una capacitación en el marco de la Ley Micaela (Ley N° 27.499), que promueve la formación obligatoria en género de los agentes del Estado.
El curso se llevó a cabo los últimos tres lunes de enero, a través de una plataforma virtual. Además, es una iniciativa conjunta de la Municipalidad de Santa Fe, a través de la Dirección de Mujeres y Disidencias, y del Sindicato Único de Guardavidas de la República Argentina (Sugara).
Florencia Costa, subdirectora de Ampliación de Derechos del municipio, explicó que si bien se trata de una ley que debe ser cumplida, esta iniciativa "parte de una decisión política para promover la igualdad de oportunidades".
En ese contexto, la funcionaria detalló sobre el contenido que fue pensado en relación a la función que tiene que cumplir cada agente. En este caso, el curso está centrado en reflexionar acerca de "la función del guardavida, asociado a la fuerza y a la jefatura de las playas, que marcan un estereotipo que hay que derribar. También, concientizar en que todo agente del Estado debe poder estar a la altura y saber qué hacer ante situaciones de violencia de género", definió.
El contenido se dividió en tres módulos. El primero abordó dos grandes categorías como género y sexualidad. De esta manera, se desarrollaron temáticas como el paradigma de la igualdad, las disidencias sexuales, estereotipos de género y legislación argentina vinculada a la materia, además de trato digno y lenguaje inclusivo.
El segundo módulo, por su parte, desarrolló las violencias de género en su contexto, definición y tipos desde una perspectiva social. Además, dió cuenta de herramientas legales y recursos vigentes para el acompañamiento a víctimas de violencia de género, y de buenas prácticas en el abordaje de este tipo de situaciones.
El tercer módulo desarrolló las nuevas masculinidades, incluyendo categorías como masculinidad hegemónica y patriarcal, masculinidad subordinada, masculinidades alternas, machismo, micromachismos, masculinidad y violencia, masculinidad y paternidad.
Otra medida impulsada por el municipio para promover la igualdad de género en la planta de guardavidas fue la designación de cuatro "jefas de sector", las cuales dependen de la coordinación ejecutiva. El rol de las jefas es formar sus equipos y establecer los días y horarios de cada integrante del mismo, al tiempo que determinan los criterios de trabajo generales en cada uno de los espacios. Del mismo modo, resuelven las cuestiones puntuales que surgen en sus zonas.