Se escribe este viernes un nuevo capítulo en la larga historia de la casa donde nació y creció Sor Josefa Díaz y Clucellas, ubicadas en pleno centro de la ciudad de Santa Fe.
Este viernes personal de la EPE realizaba tareas para dotar de electricidad el lugar y poder instalar un puesto de vigilancia. Tras el desalojo, los “ocupas” encontraron la forma de ingresar pero su estadía era intermitente.
Se escribe este viernes un nuevo capítulo en la larga historia de la casa donde nació y creció Sor Josefa Díaz y Clucellas, ubicadas en pleno centro de la ciudad de Santa Fe.
La vivienda, construída en el siglo XIX, está abandonada desde hace mucho tiempo y en los últimos meses estaba habitada ilegalmente por personas en situación de calle. Tras un informe de El Litoral, se procedió a desalojar el inmueble y “devolverlo” a instancias del Ministerio de Cultura de la provincia.
Sin embargo, los usurpadores encontraron la manera de sortear las chapas y candados ubicados en el frente de la casa ubicada en la esquina de calles San Luis y La Rioja para poder pernoctar de manera intermitente.
Este viernes se realizó un trabajo de limpieza y operarios de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) llevaban a cabo tareas de conexión para poder dotar de energía a una garita de vigilancia que cuidará de posibles intrusiones en un futuro.
Esta casilla de seguridad fue una de las dos promesas que realizaron desde el Ministerio de Cultura tras “recuperar” la propiedad luego del desalojo policial. La otra, a largo plazo, es el nuevo llamado a licitación para, finalmente, restaurar la vieja casona.