Lucio Belfiori lleva 18 días internado en el hospital José María Cullen luego de que dos delincuentes le dispararan para robarle la moto y el proyectil ingresara por su cuello. El último viernes fue sometido a una intervención quirúrgica en la que se le realizó una traqueotomía que le permitió bajar la desación y retirarle el respirador artificial.
“Se fue alternando horas de respirador con horas de respiración espontánea, la cual fue satisfactoria y dejó muy conformes a los profesionales del área crítica y permitió ir sacándole la sedación y tuvimos respuesta de apertura ocular, de responder pequeñas órdenes simples y de a poco se va a ir evolucionando para ver qué secuelas pueden quedar”, explicó Juan Pablo Poletti, director del efector público quién agregó que “se está trabajando en la parte respiratoria porque había tenido una complicación muy importante y, por otro lado, cómo se despierta y cómo se van viendo las distintas respuestas neurológicas en un paciente tan joven”.
En esa línea detalló que Lucio Belfiori, “es un paciente que estuvo sumamente crítico, con riesgo de vida. Continúa estando con pronóstico reservado pero con otro panorama con profesionales que están conformes con la respuesta que tuvieron los tratamiento el fin de semana”.
Respecto del trabajo que continuarán efectuando en los próximos días el profesional de la salud indicó que “los estímulos se van a ir complejizando en la medida en la que esté bien despierto para ir viendo en una evolución completa neurológicamente cómo está, que es lo fundamental dado que la lesión es de ese sector al perder tanta sangre por la arteria que irriga al cerebro y entonces ver esos minutos que estuvo sin irrigar cómo se compensó por otras arterias o estructuras que permiten que- ojalá- el cerebro se recupere y que no tenga casi secuelas. Eso hoy no lo podemos decir pero tampoco podemos decir que si o si va a quedar secuelado. Son todas suposiciones y en medicina no se puede hacer eso, hay que ser pacientes”, sentenció.