Cada vez son más los estereotipos que se rompen. Los oficios y las profesiones exclusivas para hombres o mujeres se terminaron, y hoy hay claros ejemplos que lo demuestran. Uno de ellos es en los trabajos de albañilería.
Cómo fue la inserción de la mujer en un ámbito laboral tradicionalmente identificado con los hombres, en la voz de varias trabajadoras de la construcción.
Cada vez son más los estereotipos que se rompen. Los oficios y las profesiones exclusivas para hombres o mujeres se terminaron, y hoy hay claros ejemplos que lo demuestran. Uno de ellos es en los trabajos de albañilería.
Tres obreras recientemente incorporadas a la construcción de un edificio contaron a El Litoral cómo fue la inserción en un ambiente de trabajo identificado al hombre. María Florencia Scandalo dijo que se sumó a la obra tras encontrar vacantes en una página de empleos en Facebook: "Llegamos y nos recibieron en la empresa CAM. Estamos muy agradecidas y ansiosas, es una oportunidad para muchas mujeres", mencionó.
Su compañera de obra, María Florencia Cejas, recordó: "Desde la empresa, cuando fuimos a pedir el trabajo, nos dijeron que iban a sumar a las chicas para que puedan capacitarse, demostrar que somos iguales a los hombres y que podemos aprender".
Daniela Alejandra Zabala, una obrera experimentada y con recorrido en varios obradores, señaló: "Estoy hace cuatro años en la construcción y fui cambiando de empresas. Por los lugares que pasé con todos me llevé bien, y sigo teniendo contacto".
"Esta oportunidad viene de un interés de Uocra (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) por empezar a integrar a la mujer y a cambiar un poquito la vista que tiene la sociedad sobre uno de los ambientes más machistas como es la construcción. Por eso la idea es integrar a la mujer, a todos los géneros, y dar igualdad de oportunidades", precisó Ivana Carol, delegada de la Uocra.
Carol comentó que por parte de obreros les llegan los comentarios de que hay una chica que trabaja de forma informal en la obra de una casa, o que tienen parientes que tienen claro o les gusta el oficio. "Lo que hacemos es salir a contactarlas para poder integrarlas y poder ampliar el campo laboral femenino. Hay que empezar a demostrar que tenemos la misma capacidad de trabajo que los hombres", sostuvo.
Desde la empresa constructora CAM, Marcela Acker (Recursos Humanos), señaló que "no había mujeres trabajando y siempre nos gusta innovar. Sé que Gastón Pissini (de la Uocra) comentó de estas muchachas que querían trabajar en la construcción, y con nuestra mirada innovadora e integradora surgió la idea".