De la Redacción de El Litoral
En la Costa continúa la ola de robos a viviendas y preocupa el incremento de los niveles de violencia.
De la Redacción de El Litoral
Los barrios de la Costa se caracterizaban por su tranquilidad, pero en los últimos años a los vecinos no les quedó otra alternativa que vivir en guardia y en tensión constante contra los robos a través de los grupos de whatsapp y las alarmas monitoreadas. A los comerciantes del corredor de la Ruta 1 les pasa lo mismo: los asaltan con frecuencia y la mayoría de las veces a mano armada.
Es que la ola de robos no afloja en Rincón, Villa California y Colastiné Norte y esta semana se dio una situación que conmocionó a todos: un chico de 15 años, que fue capturado a la mañana por la policía luego de robar una vivienda en Villa California, junto a otro adolescente, volvió a delinquir a la tarde luego de que fue entregado a sus padres desde la Subsecretaria de Niñez (de acuerdo al marco legal vigente).
Los vecinos vienen pidiendo que se diseñe un plan de seguridad específico para la jurisdicción, que tiene características que la hacen muy diferente a otros sectores del área metropolitana.
Este robo fue el emergente en los medios de una situación diaria. En el loteo Lomas de San José, recientemente, en una semana se produjeron 10 robos. En el barrio Las Paltas en Colastiné Norte, hay cuadras en las que prácticamente todos los vecinos fueron saqueados. En el loteo La Salle, que creció fuerte en los últimos años, también tuvieron que enfrentar el mismo problema.
En diálogo con El Litoral, Roberto Romero, presidente de la vecinal Villa California, advirtió que en los últimos meses se dio una tendencia que preocupa a los vecinos: hubo entraderas a mano armada con las familias en la vivienda y asaltos a supermercados y pequeños comercios de la zona.
“Hace años que venimos advirtiendo que los problemas de inseguridad son cada vez más graves en la zona de la Costa. Por eso, el sábado 22 de agosto a las 16 nos vamos a encontrar en calle Del Sol y la ruta 1 para movilizarnos a la Plaza de Rincón y también vamos a entregar notas al municipio y al Ministerio de Seguridad de la Provincia”, contó Romero.
Demandas
Los reclamos son bien concretos. Los vecinos quieren que el municipio rinconero mejore la iluminación y la presencia en algunas zonas y que la Provincia intensifique las políticas de inclusión social —especialmente para los jóvenes y adolescentes— en las barriadas más humildes de la Costa, como la Vía Muerta en Colastiné Norte y los barrios Villa Añatí y los Espinillos en Rincón.
Al Ministerio de Seguridad de la Provincia, además de reclamarle un mayor número de efectivos y móviles en la enorme jurisdicción de la Costa, le vienen pidiendo que se diseñe un plan de seguridad específico para la jurisdicción, que tiene características que la hacen muy diferente a otros sectores del área metropolitana.
“Nadie vigila el tránsito por los terraplenes, por ejemplo, que es una vía que suelen utilizar los delincuentes para escapar”, explicó Romero. El monitoreo de las defensas y el control de la circulación también sería útil para protegerlas, detectar las cárcavas —grietas— y evitar los usos incorrectos, como la circulación de autos y animales, la acumulación de basura cerca de las estaciones de bombeo y los incendios por quema de pastizales.
Hay vecinos de la Costa que tienen un fuerte compromiso para mejorar las condiciones de seguridad. En sus barrios forman grupos de whatsapp, se reúnen para analizar sistemas de monitoreo y vigilancia —en algunas zonas ya se han implementado— y buscan tender puentes con las autoridades municipales, la policía y el Ministerio de Seguridad.
En los últimos meses, en Colastiné Norte hay una mayor circulación de las camionetas de la Guardia de Seguridad Institucional (GSI) del municipio santafesino —que se viene sosteniendo en el tiempo— y en las semanas previas a las elecciones hubo un incremento de los patrullajes de la policía que ahora es más irregular.
Pero necesitan una respuesta más eficiente de parte de los distintos niveles del Estado, un plan de seguridad para la jurisdicción y que exista el compromiso de sostenerlo en el tiempo y no solo cuando la ola de robos está en los medios.