Marcha por la marihuana desde el Puente Colgante a la plaza Pueyrredón de la ciudad de Santa Fe
Convocatoria de la organización Aupac y partidos políticos a una manifestación local coincidente con actos a nivel internacional. La posición de quienes reclaman legalizar por completo su cultivo y comercialización.
Marcha por la marihuana desde el Puente Colgante a la plaza Pueyrredón de la ciudad de Santa Fe
El sábado 6 de mayo se realizará en Santa Fe la Marcha Mundial de la Marihuana (MMM), que "desde 1999 convoca a la comunidad cannábica de todo el mundo en reclamo por sus derechos", sostienen los organizadores de la Asociación de Usuaries y Profesionales para el Abordaje del Cannabis y otras drogas (Aupac). "Se convoca a una concentración en el Puente Colgante a partir de las 15, para luego marchar a las 16:20 por Boulevard Gálvez hasta la Plaza Pueyrredón. Allí habrá un acto y música en vivo hasta las 19", añade un parte de prensa que indica que se busca "recuperar la identidad marihuanera y cultiveta, del porro y el autocultivo; una identidad condenada desde hace un siglo a la humillación, la estigmatización y la criminalización. Es una marcha que nos remite a otros tiempos, cuando ser asociado con el cannabis te convertía en un drogadicto, podía poner en riesgo tu trabajo y tus vínculos familiares, y nadie te tomaba en serio si sugerías que podría tener efectos benéficos para la salud", sostienen los integrantes de la Mesa MMM en la se encuentran representantes de Ciudad Futura, MST, Igualdad y Barrio 88.
"A pesar de los avances legislativos la marihuana sigue siendo ilegal. Muchas compañeras y compañeros cannabicultores siguen presos. Las fuerzas represivas del Estado siguen utilizando la simple tenencia como excusa para violentar a los más vulnerables. Por eso, los reclamos de esta marcha son: No más presos por plantar: sacar al cannabis de la ley penal; basta de lobby, no puede haber lucro mientras haya prohibición; reparación de derechos laborales y productivos para los más perjudicados por la prohibición; no más abusos: políticas de drogas basadas en reducción de daños y derechos humanos", dice el comunicado.
"Desde hace unos años está el Registro del Programa de Cannabis que resuelve para muchos el riesgo número uno asociado al consumo de marihuana: la policía. La clandestinidad nunca salvó a nadie y por eso -quienes pueden- lo adoptan como un nuevo piso de derechos del cual no hay que bajarse más, y desde el cual seguir luchando por la legalización y regulación integral", agrega.
De inmediato recuerda que hubo intentos por la legalización y sostiene que "estuvimos muy cerca" de obtenerla en dos oportunidades. En 2014, "pero su tratamiento fue suspendido y el debate migró por la popularización de los usos medicinales. Así, se sumó esta causa a los reclamos históricos de las marchas y del movimiento cannábico a nivel federal. Esto llevó a la aprobación de la Ley de Cannabis Medicinal en 2017, pero la marihuana siguió siendo ilegal, los compañeros siguieron presos y los cultivadores siguen esperando".
Después, en 2020, "volvimos a llevar el debate al Congreso de la Nación, esta vez yendo por todo: eliminar al cannabis del alcance de la ley penal. Allí conseguimos trabajar en conjunto seis proyectos de ley de distintos espacios políticos que se comprometieron a tratarlo en el recinto, pero nuevamente se interpuso un debate 'más urgente': la industrialización. El poder político decidió mantener a la comunidad cannábica en la clandestinidad, mientras abría la puerta para que los grandes capitales creasen un verdadero monopolio. Quienes habían producido y transmitido todos los conocimientos y beneficios de la planta por generaciones apesar de la persecución debían seguir esperando, con un arma en la cabeza, para que unos pocos instalen sus negocios privados", sostiene al tiempo que reclama: "la industria está verde, no nos dejan salir".