Gonzalo Zentner
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@gzentner
Se comunicaron con El Litoral y comentaron que hace unos meses que se repiten los robos y asaltos. Desde la vecinal aseguran que no se ven patrullajes por la zona.
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Asaltos callejeros, robos a autos estacionados a cualquier hora del día y “entraderas” en domicilios son algunas de las modalidades delictivas que sufren los vecinos del barrio Marino Comas, en el centro geográfico de la ciudad de Santa Fe. El caso del estudiante baleado la semana anterior fue “la gota que rebalsó el vaso”. Preocupado por esta situación, un vecino (que prefirió resguardar su identidad) le contó a El Litoral el panorama con el que tienen que convivir a diario.
Como caso testigo, este ciudadano usó dos robos que sufrió su familia. En cuestión de minutos y con pocos metros de diferencia el matrimonio fue asaltado. “El hecho más cercano fue el viernes por la tarde (hace referencia al 19 de mayo) cuando mi esposa estacionaba el auto. Una persona que circulaba en moto, se bajó y le sacó la cartera desde adentro del vehículo. La amenazaron simulando tener un arma debajo de la ropa. Y viste como es, uno no se puede arriesgar. A mi me robaron la notebook el mismo día, minutos después. Llegaba por otro lado, de casualidad arribamos juntos; me sustrajeron un bolso y dentro estaba la computadora”, señaló.
Luego, relató cómo vivieron el momento en el que le dispararon al estudiante en la zona de Mariano Comas y Pje. Rodríguez. “Estábamos por comer y sentimos un disparo, unas corridas y otro disparo. El muchacho tenía un susto muy grande, él vive por calle Urquiza e iba hacia la facultad. Uno de los tiros quedó en un árbol de la cuadra”, explicó.
Al mismo tiempo agregó: “Salieron la mayoría de los vecinos para colaborar con el chico, que afortunadamente pudo refugiarse en el sanatorio” (en alusión al centro médico privado ubicado en 4 de Enero y Mariano Comas).
“Tenemos miedo”
—¿Cómo se sienten en el barrio con esta seguidilla de hechos delictivos?, preguntó El Litoral a este vecino.
—Es terrible. Nos sentimos muy desprotegidos, mal y consternados. No sabemos si guardar el auto. Para sacar la basura miramos si viene alguien caminando y si observamos algo sospechoso, directamente no sacamos los residuos. Estamos todos medio igual, es un barrio muy unido.
—¿Se ve patrullaje de la policía?
—Es tierra nadie, como se dice, el ‘far west’. Tenemos miedo, todos. Hay gente grande; muchos volvemos de noche caminando o en colectivo. No podemos vivir así, es bastante complicado.
—¿Desde hace cuánto tiempo sufren episodios delictivos en el barrio?
— Veníamos de un tiempo que no nos pasaba nada. Pero estos dos o tres últimos meses, hubo un montón de este tipo de eventos. El último fue terrible: hubo balas. Teníamos intenciones de hablar con la vecinal para plantear el tema y concretar alguna reunión. Es bastante complicado el tema.
La postura de la vecinal
Consultado sobre este tema por El Litoral, Marcelo Tomas, presidente de la vecinal Mariano Comas, manifestó que “siempre hay robos” en el barrio. También contó que no se ve movimiento policial y que hasta el momento no gestionaron una reunión con las autoridades.