“¡Por fin tenemos un plato volador”!: el curioso
fenómeno que convulsionó a la ciudad en 1955
Fue a principios de enero de ese año. El planeta Venus, visible en pleno día por su brillo singular, engañó a los ciudadanos y generó una especie de “psicosis colectiva” entre miles de santafesinos, que creyeron estar en presencia de un Ovni. El diario El Orden y El Litoral reflejaron los hechos en un artículo.
Desde Diario El Orden, en tono humorístico, señalaron el día 4 de enero: “Los que aseguran haber visto un plato volador, no deben sentirse defraudados si Venus, el planeta, con su brillo singular, quiere engañarlos”. Foto: Archivo El Litoral
A finales de la década de 1940, un piloto norteamericano llamado Kenneth Arnold se encontraba a unos 90 kilómetros al sureste de la ciudad de Seattle cuando observó nueve objetos voladores extraños. Indicó que se asemejaban a “platos voladores”. A partir de la enorme difusión que tuvo la historia, el término pronto quedó incorporado en el imaginario popular.
La década siguiente, la de 1950, fue fértil en avistamientos de este tipo. Posiblemente por ese interés los estudios cinematográficos de Hollywood se hicieron eco de la temática. Con la Guerra Fría y el creciente temor del mundo occidental por los peligros del exterior como marco, gestaron filmes que fijaron definitivamente la imagen de los “platos voladores”.
"La Tierra Contra Los Platillos Volantes", película de 1956. Foto: Columbia Pictures
“La Tierra contra los platillos voladores” (1956) es el ejemplo paradigmático, pero de la misma época datan otros productos (generalmente de serie B) que trataron de reflejar el fenómeno de los Objetos voladores no identificados (Ovnis).
“Ultimátum a la Tierra” (1951), “El enigma de otro mundo” (1951) “Invasores de Marte” (1953) y “Llegaron de otro mundo” (1953) son algunos ejemplos de esta vertiente. Que tuvo una profunda penetración popular en un tiempo en el cual las películas todavía tenían masividad frente a la todavía incipiente televisión.
Cielo sorpresivo
Fue en este contexto cuando, en la ciudad de Santa Fe se produjo el aparente avistamiento de un plato volador que, a pesar de obtener una pronta explicación científica y racional, dio mucho de qué hablar a los vecinos en la calurosa jornada del lunes 3 de enero de 1955.
Al parecer, desde las primeras horas de aquel día veraniego se apreciaba en la ciudad un movimiento inusual. Eran muchos los santafesinos que, en la calle, comentaban entre sí mirando el cielo la presencia de un punto brillante que se desplazaba de “noreste a sureste”.
“¡Por fin tenemos un plato volador!” se escuchaba en los círculos de peatones que se habían formado en plena calle San Martín antes del mediodía. De esto dejó registro Diario El Orden, que se hizo amplio eco del asunto. El comentario deja traslucir que, hasta entonces, el privilegio de observar Ovnis había sido de europeos y norteamericanos.
Viralizado
Pronto la voz corrió por toda la ciudad y el “fenómeno celeste” corrió de boca en boca. Rápidamente la supuesta presencia de un “visitante” de otro mundo en el cielo se “viralizó” en tranvías y ómnibus. Los barrios se llenaron de círculos de curiosos que trataban de seguir el derrotero del punto misterioso.
Registro de Diario El Orden, 4 de enero de 1955. Foto: Archivo El Orden / Hemeroteca Digital Castañeda
La “psicosis colectiva” fue ganando espacio y después del mediodía eran millares las personas que en la ciudad se dedicaban a buscar la estrella brillante. Hasta hubo un vecino que se comunicó con los medios para explicar que había logrado contemplar una “escuadrilla de platos voladores”.
Venus más brillante
En su edición de la tarde del 3 de enero, Diario El Litoral (en cuya redacción se habían recibido numerosas llamadas denunciando la presencia de un plato volador) publicó la explicación para el fenómeno, proveniente de la Sociedad de Amigos de la Astronomía.
“Con abundancia de datos científicos, se nos ilustró que a esta altura del año, el planeta Venus se halla en la parte de su órbita más próxima al sol, siendo perceptible a simple vista, en forma de un disco plateado tenue en razón de que refleja la luz solar con mayor intensidad”, afirmó El Litoral.
Registro de Diario El Litoral, 3 de enero de 1955. Foto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda
Una explicación racional, incontrastable. Pese a todo, los santafesinos pueden jactarse de haber tenido (al menos durante los minutos en que las fantasías estuvieron a flor de piel) una versión propia de la primera parte de la novela “La Guerra de los Mundos”, de H.G. Wells.