En el marco del proyecto Memorias Urbanas Feministas, se colocó la octava baldosa en la ciudad de Santa Fe. Esta iniciativa aspira a crear un itinerario urbano específico a través de mosaicos instalados en diferentes puntos de la ciudad, a modo de huella. Así, estas marcas recuperan la historia silenciada de mujeres y disidencias locales.
El año pasado se instalaron siete baldosas. Ahora, retomando esta actividad, se radicó una más. En este caso, hace referencia al origen del movimiento de mujeres en la ciudad de Santa Fe y se emplaza en peatonal San Martín y cortada Falucho, una esquina emblemática de la ciudad.
Allí, hace más de cuatro décadas, el embrionario movimiento de mujeres realizó las primeras intervenciones en el espacio público, interpelando con el sólo hecho de colocar otros cuerpos portadores de mensajes incómodos para el orden patriarcal de la época. Poco a poco, la calle se fue convirtiendo en el escenario de disputa de sentido más categórico e insoslayable.
La directora municipal de Mujeres y Disidencias, Florencia Costa, recordó que "este es un proyecto en conjunto. Si bien son las compañeras del movimiento quienes acercan la iniciativa a la gestión municipal, este proyecto se enmarcó en las celebraciones por los 450 años de nuestra ciudad".
Siguiendo esta línea, destacó: "Este tipo de proyectos son muy importantes. Las baldosas son una oportunidad para las mujeres y disidencias que son parte de la historia, trabajando y construyendo una sociedad mejor. También es una oportunidad para que la sociedad pueda conocer la historia que no estaba contada hasta el momento".
Costa, consideró además que es "una oportunidad para que las y los santafesinos puedan profundizar, conocer y también apropiarse de esta historia y hoy más que nunca, estas baldosas representan la memoria. La memoria es una herramienta para seguir construyendo futuro, para seguir luchando, para resistir y para seguir creciendo con la sociedad".