Según el Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina 1 de cada 79 personas es celíaca. Eso se traduce en que al menos 400 mil personas padecen la enfermedad.
La norma establece la obligatoriedad de que en los locales gastronómicos haya al menos una opción para personas celíacas. Pero en la práctica eso no sucede y tampoco nadie controla.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina 1 de cada 79 personas es celíaca. Eso se traduce en que al menos 400 mil personas padecen la enfermedad.
En el año 2011 la provincia de Santa Fe adhirió a la Ley Nacional Nº 26.588, referida a la enfermedad celíaca. Entre otros puntos, el artículo cinco establece que "Los restaurantes, casas de comidas, bares, comedores, emprendimientos gastronómicos o afines deberán elaborar y tener a la venta al público de un menú mínimo para celíacos". Y ahí está el primer punto para afirmar que estas personas forman parte de una población marginada en Santa Fe: a muchos les pasa de querer reunirse con amigos o familiares en un comedor o en un bar y ver en la carta que no hay ningún menú sin T.A.C.C.
Pero eso no es todo. Quienes sí ofrecen, en su mayoría no disponen cocinas propias y entonces tienen viandas que recalientan en microondas u hornos (todo bien cerrado para evitar la contaminación). Son muy pocos los lugares en Santa Fe que tienen una cocina habilitada para elaborar alimentos aptos para celíacos y luego venderlos. Desde la Asociación de Asistencia al Celíaco filial Santa Fe (ACELA) contabilizan solamente 5 lugares exclusivos para celíacos. Entre ellos un restaurante 100 %libre de gluten en la capital provincial. El resto son panaderías y lugares que ofrecen viandas.
"La cantidad de cocinas especiales es un dato que en Santa Fe no está claro. Manejamos esa cifra por relevamientos propios. Quitando dietéticas que venden productos para celíacos, no suman con los dedos de las dos manos el número de lugares 100 % libres de gluten. Y eso que la población celíaca no es poca", afirma Maureen Papis, presidenta de ACELA. Y agregó: "Yo trato de evitar los lugares que no me dan seguridad alimentaria, o sea prácticamente todos los comedores de Santa Fe. El tema es que ahí entra a jugar el papel social porque perdés la socialización también".
Es real que disponer de cocinas especiales para celíacos en lugares gastronómicos tradicionales es una utopía, porque no solamente la persona debe consumir alimentos sin Trigo, Avena, Cebada y Centeno sino que ningún elemento de cocina puede estar en contacto con otro para "evitar contaminarse". Con ese espíritu, y también para contribuir al cumplimiento de la Ley Nacional, en 2018 se modificó una ordenanza municipal referida a la celiaquía que daba el visto bueno a la habilitación de cocinas especiales para la elaboración de menúes sin T.A.C.C. por fuera de lo locales gastronómicos. Sería como una tercerización de ese servicio. Pero aún con esa norma, en la mayoría de los lugares para sentarse a comer no disponen de una opción al celíaco.
La noticia de que un miembro de la familia es celíaco siempre es motivo de preocupación. Es que a los cuidados que deben tener con la alimentación se le suman obstáculos: precios de los alimentos sin T.A.C.C., falta de políticas pensadas para quienes tienen la enfermedad… Y lo que sucede en los peloteros a la hora de festejar un cumpleaños, por ejemplo, lo deja más que claro. Todos ofrecen panchos y snacks, nada apto para niños celíacos.
"Mi hija tiene 10 años y nunca puede comer nada cuando va a los cumpleaños. Ve a sus amiguitos comiendo y ella no puede, no es que no quiere. No puede. No puede porque su organismo no lo permite", cuenta Verónica. Y agrega: "Cuando vamos a un restaurante lo mismo: o no hay un menú o si hay llega recalentado en microondas".
El Litoral consultó al gremio que nuclea a los gastronómicos, la UTHGRA, para conocer si en algún comedor, restaurante o bar tradicional de Santa Fe hay cocinas aptas para la elaboración de productos sin T.A.C.C. Desde allí informaron no tener ese dato, pero ratificaron que todos deben ofrecer en sus cartas al menos un menú para celíacos y es competencia de la Municipalidad controlar que así sea.
Gabriel Sequeira es el Director del Área de Seguridad Alimentaria de la Municipalidad. Esta dependencia, según figura en la propia página web del municipio, tiene como función la habilitación de establecimientos que manipulen, elaboren o almacenen alimentos. También el control, fiscalización y protección de los alimentos de consumo humano "con el objetivo de procurar que se produzcan, elaboren, fraccionen, depositen y/o comercialicen alimentos inocuos en salvaguarda de la salud de la población".
Consultado sobre el número de cocinas habilitadas especialmente para la elaboración de alimentos 100 % libres de gluten dijo que "no existe tal rubro específicamente o si existe hasta el momento nadie solicitó una habilitación" y por eso no puede brindar precisiones. Derivó la inquietud a la Secretaría de la Producción y Desarrollo de la Municipalidad.
Sobre quién controla a los restaurantes que las cartas tengan incluido al menos un menú para celíacos, respondió "no es responsabilidad de nosotros controlar eso o si lo es nunca fuimos notificados".
Evidentemente existe una Ley Nacional que incluye a los celíacos, una provincia que adhirió para ampararlos pero nadie que se ocupe de controlar su cumplimiento, que es competencia municipal. Si bien es cierto que hubo muchos avances en el tema, como la inclusión de logos en los productos sin T.A.C.C y hasta una mayor variedad, aún falta mucho por hacer. Controlar y sancionar podría ser el comienzo para bregar por el cumplimiento de una ley que tiene más de una década.
Por Mónica Ritacca
Cada lector sacará sus conclusiones. Lo cierto es que ser celíaco y vivir en Santa Fe Capital no es una buena combinación. En el sigo XXI, en una ciudad donde abundan los locales gastronómicos y las personas celíacas no son pocas no puede ser que no se cumpla lo que establece una Ley Nacional a la que adhirió Santa Fe en 2011, o sea hace más de una década. Se supone que deberían existir controles, que esté garantizado ese único menú que exige la ley. En el marco del Día Internacional de la Enfermedad, donde se pide reflexionar y pensar, seamos más activos y actuemos: las personas celíacas no están incluidas dentro de la sociedad. Así se sienten y así está claro. Menos reflexiones en esta fecha y más acciones gubernamentales.