El misterio de las algas venenosas en el lago del Parque Sur y un "adivinador de futuros"
Fue en 1973. La comunidad científica local actuó para advertir sobre la "alta toxicidad" de estos peligrosos organismos, que "mataron a dos ratas albinas y un pollito", como narra la crónica de época. En ella, un experto advertía que el fenómeno iba a volver a ocurrir. Y algo similar pasó 50 años después.
El misterio de las algas venenosas en el lago del Parque Sur y un "adivinador de futuros"
Quien haya visto alguna vez Los Simpson quizás recordará el lago de Springfield, un espejo de agua con altas concentraciones de desechos y contaminación, en donde aparecen vegetaciones raras y animales "mutantes", como el simpático pececito Blinky, de tres ojos. Claro: casi todo lo que ocurre en esa serie animada es una parodia: ese lago representa la contaminación ambiental, la polución y la desidia de la gente frente a una de las mayores problemáticas globales de la actualidad. Y a veces, la ficción trastoca la realidad e invita a revisitarla.
Un viernes 21 de diciembre de 1973, hace casi medio siglo, El Litoral contaba en sus páginas un hecho que generó preocupación en la ciudadanía santafesina: en el lago del Parque "Gral. Manuel Belgrano" (Parque del Sur), se detectó un alga venenosa que no sólo llevó a clausurar el lugar, sino que movilizó de inmediato a la comunidad científica de la ciudad. ¿Qué era aquello que apareció en uno de los lugares más concurridos de la ciudad capital, y justo en pleno verano, donde la gente recurría a refrescarse?
Las miradas se posaron en el Departamento de Ciencias Biológicas de la UNL, que encabezó los análisis de rigor. El trabajo de laboratorio iba arrojando datos que encendían las alarmas. La crónica de El Litoral de aquella época daba cuenta del acceso a las investigaciones: en éstas, "se pudo verificar la existencia de algas microscópicas del género Anabaena, que a diferencia de otras algas, encierran una alta toxicidad", narra el artículo.
"Dos ratas albinas y un pollito murieron al beber (el agua del lago) o al serle inoculada. A través del microscopio, las algas encierran un grave peligro", advertía este diario a la población. "Su toxicidad es superior al arsénico" -informaba en la crónica periodística el Dr. Mullor, eminencia en la materia-, y "es mortal para las gallináceas (gallos, gallinas), los batracios (sapos), los patos y los mamíferos", alertaba.
Los funcionarios municipales de aquel entonces dispusieron la inmediata clausura del lugar, indica el artículo. "La medida seguirá en vigencia hasta que los organismos pertinentes den el informe científico relativo al buen estado de las aguas, de manera que no encierren ningún peligro para la salud de la población", se consignaba.
Archivo El Litoral Copia digital del artículo de El Litoral de 1973: Un alga venenosa cubre el lago del Parque Belgrano , era el título.
Copia digital del artículo de El Litoral de 1973: "Un alga venenosa cubre el lago del Parque Belgrano", era el título.Foto: Archivo El Litoral
La desaparición
El Dr. Mullor aseguraba en la nota que "dentro de unos cuatro o cinco días se producirá una ' lisis' total; es decir, que las algas desaparecerán por desintegración biológica. Pero -pronosticaba-, "se producirá la sedimentación de algunos pocos esporos que sobrevivirán, y dentro de 20 ó 30 años se reactivarán, produciendo un fenómeno similar al actual".
¿El Dr. Mullor era un "pronosticador de futuros"? Probablemente sí: es que el 27 de enero de 2019, mucho más aquí en el tiempo, este diario publicaba la noticia de que el agua del lago del Parque Sur estaba en una "lenta e irreversible descomposición".
Lo que había en el lago se llama geosmina, "que no trae problemas a la salud salvo el mal olor. Pero algunas algas emiten compuestos que sí son tóxicos y pueden producir (...) inconvenientes estomacales, hepáticos, renales; e incluso han causado hasta la muerte" en humanos, explicaba Luis Kieffer, investigador jubilado de la Fich/UNL.
"La descomposición del agua del Parque del Sur puede llevar unos cuantos años, hasta que las algas venzan al agua", señalaba Kieffer en el artículo publicado en este medio.
Entre el lago contaminado de Springfield, un doctor en Ciencias Biológicas que adelantaba lo que pasaría muchas décadas después y las aguas en descomposición del lago hace tres años -con algas que despedían componentes tóxicos-, sólo resta dejarse llevar por la imaginación y permitirse creer que, quizás, las ficciones a veces tienden a mezclarse (por similitudes) con los hechos documentados. Lo mismo con un tiempo pasado y con otro más actual. Las tintas centenarias de El Litoral están vigentes para seguir develando estos curiosos puntos de contacto.