Las letras que identifican a la ciudad capital en plena Costanera oeste, el tono del papel en que están impresos los tributos y el fondo de la página web de la Municipalidad tienen algo en común: el color verde. ¿Verde por la naturaleza? No solamente: “Lo que nos pidió el intendente es convertir a esta en una ciudad sostenible en todos los planos: ambiental, pero también económico y social”. Lo afirma el secretario de Ambiente Edgardo Seguro que desde el 12 de diciembre integra el equipo de Emilio Jatón, luego de participar en la anterior gestión provincial como subsecretario de Gestión Ambiental.
Su cartera cuenta con una dirección ejecutiva de Cambio Climático y Sostenibilidad, a cargo de Valeria Torres. “El eje está puesto en esas cuestiones: en el ambiente pero reconociéndonos en un contexto de cambio climático que, en alguna medida, se ha agravado, y la sostenibilidad como un concepto más amplio, en el que incluimos tanto lo natural como lo social y económico”. Y todo se vincula con una capital de provincia que es “en un 70 %, un humedal. Lo que pasa es que solemos tenerle miedo”.
- Por las inundaciones, Hemos amurallado la ciudad para evitar la entrada de agua y eso de alguna manera nos ha sacado la idea de que vivimos en uno de los lugares más naturales que tiene el país. El 70 % de su territorio está compuesto por humedales de altísimo valor biológico, y tiene visitantes todo el año para ver esa riqueza. Hay razón para tenerle miedo al agua, pero hemos perdido esa otra visión, salvo cuando nos empezamos a volcar, como espacio único para la mayoría, a la zona más consolidada que es la Laguna Setúbal. Nuestra idea es recuperar la visión del Salado que tiene un altísimo valor biológico.
- La diferencia entre el desarrollo de la zona de Salado y la Setúbal es una expresión más de la desigualdad: en ésta tenemos playas, guardavidas, y allá no hay nada de eso.
- Es algo que le preocupó mucho al intendente Emilio Jatón, quien nos convocó a trabajar con el concepto de integración para que las personas puedan vivir y desarrollarse sin tener que trasladarse todo el tiempo a un lugar. Porque si no, es insustentable hasta la economía del carbono. Tenemos un amplio sector de costa con un alto valor patrimonial, histórico, recreativo, turístico y económico, y otro sector donde están los reservorios que nos protegen de lo otro; es un área de altísimo valor en cuanto a las contingencias y tenemos la oportunidad de trabajar en la integración de ambos.
- ¿Es un proyecto concreto?
- La Municipalidad tiene un proyecto muy amplio que integra a las 14 secretarías y áreas de gobierno en planes de integración, y el área del oeste es primordial, justamente por esta desigualdad que marcamos y porque tiene recursos naturales muy importantes. La reserva natural del oeste, que se podría inaugurar este año si logramos terminar el Vivero de Sitio y otras cuestiones, nos va a permitir contar con un área de recuperación. Allí se hicieron los reservorios que son intervenciones dentro del valle de inundación, tenemos la defensa pero además está la oportunidad -en la medida en que protegemos ese reservorio- de empezar a integrarlo con nuestra flora. Y la fauna va a llegar sola porque es su hábitat. Tenemos que integrar a ese cordón que hoy prácticamente vive del reciclado. Uno de los objetivos es incluir en ese circuito el complejo ambiental que para nosotros no es solo un relleno sanitario, aunque hasta ahora funcionaba como tal.
- ¿Cuál es la diferencia entre complejo ambiental y relleno sanitario?
- En un relleno sanitario vamos a descartar todo lo que podemos y lo vamos a enterrar; vamos a pagar por eso y nos va a costar muchas hectáreas cada diez años para mantener las 500 toneladas diarias que descarta la ciudad. La idea del complejo ambiental es fortalecer su planta de clasificación, que hoy rescata muy poco valor por cómo la ciudad se planteó la separación en origen, una tarea que después de muchos años ha quedado en la mente de algunos, nada más. Estamos trabajando en un programa que se llama Ecobarrios, que va a comenzar con Candioti Sur y Jardín Mayoraz para hacer una separación en origen con recolección diferenciada puerta a puerta. Vamos a invitar a las personas a sacar los residuos secos en contra de los horarios en que lo hace habitualmente, a través de camiones municipales con destino directo, sin compresión, al complejo ambiental donde está la planta de separación.
- ¿No es como empezar de cero? ¿La separación de residuos en origen no está ya en toda la ciudad?
- La planta de separación está preparada para recibir 120 toneladas diarias de material seco. La ciudad saca todos los días 500 toneladas de residuos, pero si no están bien separados, se descomponen y generan lixiviados (líquido que decanta de la propia basura, tiene mal olor y es contaminante). Como todo eso se mezcla, el valor que rescatan es de menos del 2 % y el resto es improcesable. Hoy se recolectan residuos secos los días lunes y jueves, pero si la gente ve el mismo camión que lleva la misma bolsa de su vecino que no separa, tampoco lo hace. Con Ecobarrios vamos a hacer lo mismo pero en horario distinto, una bolsa diferente y otro camión para que ese residuo llegue seco y sano. No es muy normal que una ciudad recolecte 6 días a la semana y en algunos lugares de la ciudad dos veces por día. Eso lo vuelve al sistema sumamente costoso y no más eficiente.
- ¿El sistema que plantean les permitiría ahorrar costos?
- No es el objetivo; el objetivo es mejorar. Se hicieron pruebas en estos meses con recolección en días festivos (Fiesta de Guadalupe, 1° de enero, 25 de diciembre) en dos parques y dos playas que fueron receptores de actividades del Programa Verano Capital: en un solo día y de un solo parque, se rescató una tonelada de residuos porque la gente empezó a llevar hasta lo que tenía en su casa, sumando más de 15.000 kilos durante enero y febrero Esos lugares van a quedar como puntos limpios fijos con campanas identificables. En las dos postas veterinarias -Instituto Municipal de Sanidad Animal y el Botánico- están las campanas para que las utilicen quienes llevan a atender a sus animales de compañia
También se están previendo puntos limpios en distintos barrios con unidades móviles. Todas estas medidas tendrán un gran efecto para la Asociación Dignidad y Vida Sana, que está a cargo de la Planta de Clasificación del complejo ambiental porque podrá recibir materiales secos de alto valor. Fue histórico lo que vendieron en enero y febrero, luego de la experiencia en playas y parques, de la que ellos también participaron.
- Mientras tanto, ¿qué vida útil tiene el relleno sanitario?
- El predio tiene potencialidad para varios años más; sobre fin de este año terminan los 10 de operación y tiene una extensión automática de dos años. Más allá de los dos años extra establecidos en el pliego, la Municipalidad solicitó una extensión de la altura y eso, más el área que tiene, permite cumplir con el plazo de 10 + 2. Por otra parte, después de haber recorrido el país y la provincia, creo que este es uno de los mejores rellenos; opera dentro de las normas, tiene planta de tratamiento de líquidos lixiviados, planta de recuperación y un control estricto sobre la operación de la empresa.
Por otra parte, llegamos a un acuerdo con la operadora para generar un par de circuitos educativos porque estamos convencidos de que hay que dar vuelta la pirámide: podemos invertir mucho en infraestructura y nada en educación, y entonces habrá que invertir cada vez más en la primera.
500 toneladas diarias de residuos se generan en la ciudad de Santa Fe.
2 % es lo que se puede recuperar de los residuos secos que llegan a la planta de clasificación.
210 reclamos diarios se recibían en diciembre por residuos. Ahora son 60.
200 minibasurales existen en la ciudad
- ¿Cómo piensan invertir en educación?
- El plan es hacer dos circuitos dentro de la planta: uno se va a llamar Circuito de Residuos donde se podrá ver el ingreso de los camiones, pesaje y control; en la planta de reciclado hay un SUM que está en reparación y queremos que integrantes de la Asociación ofrezcan allí una charla introductoria. Después, los visitantes irán a la planta de reciclado y podrán recorrer el frente de trabajo del relleno sanitario. Para los ingenieros es impactante ver cómo estamos trabajando y para otras personas es horroroso ver todo lo que descartamos por día. Además habrá un circuito seguro para que lleguen al extremo superior del relleno. Es impactante subirse a una montaña de basura pero así la persona puede entender todo lo que descartamos. Desde su base, la altura del relleno es de unos 20 metros en un área de casi 10 hectáreas. Desde allí se podrán ver, para un lado, el humedal y la naturaleza, y para el otro, lo que hacemos con la basura.
El segundo circuito será el Camino del Agua. Cuando llueve, el agua penetra entre los residuos y genera lixiviados. Allí se podrá ver cómo se extraen, se llevan a la planta de tratamiento, se depuran y desinfectan, y se vuelcan al Salado.
El circuito completo va a estar listo sobre fin de año, pero vamos a pedir que se habilite por tramos. También se va a trabajar con los jardines municipales e instituciones escolares en el tema de residuos, y se va a capacitar a la gente para que haga compostaje en sus domicilios, de manera que saque cada vez menos basura y que lo que saque sea reciclable. El objetivo es llegar a una economía circular de los materiales.
- ¿El tema residuos es prioridad en su gestión?
- Prefiero decir que lo es el ambiente y la sostenibilidad. El tema residuos permite abordar múltiples trabajos en una ciudad, porque va desde el consumo sostenible a la producción más limpia, separación en origen y compostado, en un contexto en que convivimos con lo que compramos, consumimos y descartamos para volver a comprar.
Pero cuando hablamos de reciclado y descarte lo hacemos desde los barrios consolidados y olvidamos que hay muchos ciudadanos que trabajan en sacarnos esos residuos y darles valor. Hay mucha economía informal que vive de eso: estamos trabajando junto a carreros y cartoneros en programas de inclusión. En un barrio formal el recolector pasa, también el barrendero, si no se llevaron la basura llama al 0800, y mantenemos un sistema donde la gente descarta sin ninguna conciencia: son 6 días de recolección y 6 días de barrido en la misma calle, y uno se pregunta: ¿yo en mi casa haría eso, barrería todos los días después de tirar los residuos al piso? Tenemos que rever nuestra idea de recolección en esos otros barrios y la capacidad de resolverlo está en las economías sociales, no en las grandes empresas.
- ¿Hay minibasurales en la ciudad?
- Más de 200 y también hay algo que no se decía mucho y es que las mismas empresas tienen a su cargo el mantenimiento de microbasurales incluido en el pliego que es del año 1996. Y si hablamos de dengue, hantavirus y leptospirosis no deberíamos tener microbasurales. Eso ocurre por múltiples factores: “descarto porque no pasa el camión”, descarto porque “soy una empresa y no quiero pagar como los grandes generadores”, porque “trabajo de esto y no se donde tirarlo”. Hay una ordenanza que impulsó Emilio cuando era concejal para instalar terminales verdes, contrucciones adaptadas a la clasificación de las cooperativas y los cartoneros independientes. Van a ser los únicos lugares que vamos a permitir y tendrán también una posta sanitaria para que, además, lleven a controlar a sus animales de compañía: perros, gatos y caballos. El objetivo no es perseguir a quienes hacen este trabajo sino dotarlos de condiciones para que lo hagan en forma correcta y que no necesiten de animales.
- ¿Hay presupuesto para todos estos proyectos? Hace pocos días se aprobó la ordenanza en el Concejo Municipal.
- Es un presupuesto austero porque el intendente tomó la conducción con una deuda muy grande que supera los 1300 millones de pesos, de la que un gran porcentaje es en concepto de residuos. Nos tenemos que hacer cargo de lo que va para atrás (la deuda) y lo que va para adelante (el pago al día del servicio). El costo de recolección mensual es muy alto; y es un pliego muy viejo del año ‘96, que se fue renovando. Estamos trabajando en la verificación del servicio, todo el sistema de recolección está controlado por GPS y se paga por las cuadras por las que se hace recolección. Todos los reclamos llegan al 0800 (777-5000) y en la última quincena de 2019 llegaron a ser 210 por día, mientras que ahora estamos en un promedio de 60 ó 65.
Mientras tanto, estamos poniéndonos al día con el servicio mensual que por 9 meses no se pagó. Son cuatro empresas, las dos recolectoras, la que opera el relleno sanitario y la que está a cargo del software de control a través de GPS. Después se va a evaluar la deuda hacia atrás.