La Municipalidad de Santa Fe licitó la segunda etapa de Camino Viejo
Se trata de trabajos por más de $ 1.000 millones para reducir el riesgo hídrico en esa zona de la ciudad y concretar una mejora histórica en la calidad de vida de los vecinos. Además, se informó que en breve se inaugurarán las tareas correspondientes a la primera etapa.
Tal como lo adelantara el intendente Emilio Jatón hace poco más de un mes, la Municipalidad consiguió el financiamiento nacional para una segunda etapa de obras en Camino Viejo, enmarcadas en el Plan Integrar. Este viernes se concretó la licitación de trabajos hídricos, más precisamente, aquellos que consisten en la ejecución del desagüe pluvial colector y la descarga correspondiente.
En la licitación de este viernes se presentaron cinco oferentes: Obring, Edeca, Mundo Construcciones, Winkelman y Boscarino. Ahora los equipos técnicos trabajan en la evaluación de las propuestas para definir la adjudicación. Además, desde la Municipalidad confirmaron que el plazo de ejecución previsto es de 25 meses.
“Estamos contentos por la licitación de la segunda etapa de la obra de Camino Viejo a Esperanza. Estamos hablando de una obra hídrica y civil histórica para el noroeste de la ciudad de Santa Fe. Vamos a invertir más de 1100 millones de pesos para el entubamiento y la estabilización vial de 2 km en un área muy postergada; de una de las fronteras y divisiones que tiene nuestra ciudad”, explicó el intendente Emilio Jatón
Y remarcó: “Lo dijimos desde el primer día, vinimos a integrar Santa Fe, vinimos a pensar las obras desde cada barrio para mejorar la calidad de vida de todos los vecinos y las vecinas de Santa Fe Capital. Hoy, con esta obra, estamos cumpliendo nuestra palabra. La confluencia de Camino Viejo y el desagüe Espora –que es otra obra que habían dejado sin terminar y nosotros reactivamos– va a posibilitar reducir el riesgo hídrico de toda la cuenca Flores, que impactará en 150 mil santafesinos ”.
Gentileza Municipalidad de Santa Fe D.R
Foto: Gentileza Municipalidad de Santa Fe
Las tareas tienen un presupuesto oficial superior a los mil millones de pesos, por lo que al municipio le resultaría imposible afrontarlas con recursos propios. Pero, a sabiendas de lo importante que resulta una obra de esta magnitud para los vecinos, la administración municipal inició conversaciones con autoridades de los gobiernos provincial y nacional. Así se consiguió el financiamiento, a través del plan Argentina Hace II para la primera etapa que está hoy por inaugurarse y, a través del Fondo Hídrico Nacional para la segunda etapa que está a punto de licitarse. Gracias a este aporte, pudo completarse la primera etapa de obras que está próxima a su inauguración. Y la idea es sumar nuevos barrios y nuevas planificaciones.
Mejora integral
Para el caso de Camino Viejo en su segunda etapa, los nuevos trabajos consistirán en entubar el desagüe actual para conseguir un superior escurrimiento del agua de excedentes pluviales, así como entubar el tramo del conducto Risso que hoy también funciona a cielo abierto. De este modo, se mejorará la situación hídrica en toda la Cuenca Flores, que tiene una superficie de 887 hectáreas. En ese sentido, se verán beneficiados más de 14 mil vecinos de barrio Transporte, Belgrano, Pompeya, San José, Las Flores, 21 de Octubre, San Martín, Scarafía, El Tránsito, Juana Azurduy, Juventud del Norte, Santo Domingo y Las Lomas, que actualmente padecen inconvenientes ante lluvias convectivas.
Actualmente, durante eventos meteorológicos de magnitud, el canal recibe los aportes de los colectores Larrea, Ayacucho y Guanella limitando el drenaje y extendiendo los tiempos de retardo. Otra complicación se suma al analizar el material que compone el zanjón: se trata de taludes empinados e inestables que sufren constantes desmoronamientos y erosiones con las lluvias. Esto provoca un progresivo ensanchamiento del canal, perjudicando el paso por Camino Viejo, único corredor que une a los barrios del área. A ello se suma el perjuicio que ocasiona la acumulación de basura, volcada en las alcantarillas de cruces, generando taponamientos constantes.
Según se informó desde el municipio, la complejidad de las tareas impone un plazo de ejecución superior a los dos años. No obstante, se trata de obras que requieren un pronto inicio para mitigar el riesgo hídrico en todo el cordón noroeste de la capital provincial. Vale recordar que esa zona evidencia el constante crecimiento de los asentamientos informales, ante el déficit habitacional existente. Por lo tanto, es menester concretar obras de infraestructura que mejoren la situación urbana, ambiental, habitacional y social.
Por ello, como final de obra, se agregará el ripiado y la construcción de cordón-cuneta en 1500 metros, desde calle Larrea hasta la Estación de Bombeo N° 5.
Gentileza Municipalidad de Santa Fe D.R
Foto: Gentileza Municipalidad de Santa Fe
La segunda etapa
Los vecinos de Camino Viejo ya experimentan los cambios en la zona, diagramados por la Municipalidad a través del Plan Integrar. En poco tiempo quedará formalmente inaugurada la primera etapa de obras que incluyó el nuevo bulevar sobre calle Menchaca, a lo largo de 700 metros, con cantero central, ciclovía y veredas, y desagües pluviales y cloacales. El intendente Jatón reconoció que era una vieja deuda de la ciudad con los vecinos esa zona, pero también mencionó que fue necesario crear los programas, diagramar los trabajos y buscar el financiamiento necesario tanto con la provincia como con la Nación.
Con estas mejoras, el municipio avanza en generar condiciones de integración social y urbana de calidad, particularmente en las zonas más vulnerables, como es el caso de los barrios ubicados en el noroeste de la ciudad. Estas acciones se enmarcan en el Plan Integrar, a través del cual se priorizaron barrios de la capital santafesina que presentan marcadas deficiencias. El objetivo es reducir los niveles de desigualdad que atraviesa la capital provincial en su conjunto y, para ello, es necesario mejorar la infraestructura de muchas barriadas, para que todas estén en igualdad de condiciones.