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La problemática la puso en foco el ingeniero Horacio Loyarte, quien planteó la necesidad de contar con un lugar para el tratamiento de este tipo de residuos. Desde la secretaría de Ambiente y Espacios Públicos de la Municipalidad, el secretario Mariano Cejas habló sobre la iniciativa y sus dificultades.
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“Hoy en día hay pocos lugares en los que se le de un tratamiento responsable a la basura electrónica. Por lo general, terminan en rellenos sanitarios con todo el peligro que eso conlleva”, planteó Horacio Loyarte, director de la carrera de Ingeniería en Informática de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH).
En la ciudad, la Secretaría de Ambiente y Espacios Públicos de la Municipalidad propone avanzar con la separación de residuos —que hoy está dividida entre húmedos y secos—, estableciendo una nueva modalidad en la que se implementaría un camión recolector. Este proyecto prevé darle un tratamiento a la basura electrónica para su recuperación y reciclaje. “La idea es generar un circuito en donde estén contemplados todos los eslabones: la generación, recepción, posibilidad de recuperar y reciclar materias primas y una adecuada deposición final”, aseguró Mariano Cejas, quien está a cargo de la Secretaría de Ambiente y Espacios Públicos de la Municipalidad.
Cabe destacar, que el consumo de ese tipo de aparatos, en su enorme mayoría diseñados para que duren un tiempo determinado y luego dejen de funcionar (principio de obsolescencia) es cada vez mayor, lo que genera un aumento incesante del volumen de residuos.
La recolección y deposición de este tipo de residuos es un problema a nivel mundial porque no tiene la misma degradación que otros materiales. Si bien en la Argentina se genera un cuarto de la basura electrónica, en comparación con la cantidad que produce un habitante de un país desarrollado; en Santa Fe no existen procedimientos de descarte de remanentes electrónicos.
“Hay muchos componentes, como los monitores, que son nocivos para la salud y que no tienen ningún tipo de tratamiento”, advirtió Loyarte. Por eso es que se necesita un lugar que reúna las condiciones solicitadas para llevar a cabo esta actividad como la normativa lo indica.
Una de las dificultades con las que lidia la Secretaría de Ambiente y Espacios Públicos, es la de encontrar un lugar que esté habilitado para realizar la recolección diferenciada y que se le pueda dar un tratamiento adecuado para su deposición final. “Dado a que aún no dimos con un lugar habilitado, estamos pensando en alternativas de cómo ir ubicando este tipo de residuos y cuál sería su próximo destino”, manifestó Cejas.
Iniciativas perdidas en el tiempo
En el 2009 surgió el programa “Recuperando futuro”, un proyecto con una planta piloto que tenía el principal objetivo de mitigar los efectos de la contaminación causada por esos desechos electrónico (como celulares, televisores, computadoras, impresoras o calculadoras). En el proyecto trabajaron una veintena de chicos en riesgo social. “Ellos eran los operarios que debíamos entrenar para hacer la separación de componentes”, aseguró el ingeniero Loyarte.
En cuanto al balance que se realizó sobre lo trabajado en ese período dijo: “Logramos detectar que un 70 % de lo recolectado era reciclabe porque contenía materia prima de calidad, como por ejemplo, hilos de cobre”.
“Pero en el 2010 se cortó el subsidio que teníamos con el que le pagábamos las becas a estos jóvenes y al no haber financiamiento perdimos la fuerza de trabajo para seguir haciendo la separación de componentes”, contó el especialista, quien formó parte del proyecto.
“La verdad es que es un problema que se podría solucionar si hay voluntad política y se necesita de un mínimo esfuerzo económico”, concluyó Loyarte.