Miércoles 23.12.2020
/Última actualización 7:13
En los últimos dos meses, en Santo Tomé se desarrolló con mucho entusiasmo y verdadero sentido de la creatividad una iniciativa que tiene estrecha relación con el trabajo solidario, la participación comunitaria y las fiestas navideñas. Se trata de la propuesta denominada "Navidad sustentable", una actividad impulsada por el municipio santotomesino en el marco del Programa Ciudad Limpia y difundida bajo el lema "¡Sumate!".
El Litoral dialogó con Jaquelina Friera, directora de las áreas de Participación Ciudadana y Relaciones Institucionales de la Municipalidad de Santo Tomé. Estas dependencias están a cargo del emprendimiento, en forma conjunta con el área de Juventudes, que coordina Cecilia Gómez. El proyecto consistió, básicamente, en impulsar la creación de arbolitos navideños construidos con material plástico reciclado.
Una de las actividades desarrolladas por el área de Participación Ciudadana es el eco canje, por medio del cual los vecinos acercan distintos elementos, como papel cartón, aluminio y vidrio, limpios y separados. "Durante el desarrollo de esas actividades, mucha gente se acerca y nos pide que también recibamos envases de plástico descartable, porque no tienen adónde llevarlos y nosotros no conseguíamos un destino seguro para que ese material no llegue a la basura común y mucho menos al río", describió Friera.
A partir de este eje de acción, vieron la alternativa de trabajar con ese material. Y el éxito fue tal que en una sola semana recolectaron más de 3.000 envases plásticos. "Estaba todo ese material sin un destino seguro, pero se lo podíamos dar nosotros por medio de una propuesta que tenía que ser creativa y hasta entretenida, ante una situación como la que se padece y en un año que ha sido realmente muy triste, con la situación económica agravándose cada día y afectando a muchas familias", amplió.
Gentileza Primer plano de los adornos. La creación de los mismos quedó en manos de los vecinos.Primer plano de los adornos. La creación de los mismos quedó en manos de los vecinos. Foto: Gentileza
Luego, Friera explicó que la idea original había sido trabajar todo el año con esta propuesta, pero al promediar marzo tuvieron que postergarla por la pandemia. La pudieron retomar recién en noviembre, cuando empezaron con varias áreas del municipio a difundirla, a través de una amplia convocatoria de los vecinos, a través del nexo que tienen con las instituciones intermedias y organizaciones barriales.
"Teníamos esta propuesta, entonces empezamos a ver cómo direccionarla? Entonces, surgió la posibilidad de lanzar una estrategia a nivel de las redes sociales, que los interesados llamen y se contacten, especialmente a las instituciones, los merenderos y los referentes barriales, porque entendemos que son el mejor enlace con la gente del barrio, incluso para articular el trabajo que cada uno puede hacer desde sus casas", se explayó. Así fue como empezaron a darle utilidad a todo el plástico recolectado, con una iniciativa "que tuvo muy buena repercusión en la comunidad santotomesina", subrayó la funcionaria.
Friera comentó que, en realidad, "Navidad sustentable" cuenta con un antecedente válido en la localidad de Franck, "una experiencia cercana en la que basarse", dijo. "La intención al principio era ésa, reunirnos con ellos para tener un mayor conocimiento de cómo emprender la propuesta y cómo hacer las cosas, pero un rebrote de casos en Franck impidió que se reunieran con nosotros", aclaró.
Entonces comenzaron a trabajar observando tutoriales para interiorizarse de cómo elaborar con materiales reciclados los elementos que se necesitan para lograr el clásico árbol de Navidad, con sus adornos y los complementos más tradicionales. "El árbol es un elemento simbólico, que se dimensiona con la llegada de diciembre, las fiestas navideñas y la temática de la Navidad. Teníamos el recurso humano y el material, sólo faltaba idear la manera de llevar a cabo lo que habíamos pensado", concluyó.
Simple, simbólico y práctico
Consultada por el modelo de árbol en el que se basaron para hacer el que terminó sirviendo de base para esta propuesta, Jaquelina Riera manifestó que buscaron algo que fuera "simbólico y práctico, ya que la gran mayoría de las personas tiene incorporada la imagen del árbol de Navidad como uno de los elementos más tradicionales y sobresalientes de las fiestas". A partir de allí, dijo, se pensó en "una estructura básica, simple, para que la puedan hacer todos, desde los más chicos hasta las madres".
Así surgió un modelo que tiene una estructura tubular de hierro en el centro, con un aro en la base y otro al final, de diámetro menor, para que una vez dispuesto con el alambre y las botellas de plástico tome la forma de cono, que es la que más se adecua a una de las composiciones tradicionales y clásicas que el imaginario colectivo tiene de un pino navideño.
Esas estructuras fueron realizadas por el herrero de la Municipalidad de Santo Tomé y la cooperación del área de Servicios Públicos. El municipio las puso a disposición de aquellos interesados en sumarse a esta iniciativa, junto con el alambre, al que se le van introduciendo las botellas plásticas, las que quedan armadas en el cono como guirnaldas.
El modelo base ofrecido tiene dos metros de alto, una altura que fue pensada -en definitiva- para que cualquiera pueda armarlo. Una vez entregada la estructura básica, la decoración y puesta a punto final del arbolito quedó en manos de la creatividad y el ingenio de quienes lo armaron.