Martes 4.10.2022
/Última actualización 5:09
Los barrios Candioti Sur y Norte representan el espacio geográfico de la ciudad en donde más ha crecido en los últimos 10 años la oferta gastronómica nocturna. Si se toma en el mapa un radio comprendido entre calles Juan del Campillo al norte, Pedro Vittori al oeste, Calchines al sur y Avellaneda al Este, se pueden contabilizar al menos 50 locales vinculados con la gastronomía y la recreación, entre bares, restaurantes, centro de eventos (Estación Belgrano) y clubes donde la noche también tiene lugar.
Entonces, estas áreas del ejido urbano (que deben coexistir con este boom gastronómico) son quizás las más directamente involucradas por el Mensaje de Nocturnidad y Esparcimiento que impulsa el municipio para ordenar las actividades nocturnas en la ciudad, y que está en pleno debate. Representantes de ambas vecinales se reunieron con los concejales santafesinos, en la segunda reunión de la ronda de consultas con los actores involucrados con este tema.
Cabe recordar que locales nocturnos que están dentro de ambos barrios entran básicamente dentro de la Categoría A ("Bares, restaurantes y afines cuya actividad principal es el servicio de bar o restaurante"); Categoría B ("Bares, restaurantes y afines con posibilidad de música en vivo y/o baile del público, con aforo máximo permitido de hasta 80 personas"); y Categoría C ("Bares, restaurantes y afines con posibilidad de música en vivo y/o baile del público, con aforo máximo permitido de hasta 200 personas").
Tras la reunión, todos coincidieron en que el encuentro fue "muy productivo" y permitió "acercar posiciones y escuchar aportes" que podrían enriquecer el texto final del mensaje. Pero desde las vecinales, las propuestas para mejorar la futura ordenanza son muchas, y sí: hay puntos de controversia: por ejemplo, el respeto a los horarios de cierre de los locales, el "uso abusivo" -en algunos sectores puntuales- del espacio público, la necesidad de un estricto control municipal e incluso el rol de los balcones gastronómicos.
La reunión entre concejales y vecinalistas tuvo lugar en la Sala Zapata Gollán del Concejo.Horarios y balcones
"Nosotros, junto a Candioti Norte, determinamos lo que a nuestro criterio son los puntos conflictivos de la nocturnidad. Marcamos primero los horarios de cierre. Durante la semana, se permite a los locales gastronómicos funcionar hasta la una; pero luego viene la parte de levantar las mesas, y con todo ello el movimiento se termina a la 1.40 ó 2 de la madrugada. Habría que establecer un horario de cierre de cocina anterior al cierre del local", dijo Elsa Fernández, de la vecinal Candioti Sur.
El otro eje es el de los balcones gastronómicos. La ordenanza que regula estos decks sobre las calles fue aprobada en la pandemia para darles un "poquito de aire" a los empresarios. "Pero a esa norma hay que reverla, porque no creemos pertinente que se autorice la colocación de balcones en cualquier lugar. En la mayoría de las veces, los balcones avanzan más en dimensiones de lo permitido. Y hay cuadras que tienen dos o más balcones", observó la vecinalista en diálogo con este diario.
Multas y control
"Creemos que hay que subir las multas por contravenciones dentro de las actividades nocturnas. Y el control es otra cuestión clave: si no hay un buen control municipal, es imposible implementar una ordenanza de nocturnidad. Debiera haber un Cuerpo de inspectores asignados específicamente para controlar lo que pasa en la noche, con un buen presupuesto", consideró Fernández.
Por otro lado, la vecinalista advirtió que se han otorgado muchas habilitaciones provisorias a locales nocturnos. "Y lo provisorio termina siendo para siempre". Y dio una descripción: "Hay noches en que Candioti es un caos", al tiempo que localizó algunos sectores conflictivos: Bv. Gálvez y San Luis, Rep. de Siria y Castellanos, Balcarce frente a la Plaza Pueyrredón. "Allí notamos que hay una apropiación del espacio público; incluso en la plaza se ponen mesas para clientes".
Aforos y prefactibilidad
Para Gabriela Fiameni, de la vecinal Candioti Norte, las "aristas controversiales" del mensaje sobre nocturnidad pasan primero por los aforos para cada local y la forma de calcularlo. "Es decir, no se estipula en el mensaje si se tendrán en cuenta las veredas y los balcones gastronómicos para determinar la cantidad de gente máxima permitida", expresó la vecinalista.
Por otro lado, en el mensaje de nocturnidad se alude a un monitoreo sonoro permanente a cargo de los titulares de locales donde se ponga música y haya bailes, que a su vez deberán insonorizar las instalaciones. "Pero no se especifica cómo se va a medir el sonido, de qué manera se va implementar, con qué aparatos".
Por otro lado, "vemos en algunos casos un uso abusivo del espacio público. Entonces, tiene que garantizarse que un peatón pueda cruzar por una vereda (donde hay bares) sin ningún obstáculo", añadió Fiameni.
Hay un aporte más que sumaron desde Candioti Sur y Norte, y que es establecer un estudio de prefactibilidad: "Que la Municipalidad brinde un servicio de análisis de prefactibilidad para la apertura de un nuevo local nocturno. Esto quiere decir que para aquel inversor que quiera instalar un bar, por ejemplo, el municipio le realice un estudio que determine si es factible o no instalar en ese lugar, por los eventuales problemas que podría generar con los vecinos o por la cercanía con centros de salud, por caso. De esta manera, el empresario tendría un resguardo", dijo Fiameni.
Además, ambas vecinalistas solicitaron que se prohíban las cocinas, parrillas y hornos que se instalan hoy en bares y restós sobre las veredas y el asfalto para cocinar, "ya que no se respeta ninguna norma bromatológica. Y no se tiene en cuenta los desechos, puesto que la grasa de lo que se cocina cae directamente en los desagües pluviales", cuestionó la referente de Candioti Norte.
"Ceder un poquito"
Luego de la reunión, el presidente del Concejo, Leandro González, declaró a la prensa que la idea de la ronda de consultas es "escuchar la todas las voces para tener la mejor herramienta legislativa posible". La nocturnidad "es una temática compleja que hace a la convivencia en la ciudad, y que tendrá que encontrar que cada uno de los sectores ceda un poquito, como para así encontrar puntos de entendimiento y acuerdo".
"Se trata de encontrar un punto de equilibrio -prosiguió el concejal- entre la ciudad que crece, que se desarrolla en el rubro gastronómico, que tiene muchos espacios para el esparcimiento, y el derecho de los vecinos de contar con una convivencia sana. Ése es el gran desafío y estoy convencido de que podemos llegar a un buen lugar de entendimiento, donde cada pueda ceder un poquito", reiteró este concepto.