Nocturnidad en la ciudad de Santa Fe: para los clubes, el proyecto es "inviable", y para los vecinos es "mejorable"
Referentes de Villa Dora y República Del Oeste aseguran que el acortamiento del horario de bailes hasta las 2 impactaría de forma muy negativa en el rubro. Y si bien ya realizaron obras en insonorización, los vecinos aseguran que siguen escuchando música y vibraciones. Entornos con cuidacoches "en actitudes intimidantes".
Nocturnidad en la ciudad de Santa Fe: para los clubes, el proyecto es "inviable", y para los vecinos es "mejorable"
En una nueva ronda de consultas sobre el mensaje de nocturnidad que remitió el Ejecutivo para ordenar las actividades nocturnas en Santa Fe, el turno fue ahora de los referentes de los históricos clubes donde se realizan bailes, Villa Dora y República Del Oeste. Luego siguieron los vecinos que viven en las inmediaciones de ambas instituciones. La impresión que quedó es que entre ambos actores hay posiciones irreconciliables.
En contexto, la iniciativa que impulsa el Ejecutivo incluye dentro de la clasificación "Casos Especiales con actividad histórica bailable y música en vivo" tanto al Club Atlético Villa Dora como a la Asociación Vecinal Cultural y Deportiva República del Oeste. Las exigencias para poder realizar estos eventos son las siguientes: ambas instituciones sólo pueden realizar un baile por semana los días viernes, sábados o domingos desde la hora 21 hasta las 2 horas del día siguiente, "sin excepción".
A su vez, los locales deberán estar correctamente insonorizados y con las medidas antivibratorias suficientes (el nivel sonoro máximo permitido es de 110 dbA en el interior, y 45 dbA en el exterior), más un sistema de monitoreo sonoro permanente. Y tendrán que contar con un sistema de videovigilancia tanto interna como externa con garantía de resguardo por 96 horas de los registros, entre otros requisitos para que los bailes estén dentro de la norma.
"Es inviable", fustigó de entrada Guillermo Govone, Presidente de República del Oeste, aludiendo al proyecto. "Con un único día que se nos autoriza (para baile) y los horarios que se nos permiten van en contra de la actividad que desarrollamos", dijo en declaraciones a la prensa, y pidió readecuar esos dos puntos. El local fue insonorizado acústicamente, y la inversión habría sido cercana a los 6 millones de pesos.
"Lo que pedimos es que no nos acoten en tiempo ni en días; sin más días (para realizar bailes), deberíamos cambiar de rubro. Incluso sería contraproducente para el propio barrio, porque a las 2 de la mañana dejaríamos en la calle, afuera de un evento bailable, a mil personas que quieren seguir divirtiéndose en la calle y pasada esa hora de la madrugada. Es inviable", insistió en su opinión.
En el primer encuentro con los concejales estuvieron referentes de Villa Dora y República del Oeste.
Siga el baile
Adrian Ramseyer, Presidente del Club Villa Dora, recordó que de los puntos que se pidieron cambiar (por parte de los vecinos) se cumplieron con casi todos: "La insonorización acústica se realizó (trascendió que se invirtieron más de 2 millones de pesos), y ahora deberemos invertir en un sistema de ventilación… No pasan más motos ni autos con los parlantes a todo volumen, y la gente compra la entrada e ingresa, no puede quedarse afuera. Pero no podemos intervenir ante la inconducta de un cuidacoches, ni que alguna personas grite en la calle. Eso ya no depende de nosotros", advirtió.
La intención es que "el baile siga, intentando causar la menor cantidad de molestias posibles, y que la gente que vaya a un espectáculo bailable esté en un lugar cómodo". Ramseyer sumó otro elemento: "Nos exigen lo mismo que a cualquier boliche; entonces, que nos den mayor horario (es decir, más de la hora 2). Que la norma sea para todos igual", pidió.
"Todos saben lo que representan socialmente ambos clubes para la historia de la ciudad. Y si alguien cree que la gente saldrá del baile a las 2 de la mañana y se irá a dormir, está equivocado", agregó Ramseyer. Y dio algunos números de la actividad: "En Villa Dora hacemos hoy 60 bailes anuales, y a razón de cuatro horas por baile: son 240 horas en total. Con el nuevo mensaje del Ejecutivo, ese número bajaría a 83, pues nos quitan los feriados y sólo podremos a hacer un solo baile por semana, y con los mismos gastos fijos de, por ejemplo, los grupos musicales que se contratan".
Verónica Meder vive en inmediaciones de República del Oeste. Consideró que si bien se impone un solo baile por semana, "hablamos de una asociación civil sin fines de lucro, la cual está habilitada a realizar otros tipos de eventos que podrían ser masivos. Lo que no está prohibido, está permitido...", dijo, en diálogo con El Litoral. Además mencionó algunas "incongruencias" respecto de los aforos.
Pero en términos propositivos, la vecina llegó a la reunión con una voluminosa carpeta "con sugerencias de mejoras", como por ejemplo la inclusión de personas con discapacidad. "Es un proyecto que se puede mejorar", consideró.
Y aún con las obras de insonorización que se realizaron en ambos clubes, "el sonido repercute igualmente en las casas linderas y en toda la manzana; se escucha la música pero también hay vibraciones en las paredes", aseguró Meder. Y sobre el entorno, puntualmente en las cuadras aledañas a República, "hay mayor presencia de cuidacoches con conductas intimidantes hacia los vecinos. Se han producido robos de ruedas y de baterías", advirtió.
La vecina valoró como "prudente" el horario tope permitido para los bailes. "Sin embargo, la salida va a estirarse en el tiempo y la gente va a seguir circulando, con lo cual se tendrían que aumentar los controles para que esa circulación social sea rápida".
La segunda reunión fue con los vecinos que viven en zonas aledañas a ambos clubes.
"Dos noches sin dormir"
Según José Carlos Diab, vecino de la zona lindante al club Villa Dora, "hablamos de un local que tiene una capacidad para 1.200 personas, en un lugar con alta densidad poblacional. A su vez, la actividad bailable se realiza los domingos, cuando al otro día los vecinos nos tenemos que levantar temprano para trabajar. Sinceramente, nos quedan muy pocas horas de descanso", se quejó.
Por otro lado, las obras de insonorización acústica realizadas en ese inmueble lo que hicieron es "atenuar, pero no dar solución al problema del impacto del sonido (que sale dentro del club) en las casas de los vecinos más lindantes. Esto ocurre particularmente cuando toca algún grupo en vivo", señaló Mónica Sbodio, vecina.
Y la salida sigue siendo un problema: "Hemos tenido peleas callejeras dentro del vallado perimetral que se coloca, con varias personas a las piñas y a las patadas. Eso no se soluciona ni con la reducción horaria ni con el vallado. Además, quedan personas afuera que, como no pueden ingresar al baile, se concentran en una plaza cercana; allí se congregan cientos de motos y autos a las 4 de la madrugada con música a todo volumen. Esta semana no dormimos dos noches", fustigó.
El presidente del Concejo, Leandro González, habló con los periodistas que aguardaban a tomar declaraciones. "Seguimos escuchando para poder adoptar las mejores decisiones en esta norma tan compleja, aún sabiendo que hay posturas que pueden parecen muy distantes", puso en contexto.
Y en este arduo trabajo de definir una nueva norma que ordene la nocturnidad, "creo que todos los sectores, incluso los bloques políticos, en algo deberemos ceder a lo que vemos como 'de máxima'" en materia de poner pautas de orden en la noche santafesina.
-¿Hay una estimación de cuándo el despacho del proyecto (con las eventuales modificaciones que se le hagan al texto original) podría llegar al recinto para su tratamiento?, preguntó El Litoral a González.
-Primero, entre lunes y martes de la semana que viene terminaremos las rondas de consultas (con el sector de boliches, la Comisión de Discapacidad y técnicos en sonido de la UTN y del área privada). A partir de ahí comenzará el diálogo político en la búsqueda de consensos respecto del mensaje, incluso con eventuales mejoras (que se podrían incluir). Pero la expectativa es que durante lo que queda del año contemos con la aprobación de una nueva normativa de nocturnidad.