El “modelo 2024” del Concejo de Santa Fe tiene varios elementos a mostrar. El primero, que la primera mayoría es oficialista: con 11 ediles dentro del interbloque “Unidos”, son dos tercios de los votos: todo lo que se necesita para aprobar -si se quisiera- cualquier mensaje del Ejecutivo Municipal comandado por el intendente Juan Pablo Poletti, más allá de eventuales votos en contra del resto de los seis concejales de otros partidos.
Otro aspecto del mapa político doméstico de la ciudad: quedó una suerte de contrapeso entre al menos siete concejales con extensa experiencia deliberativa, tal el caso de la propia Molina, presidenta del Cuerpo; Pereira, Suárez, González, Lucas Simoniello, Laura Mondino y de la peronista Jorgelina Mudallel.
Todos ellos participaron de las discusiones más importantes en los últimos años, como el Código de Habitabilidad y la Ordenanza de Nocturnidad, por poner sólo dos ejemplos.
El recinto de sesiones del Deliberativo local, en calle Salta 2943. Crédito: Archivo El Litoral / Mauricio Garín
De otro lado, aparecen varios recién asumidos que, si bien tienen probada experiencia de militancia en territorio -tal el caso de la justicialista Violeta Quiróz, y de Jorge Fernández, con quien comparte bloque; de Cecilia Batistutti, ex funcionaria de José Corral; o de Julián Martínez, militante radical-, es la primera vez que deberán legislar por y para la ciudad, de cara a sus problemas.
Desde “el afuera”
Es interesante también tomar nota del perfil de los “outsiders”. Por definición, un “outsider” ("persona ajena a", la traducción más pertinente) es alguien que viene "del afuera" de la política, pero incursionará en ella sin que necesariamente tenga experiencia previa, pero sí un alto re-conocimiento público. El mismo Poletti es un outsider, que dejó la medicina y la dirección del Hospital Cullen para lanzarse a la gestión pública.
En este casillero se menciona primero a Saúl Perman (Mejor), que desde hace dos años es concejal. Por otro lado, como el cantante tropical Juan J. Piedrabuena (Unión Federal) renunció para asumir en su banca de la Cámara de Diputados, su asiento lo ocupará Martín Rico, conocido por ser productor de eventos sociales, empresariales y musicales.
Después aparecen dos comunicadores: como se dijo, Silvina Cian, ex periodista de Canal 13 y ex conductora de las transmisiones de los sorteos del Quini 6. “Hace tiempo venía con una carga extra. Terminaba la jornada laboral y me decía: ¿qué hago con todo esto? Vas a los barrios, entablás diálogos con los vecinos, escuchás sus preocupaciones, necesidades. Y yo decía: se puede hacer mucho más por los vecinos que presentar una nota, que presentar el problema”, había dicho Cian en una nota con El Litoral.
“Creo que gran parte de la problemática es la falta de gestión en un montón de temas que pueden mejorarse y ser superados. Y cuando este equipo de laburo me convocó, no dudé en sumarme, porque hay experiencia, años de gestión, antecedentes de transformación en la ciudad”, confesaba.
El otro ex periodista “todo terreno” es Ignacio “Nacho” Laurenti, del espacio “Viva la Libertad”. “La tarea que vamos a tener en el Concejo será ardua, teniendo en cuenta que hay una mayoría oficialista. No obstante, hay que apostar y trabajar fuertemente para mejorar cuestiones básicas, que vienen reclamando desde hace mucho tiempo los vecinos de la ciudad”, había manifestado Laurenti en diálogo con El Litoral.
El escritorio de la presidencia y todas las bancas, allí donde está la “caja de resonancia” de los vecinos. Crédito: Guillermo Di Salvatore
Leonel Méndez (del Pro, dentro de “Unidos”) es otro que viene “del afuera” de la política. Fue integrante de la Federación de Cooperativas de Recicladores Urbanos de Santa Fe, conocido referente en materia de economía circular, gestión ambiental integral y desarrollo sustentable. “Las cooperativas venimos a proponer trabajo para la mejora de la calidad de vida de muchas localidades. Claramente es una política pública de trabajo, inclusión y desarrollo”, había dicho en declaraciones públicas.
En ese juego de contrapesos deberá encontrarse un punto de equilibrio, no sólo en términos políticos entre los distintos bloques, sino también en el aprendizaje de las técnicas legislativas, las dinámicas de las reuniones de comisiones, la elaboración de proyectos, el protocolo en el recinto y el Reglamento de Sesiones. Ahí tendrán que dar su aporte los “experimentados”. Ante un cuadro tan variopinto, las expectativas a priori son positivas.