La plaza de mayo del casco histórico santafesino fue una vez más (a excepción del año pasado) este 29 de abril, testigo de un nuevo aniversario de la inundación de 2003.
Tal como ocurre todos los 29 de abril, otra vez la Plaza de Mayo recibió a quienes padecieron la catástrofe que continúan con sus reclamos.
La plaza de mayo del casco histórico santafesino fue una vez más (a excepción del año pasado) este 29 de abril, testigo de un nuevo aniversario de la inundación de 2003.
Dieciocho años pasaron ya de una causa que continúa abierta, en busca de la verdad, y con la memoria como premisa. Claudia Albornoz, una de las integrantes de Carpa Negra por la Dignidad y la Justicia recordó: “Son 18 años de lucha, y esto no es poca cosa en la ciudad de Santa Fe. Creo que no hay otra lucha tan larga y que se sostenga como hasta ahora.
Nos encontramos con esta solidaridad que nos salvó en aquel 2003, aquellos que nos abrazaron y nos dieron un plato de comida que nos ayudó a salir adelante y luchar. Porque teníamos una verdad que no era la rebelada, era una verdad construida: que la inundación ocurrió porque faltaba un tramo en la defensa por el río Salado, y ahí se coló y fue corriendo a través de las distintas barriadas destrozando vidas, familias, destrozando todo lo que habíamos podido construir a lo largo de nuestra vida”.
“Hoy creo que estamos con una buena noticia, porque el Senado terminará de tratar una ley que sostiene que el senador por el departamento La Capital ponga como prioridad cuando se abran las sesiones ordinarias, para que sea ley la memoria. Porque entendemos que en las escuelas tienen que estudiar qué nos pasó, que el riesgo hídrico sigue latente, es permanente. Vivimos rodeados de ríos, arroyos, lagunas. Entonces es fundamental que se estudie en los colegios. Al igual que seguir de cerca las obras públicas, para ver cómo los gobernantes hacen lo que necesita el pueblo”, agregó Albornoz.
A su turno, Jorge Castro, otro histórico de esta lucha dijo: “Las inundaciones de 2003 y 2007 rompieron todo el tejido social del oeste, el sur y el norte de la ciudad. Estar acá en la plaza, es un compromiso de vida. Estamos y lo seguiremos haciendo, porque enfrente están los dos poderes principales: el que nos inundó y el que provocó la impunidad”.
“La batalla de la memoria se libra en las calles -continuó Castro- por eso estamos, con todos los protocolos correspondientes por la situación actual, otra vez acá. Repetimos una vez más nuestra verdad, que ya fue testimoniada por los dos fallos judiciales, pero que todavía falta recorrer el camino final para que los santafesinos que sufrieron aquella inundación evitable, tengan la posibilidad de ser resarcidos como corresponde”.
María Correa, vecina de Barrio Chalet, recordó de manera concisa, pero cruda a la vez aquellos días de la tragedia hídrica: “Perdimos todo: la casa, amigos, vecinos. Solo salíamos disparando con nuestros hijos. A mi el agua me tapó la casa, tuve más de 4 metros. Falta justicia, deben pagar los culpables”.