Miércoles 18.9.2019
/Última actualización 12:26
Tres investigadores del Departamento de Sedimentología de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (Fich-UNL) lograron capturar este sábado imágenes espectaculares de los grandes bancos de arena que se formaron al norte de la laguna Setúbal. Además, pudieron obtener otras imágenes del comportamiento de los ríos, arroyos y lagunas de la zona en medio de la bajante del río Paraná.
Toda esta información será evaluada ahora en el laboratorio de esa facultad, con el objetivo de sacar las primeras conclusiones sobre la evolución del comportamiento de los ríos en Santa Fe y zona.
Según muestran las fotografías aéreas del sábado, la Setúbal continúa su proceso de transformación que podría llegar a terminar —en su mutación— en una especie de río acompañado de un sistema deltáico en su margen este. Así lo venía advirtiendo el geólogo Carlos Ramonell, quien dirige el equipo de investigación y cuenta con información de hace un siglo.
Gentileza Espigones. La ribera de la Costanera Oeste de la ciudad, en seco. Al fondo, el avance del delta.Espigones. La ribera de la Costanera Oeste de la ciudad, en seco. Al fondo, el avance del delta.Foto: Gentileza
Según la predicción del experto, en unos 50 años la laguna podría desaparecer. Los estudios demuestran que el delta avanza sobre la Setúbal hasta 500 metros por año, y desde 1983 creció 14 kilómetros hacia el sur. La proyección indica que en unos 15 años ese delta se observaría con claridad desde la costa urbana santafesina, a la altura del complejo Luz y Fuerza.
Dicho en términos específicos, Ramonell evaluó los procesos hidrogeomorfológicos del río Paraná en la zona y logró determinar —entre otras conclusiones— que “en las próximas décadas comenzarían a visibilizarse desde la parte norte de la ciudad las manifestaciones morfológicas del avance del delta del arroyo Leyes, con la aparición de áreas insulares bajas, dispersas, similares a las del frente del lóbulo deltaico del arroyo Zanja Brava en la actualidad, que sostienen vegetación a lo largo de todo el año”.
El investigador ejemplificó luego esos cambios con los ocurridos sobre el arroyo Leyes tras la crecida de 1983, como la apertura natural del Zanja Brava. “Esa crecida inició un proceso de rejuvenecimiento del arroyo, que se manifiesta fundamentalmente a través de la exhondación del lecho, evacuando arenas que terminan depositadas en el norte de la Setúbal”.
Mirada interdisciplinaria
Junto al geólogo Carlos Ramonell sobrevolaron la zona de la laguna Setúbal el ingeniero en Recursos Hídricos Lucas Domínguez Rubens, y la estudiante italiana de Arquitectura Lucia Radoccia, que vino a Santa Fe específicamente a estudiar este fenómeno para realizar su tesis de grado.
Domínguez Rubens investiga bajo la dirección del Dr. Ricardo Szupiany la hidráulica del transporte de sedimentos en el arroyo Leyes, y su depositación en el frente del delta.
Radoccia está por recibir el título de Arquitecta en la Universidad de Ferrara (Italia). Para ello, vino a Santa Fe con el objetivo de investigar las “Estrategias de adaptación urbana a cambios morfológicos: el caso de la ciudad de Santa Fe y la laguna Setúbal”. Ese es el título de su estudio.
La estudiante tomó la problemática del Leyes para tratar de determinar cómo será la Setúbal en el futuro y, con relación a ello, cómo la ciudad tendrá que adaptarse ya sea estructural o paisajísticamente a esos cambios. Con ese fin, realizó maquetas en las que registró los cambios desde 1976 hasta la actualidad.
Completa este equipo interdisciplinario de investigadores del fenómeno la bióloga Zuleica Marchetti, quien está estudiando la incidencia de la vegetación en los fenómenos de fijación, y crecimiento de los nuevos bancos que se forman en el frente del delta.
2,27 metros mide hoy el río Paraná en Santa Fe (hace una semana alcanzó el pico mínimo de 1,97 metros).
José Vittori