Dónde dejé el auto: por qué se produce ese olvido tan frecuente entre los santafesinos
Este lapsus -al salir del trabajo, por ejemplo- tiene su base en la "multirotación" de la atención humana: "Si venimos pensando en otras cosas que nos demandan toda nuestra atención y no podemos 'rotarla', olvidamos dónde estacionamos el coche", dice un especialista. Tips para no caer tan seguido en este "laberinto" cognitivo.
Dónde dejé el auto: por qué se produce ese olvido tan frecuente entre los santafesinos
Salís de tu casa, o del trabajo, o vas a hacer algún trámite, o vas a "repartir" a tus hijos, uno a la escuela y el otro a la colonia y lo de siempre, en la calle y en vos: "Che, ¿dónde dejé el auto?". Ese interrogante sobre en qué lugar se estacionó el coche luego de hacer alguna de esas actividades cotidianas se replica por cientos de veces en la memoria de los santafesinos, pero también de todos los argentinos.
¿Por qué ocurre esto? ¿Es por el modo en que vivimos, a las apuradas, enajenados por la locura urbana y siempre llegando tarde? ¿O es acaso la psiquis que nos juega un chascarrillo, un engaño momentáneo? Un caso: hace unos años, una mujer fue hasta el banco en su auto, y lo estacionó enfrente del edificio. Pero volvió a su casa caminando: recién a la tarde se dio cuenta del olvido, recordó dónde había dejado su coche y lo fue a buscar. Esto pasó, así como se lee, en la ciudad de San Cristóbal.
Pues bien: la neurociencia tiene la explicación de por qué ocurre de modo tan frecuente este olvido momentáneo. El Litoral entrevistó al Dr. Hugo Valderrama, médico neurólogo y Máster en Neurociencias (Mat. 5010). El especialista habla de los laberínticos y fabulosos alcances de la atención y la memoria humana para acercar algunas respuestas a esta pregunta tan frecuente y tan mundana: dónde dejé el auto.
La "multirotación"
-¿Por qué ocurre con tanta frecuencia ese momentáneo olvido de no recordar dónde se dejó el auto? ¿Cómo explica esto la neurociencia?
-Antes se pensaba que la capacidad de prestar atención se dividía, supongamos, 50% pensando en el trámite que tengo que hacer, y otro 50% en donde dejé el auto. Pero en realidad, la atención va rotando de un 100% a un lado y de un 100% al otro. Cuando estamos haciendo lo que llaman "multitarea", en realidad estamos realizando una "multirotación" de nuestra atención, pero como todas nuestras capacidades, la atención tiene un límite.
Si venimos pensando en otras cosas que nos demandan toda nuestra atención y no podemos "rotarla", olvidamos, por ejemplo, dónde estacionamos el auto. Porque en realidad nunca lo registramos correctamente: la atención estaba al 100% en ese momento en otro lado.
El Dr. Hugo Valderrama, médico neurólogo.
-Pero entonces, ¿cómo algunas veces y luego de unos minutos, sí logramos recordar dónde está el "maldito" auto?
-Por dos motivos, principalmente: el primero es que en realidad sí habíamos prestado atención y almacenado la información, pero nos estaba costando recuperarla. Con la vorágine de otros pensamientos, en oportunidades debemos tranquilizarnos para recuperar el dato.
El segundo motivo es que usamos estrategias de asociación para obtener el dato. Por ejemplo, por dónde se venía circulando, por dónde se caminó luego de que se descendió del auto, si se observó algo que llamó la atención al momento de bajarse del coche, etcétera.
-"Dónde dejé las llaves, la billetera, los lentes, el celular…". Estos olvidos también son frecuentes. ¿Tienen relación con lo que Ud. está explicando?
-Todos tenemos una memoria espacial que se encarga de almacenar recuerdos sobre un espacio, sitio o lugar determinado. Si sobre esa red neuronal se almacenan objetos que están fijos no hay problema, tenemos una gran capacidad. Ahora, si el objeto se mueve de un punto a otro, como los que acabás de nombrar, es mucho más difícil. Por lo cuál, no sólo tenemos que prestar atención con los objetos móviles, sino que además corremos en desventaja respecto al almacenamiento de otro tipo de recuerdo.
-Para los objetos que se mantienen en un lugar, entonces, ¿sí tenemos mayor capacidad?
-Sí, y te doy un ejemplo a modo de ejercicio. Ponete a pensar en un hotel o una casa donde te fuiste de vacaciones, o incluso estuviste pocas horas. Seguramente aún pasados muchos años, vas a poder recordar cómo estaban ubicados todos los espacios: entrada, lobby, pasillos, pieza, baño, etcétera. Pero además hasta podés recordar objetos fijos como dónde se ubicaba el televisor, los placares, mesas de luz, el frigobar, la caja de seguridad…
-Sabiendo esto, ¿qué estrategias podemos utilizar para recordar más los objetos que se mueven?
-Primero comprender que si no focalizamos la atención, no sólo no vamos a poder almacenar memorias, sino que tampoco vamos a poder pensar en utilizar las siguientes estrategias en ese momento. Pero si las practicamos siempre, muchas veces las empezamos a aplicar de una manera automatizada. A continuación, algunas recomendaciones:
1-Respecto de dónde se estaciona el vehículo, mire alrededor y busque un punto de referencia. Pueden ser el nombre de la calle, pero los nombres tampoco son fáciles de recordar, por lo cual puede ser un local comercial, determinado edificio, etcétera. Si es un estacionamiento marcado con letras o números, intente asociarlas a palabras, por ejemplo: "2D", igual "Dos Dados".
2-Dígase a sí mismo dónde está dejando una determinada cosa, susurrando el nombre del objeto y del lugar: "Lentes arriba de la repisa". Es un estímulo más auditivo en este caso, para asociar en la memoria.
3-Siempre que sea posible, deje los objetos en el mismo lugar. Si es dentro de una cartera, que sea en un bolsillo específico para un objeto específico. Cuanto más funcional para usted en donde deja el objeto, mejor. Por ejemplo, los lentes en el cajón de la mesita de luz, donde los deja antes de dormir y los saca al levantarse.
4-Intente que el lugar de guardado sea llamativo. Por ejemplo: dentro de una cajita roja sobre un mueble en el palier de su casa.
-Por último, todo esto: ¿puede ser un problema de la memoria en vez de la atención?
-Sí, pero queda claro que la atención es una función cognitiva básica, que no puede ser salteada cuando está la intención de memorizar. Si se desvía no podemos memorizar, al menos de manera consciente. Ahora, si percibe que se concentró al momento de dejar el objeto y tiene alguna duda sobre si cambió su capacidad para retener o evocar la información, debe realizar una consulta médica neurológica con la finalidad de evaluar los síntomas de un posible proceso ya no fisiológico, sino patológico. También sería necesaria una consulta si nota que su capacidad para mantener la atención no es la misma y no encuentra el motivo de por qué pierde continuamente el foco.