La ONU advierte que más del 35% de los argentinos pasa hambre
La inseguridad alimentaria grave se replica en el resto de América Latina y el Caribe donde aumentó en 13,8 millones de personas en solo un año. En Argentina, el 10% de los menores de 5 años tiene sobrepeso. Los datos corresponden al informe "Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021".
Manuel Fabatía Seguimos perdiendo la batalla contra todas las formas de malnutrición y estamos lejos de poder garantizar una nutrición saludable para toda la población , remarcó la Dra. Carissa F Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dio a conocer su informe "Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021" en el que se analiza lo que sucede en los países de América Latina y el Caribe, en torno a la calidad y cantidad de lo que comen los habitantes de esta región.
Según el informe de la ONU, el hambre en América Latina y el Caribe está en su punto más alto desde 2000, después de un aumento del 30 % en el número de personas que padecen hambre entre 2019 y 2020. El número de personas que viven con hambre aumentó en 13,8 millones, alcanzando un total de 59,7 millones.
D.R
Argentina no escapa a esta difícil situación y la inseguridad alimentaria grave afecta al 35,8 % de la población total del país. Entre los periodos 2014-2016 y 2018-2020, el hambre en el país aumentó en 16,6 puntos porcentuales. A su vez, en Sudamérica, durante 2020, este flagelo llegó a 12,9%; 7,5 puntos porcentuales más que en 2014, es decir un aumento de 139 % en seis años.
"Debemos decirlo fuerte y claro: América Latina y el Caribe enfrenta una situación crítica en términos de su seguridad alimentaria. Ha habido un aumento de casi el 70 por ciento en el hambre entre 2014 y 2020 ", dijo Julio Berdegué, representante regional de la FAO, durante la conferencia de prensa en la que se presentó el informe. En esta línea, Rossana Polastri, directora del FIDA (Fondo Internacional Desarrollo Agrícola) para América Latina y el Caribe, señaló: "Aunque la pandemia ha agravado la situación, el hambre ha ido en aumento desde 2014. Debemos corregir las vulnerabilidades profundas de nuestros sistemas alimentarios, hacerlos más inclusivos y sostenibles y asegurarnos de que brinden bienestar a las personas que alimentan a nuestras sociedades".
Otro dato que se desprende al analizar la inseguridad alimentaria en la región, es que no afectó por igual a hombres y mujeres: "En 2020, el 41,8 % de las mujeres de la región experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, en comparación con el 32,2 % de los hombres. Esta disparidad ha ido en aumento en los últimos 6 años y aumentó drásticamente, del 6,4 % en 2019 al 9,6 % en 2020", revela el informe.
Sobrepeso y obesidad, otros flagelos
El problema no siempre radica en la cantidad de alimentos que ingiere una persona, sino en la calidad nutricional que se come. El estudio destaca que la malnutrición es una batalla que aún no puede vencerse en la región. En Argentina, la prevalencia de sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años ronda el 10 % de esta franja etaria poblacional, situación similar ocurre en Barbados, Cuba, Panamá, Trinidad y Tobago y Uruguay, siendo los países de la región con números más alarmantes.
A pesar de que América Latina y el Caribe ha mostrado importantes avances en la reducción del retraso del crecimiento en los niños y niñas, habiendo disminuido la prevalencia del 18 % al 11,3 % en 20 años, sin embargo, entre 2012 y 2020 la tasa de disminución se desaceleró. "La prevalencia regional de emaciación (desnutrición aguda) en niños es del 1,3 %, significativamente más baja que el promedio mundial del 6,7 %", resaltan en el informe.
"En América Latina y el Caribe, el Covid-19 ha empeorado una crisis de malnutrición preexistente. Con los servicios interrumpidos y los medios de vida devastados, las familias tienen más dificultades para poner alimentos saludables en la mesa, lo que deja a muchos niños y niñas con hambre y a otros con sobrepeso. Para que crezcan sanos, debemos asegurarnos de que todas las familias tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles", sostuvo Jean Gough, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
También hay números preocupantes en torno a la obesidad en personas mayores. En nuestro país, se calcula que el 25 % del total de la población adulta es obesa. Iguales porcentajes marcan para Chile, Costa Rica, Dominica, República Dominicana, México, Suriname y Uruguay.
"Seguimos perdiendo la batalla contra todas las formas de malnutrición y estamos lejos de poder garantizar una nutrición saludable para toda la población. Si queremos acabar con el hambre y brindar bienestar y vidas saludables a las personas de las Américas, tenemos que transformar nuestros sistemas agrícolas y alimentarios para brindar dietas saludables para todos y no dejar a nadie atrás ", reflexionó la Dra. Carissa F Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud.
Como mensaje final, el informe conjunto de las Naciones Unidas pide acciones urgentes para "detener el aumento del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas, instando a los países de la región a tomar medidas rápidamente para transformar sus sistemas agroalimentarios y hacerlos más eficientes, resilientes, inclusivos y sostenibles, para proporcionar dietas saludables para todos", remarcaron y coincidieron los participantes de la conferencia, que sirvió para dejar en evidencia un grave problema que padece, no solo Argentina, sino varios países de América Latina y el Caribe.
Participantes del informe
El Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021 es una publicación conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).