Limitadores automáticos de sonido: ¿ayudarían a reducir el nivel de ruido?
Es un equipo que permite controlar los niveles que genera un equipo de música evitando que se sobrepasen los límites permitidos por las normativas. Hay un proyecto en el Concejo para evaluar su factibilidad técnica. Un ingeniero explica qué son y cómo funcionan.
Limitadores automáticos de sonido: ¿ayudarían a reducir el nivel de ruido?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló a la contaminación acústica como la segunda causa de enfermedades por motivos medioambientales. Este dato se mencionó varias veces durante la audiencia pública sobre nocturnidad realizada esta semana. Allí los expositores hablaron sobre la necesidad de insonorizar algunos locales donde se pone música, como una herramienta para amortiguar el exceso de sonido y contribuir a una mejor convivencia ciudadana. Pero hay otro dispositivo, quizá menos conocido, que es el complemento ideal para el aislamiento acústico: son los controladores o limitadores automáticos de sonido.
Tras la audiencia, el concejal Lucas Simoniello (UCR-FPCyS) mencionó un proyecto de resolución de su autoría presentado en junio en el Concejo Municipal -y que no recibió aprobación-, en el que se pide al municipio evaluar la factibilidad técnica y económica para la implementación de controladores de volumen en los establecimientos regulados por la Ordenanza Municipal N° 9139 (boliches, pubs, comedores bailables, etcétera), tanto en su interior como en la vía pública.
Estos dispositivos electrónicos, cuya colocación sería autorizada por la Municipalidad, "cortarían automáticamente el sistema amplificador del local cuando se supere cierto nivel de ruidos internos o externos por una determinada cantidad de veces en el mismo día", sostiene la iniciativa.
¿Pero qué son concretamente y cómo funcionan? "Los limitadores de sonido consisten básicamente en un micrófono que toma la señal y la manda a un equipo que intercepta el camino de esa señal de sonido hacia los parlantes. Entonces, si se pasa de un determinado valor, o bien lo atenúa automáticamente o lo corta", explicó el ingeniero Juan Fernández, docente e investigador del Centro de I+D Ingeniería Eléctrica y Sistemas Energéticos (Ciese) de la UTN Santa Fe.
Fernández habla no sólo desde su experticia en materia de medición de ruidos, sino por su experiencia de juventud como disc jockey. "En todas las discotecas de Europa son obligatorios estos dispositivos, y creo que en algunos boliches de Bariloche lo tienen todavía. Bastante tiempo atrás, incluso, venían con una llave y, si vos te pasabas del pico de sonido, te daba un alerta una vez y, a la segunda, te cortaba la música directamente. Eso permitía que un determinado municipio tuviera que ir a destrabarlo, y te cobraba la multa en paralelo", amplió el ingeniero.
Viabilidad y reparos
Consultado sobre si este tipo de dispositivo podría aplicarse en los locales que emiten música en Santa Fe, contribuyendo a mermar la contaminación sonora, el ingeniero opinó que "podría ser un principio de solución", aunque aclaró que "soluciones mágicas no hay; el ruido trasciende y la única forma de pararlo es con masa, con algo pesado".
Hizo algunos reparos con relación a su utilidad: "Por un lado, el aparato tiene un micrófono que debe estar adecuadamente instalado, de lo contrario no va a cumplir su función. Por otro lado, puede servir para boliches bailables, donde tenés la gente confinada dentro de un recinto, pero lo veo difícil de aplicar en pubs, donde el mozo va y viene y abre puertas, o en lugares exteriores, donde tenés música en la vereda y gente hablando".
Adecuaciones
El ingeniero Fernández adujo que lo convocan siempre desde distintos municipios para asesorar sobre el tema de ruidos molestos. Su recomendación es adecuar la legislación local a una norma específica (IRAM 4062) denominada "ruidos molestos al vecindario".
"Esta es la más adecuada para realizar mediciones de ruido. Si uno tiene un litigio con un vecino, el juez echará manos a las normativas, que son las IRAM y el INTI, que es la metrología legal. Nuestra Ordenanza 9623 de Ruidos Molestos, mide valores absolutos, en cambio esta Norma IRAM compara el ruido que vos tenés con respecto al de fondo, porque no es lo mismo alguien que vive en avenida 9 de Julio, que el que vive en el medio del campo, claramente", explicó, y añadió: "a esa ordenanza local habría que revisarla y adaptarla a algo más nuevo".