-Hay muchas voces que dicen qué medidas se deben tomar ante la pandemia, ¿cuál es su análisis al respecto?
-Hay muchas voces que dicen qué medidas se deben tomar ante la pandemia, ¿cuál es su análisis al respecto?
-Estoy muy preocupado por la situación que se está viviendo. Parece una obviedad, por la cantidad de casos de Covid que estamos teniendo y porque todos los informes indican que van a seguir en aumento, al menos por un tiempo; y por la crisis económica que se generó con la cuarentena. Esto provoca mucha angustia en la gente que pierde su empleo, que ve reducidos sus ingresos, los comerciantes que no saben si pueden seguir abriendo las puertas de un mes al otro. Creo que las medidas que se tomaron el día cero de la cuarentena a nivel nacional fueron correctas, pero acá durante mucho tiempo estuvimos atados al ritmo de Buenos Aires y después al de Rosario. No es en contra de uno ni otro pero Santa Fe tiene sus particularidades. Estuvimos más de 60 días sin casos de Covid y creo que en esos días se debería haber trabajado de otra manera, permitiendo una mayor reactivación económica para generar un colchón y poder amortiguar el impacto económico en estos momentos más difíciles.
-No se puede cambiar lo hecho. En adelante, ¿qué se debería hacer en la ciudad ante la pandemia?
-Hay que profundizar lo que se empezó a hacer ahora. Debemos aprender a trabajar con pandemia y no pensando en la post pandemia, porque tenemos pandemia para rato. 2021 seguro, por lo menos. Frente a esto el Estado debe pararse de otra manera y resolver lo que viene. Creo que si hay situaciones que ameritan una restricción de cualquier sector económico, social, cultural o de la índole que sea, no debe tomarse sin previo diálogo con los actores intervinientes. Para poder acordar de qué manera hacerlo y ver los resortes que les permitan cumplir con las medidas viéndose perjudicados en lo económico y priorizando lo sanitario.
-¿Y qué se hace con la educación, en ese sentido?
-Hay una agenda pendiente con el debate de lo educativo. Eso es algo que me preocupa mucho. Entiendo que los primeros meses fueron de mucho desconcierto y preparación. Hoy deberíamos estar preparados de otra manera. No podemos perder otro año lectivo. Si bien este año se cursó en la virtualidad, no diría que está perdido, pero casi. Hay que trabajarlo con tiempo. Porque al tiempo lo tuvimos. Precisamente con la cuarentena lo que hicimos fue ganar tiempo. Entonces, en materia educativa debemos pararnos de otra manera.
-¿Cómo califica la situación económica de la ciudad?
-El 1 de mayo presentamos un informe elaborado por el Observatorio Demos en el que anunciábamos que si no se tomaban algunas medidas podía pasar esto que está ocurriendo hoy. Dijimos que la desocupación en el Gran Santa Fe podía subir al 18,5 % y estamos en el 20 %. Es una situación muy preocupante. Si no hay un acompañamiento más fuerte del Estado nacional y provincial puede ser más compleja.
El gobierno provincial tiene hoy 25.000 millones de pesos en un plazo fijo. ¿Cuál es el sentido de guardar recursos en el banco cuando se precisan circulando en la gente para reactivar la economía, inyectándose en sectores económicos pero también en sectores como la industria cultural y los clubes, que atraviesan una situación desesperante. Sus dirigentes dedican su tiempo a solucionar sus problemas económicos y los clubes pueden llegar a cerrar. Entonces, si el gobierno provincial dice que este problema no existe hay una negación de la realidad. Y eso es muy complejo.
-A su modo de ver las cosas, ¿cómo se reactiva la economía?
-Tenemos una agenda de la Santa Fe comercial, del conocimiento, de la administración pública. Hay que seguir pensando una Santa Fe productiva e industrial, que genere empleo. Porque esta situación nos está dejando una realidad económica muy compleja y si no se toman medidas rápidas puede ser peor en el futuro. Insisto con que durante mucho tiempo se tomaron decisiones atadas al ritmo de Buenos Aires y Rosario. No es nada contra esas ciudades, sino en favor de defender las particularidades de Santa Fe. El comportamiento del virus en todo el territorio argentino es dispar. En el caso de la ciudad de Santa Fe, hay que entender que las medidas que se tomen vayan al ritmo de lo que pasa acá. Es decir que hay que pensarlo desde abajo hacia arriba, siempre con el involucramiento de los gobiernos nacional y provincial. Ojo que no suceda que en un futuro cercano las decisiones las tomen los gobiernos locales, pero en soledad. Eso es lo peor que nos podría pasar, porque un gobierno local no cuenta con los recursos y herramientas para afrontar en soledad una situación como la que estamos viviendo.
-¿Qué están haciendo ustedes desde el Concejo Municipal para solucionar estos problemas?
-Hay herramientas legislativas que se pueden trabajar. Pero creo que lo que la pandemia mostró es que es necesario un fortalecimiento de los sectores ejecutivos en las tomas de decisiones. En la Legislatura provincial, por ejemplo, hay en el Senado unas doce leyes con media sanción de Diputados, que no las convierten en ley. Frente a esto, Ejecutivo podría accionar dando apoyo inmediato a los jardines de infantes, que están cerrados desde hace 200 días, por ejemplo. Pero no lo hacen. Ahí está nuestra voz, poniendo el tema en agenda y buscando soluciones alternativas.
-En otro orden, se viene el verano con pandemia. Ante la imposibilidad de viajar a otros destinos los santafesinos buscarán algún contacto con la naturaleza. Con los clubes cerrados muchos irán al río. ¿Cómo se debe ordenar esto?
-El espacio público va a tomar una jerarquía aun mayor a la que tenía antes de la pandemia: los parques, plazas, la Costanera y las playas. Nosotros sancionamos un mensaje del Ejecutivo para habilitar paradores en la Costanera que tengan servicio de baños y humidificadores (que son pulverizadores que lanzan agua tipo spray para que la gente pueda refrescarse), para que si no están las condiciones dadas para ingresar al río la gente pueda refrescarse. También hay que garantizar la convivencia en el espacio público con las medidas sanitarias correspondientes: higienizarse y mantener el distanciamiento. Será un verano distinto: sin piscinas, sin colonias de vacaciones. El Estado debe prever esta complejidad anticipándose de la mejor manera.
-Por último, en este contexto ¿cree usted que el gobierno provincial está tomando las medidas necesarias para garantizar la paz social?
-La inseguridad es un tema que preocupa mucho. Este gobierno provincial llegó mediante su plataforma electoral con la promesa de la "paz y el orden". Siempre dijimos que es un tema que no se puede tratar con tanta liviandad porque no se resuelve de un día para el otro. El gobernador (Omar) Perotti no tiene el control de la policía, y tiene un ministro (de Seguridad Marcelo Saín) que no contribuye para que ello suceda y caldea más los ánimos con la gente y la policía. Y ante la falta de respuestas lo único que buscan es títulos rimbombantes en los medios nacionales para desconcertar y correr el eje de atención.
En la pandemia, con menor cantidad de gente circulando, los índices de la inseguridad son los peores de los últimos años. Este es un fuerte llamado de atención al gobierno provincial que debe resolver un problema que preocupa a la gente. Y más teniendo en cuenta que existe una crisis social producto de la situación económica que impuso la pandemia, que atraviesa a la gente y genera un malestar. El escenario: Santa Fe, calor, aislamiento, falta de recursos económicos, y la imposibilidad de dispersión, generan una angustia emocional que lleva al conflicto social creciente. Insisto, un escenario era en marzo, cuando todo esto arrancaba, y otro muy distinto es ahora, en octubre, luego de contar con mucho tiempo de preparación para poder cambiar las cosas.