La historia del padre Matías, el nuevo Obispo Auxiliar de Santa Fe
Fue designado el miércoles por el Papa Francisco, en el día de su cumpleaños. El santotomesino de 45 años asistirá y ocupará el rol del arzobispo Fenoy cuando se encuentre ausente o impedido. “Estamos llamados a ser puente, actores de diálogo, sanar heridas y acortar distancias”, define a la Iglesia de hoy. Una burla a su amigo de la adolescencia que terminó en el despertar tardío de su vocación.
La historia del padre Matías, el nuevo Obispo Auxiliar de Santa Fe
El Santo Padre Francisco nombró obispo Titular de Idrica y Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, al padre Matías Vecino, sacerdote santafesino de 45 años. El nombramiento se hizo público este miércoles por la mañana -en el día de su cumpleaños- en forma simultánea en Roma y en la Argentina, a través de la Nunciatura Apostólica. El pedido lo había realizado el arzobispo Mons. Sergio Fenoy al Papa hace más de un año atrás.
“Si bien a muchos de ustedes los conozco por la Pastoral Social y por San Cayetano, la verdad que estoy bastante nervioso”, confesó el padre Matías durante una rueda de prensa de presentación llevada a cabo el mismo miércoles en el Arzobispado de Santa Fe, junto a Fenoy. En la oportunidad, Vecino dijo no encontrar una palabra que resuma sus sensaciones. “No se si es ‘contento’, pero sí estoy en paz, con mucha paz”.
“Desde hace varios días me había enterado que el Papa -al que ya conoce personalmente- iba a anunciar mi nombramiento pero no podía decir nada”, contó Vecino. “Yo seguía con mis actividades, mis reuniones, misas, pero en silencio. Era todo muy raro, con una sensación que todavía no logro definir”.
La consagración episcopal de Vecino será celebrada el 30 de septiembre, solemnidad de San Jerónimo, patrono de la provincia y de la ciudad de Santa Fe, en la basílica de Guadalupe. Guillermo Di Salvatore.
Lo cierto es que “no tengo ningún motivo para decirle que ‘no’ a Dios”, dijo el padre Matías. “Y Sergio (Fenoy) me ayudó con palabras muy simples. Primero me dijo ‘bienvenido al Colegio Apostólico’. Eso me asustó muchísimo (risas), no lo tendría que haber dicho. Y después me dijo ‘el sagrario y la virgen nunca te van a faltar’. Eso me tranquilizó, porque más allá de que la elección para obispo pueda sonar rimbombante, la elección que Jesús hizo en el bautismo y que se repite cada día con la eucaristía, es fundamental. Lo otro es auxiliar, valga el término” (risas otra vez).
Hace 47 años que la Iglesia Católica de Santa Fe no tenía un obispo Auxiliar. Vecino es el quinto en ocupar ese lugar en su historia, y se transformó además en el obispo más joven del país. El último Auxiliar había sido el extinto Edgardo Storni, quien más tarde fue arzobispo y terminó apartado tras ser investigado por abusos sexuales. Una herida que causó dolor en la Iglesia de Santa Fe, que todavía espera sanar alguna vez.
Los obispos Auxiliares son cooperadores del obispo Diocesano en su función pastoral, asistiéndolo en todo el gobierno de la diócesis, y haciendo sus veces cuando se encuentre ausente o impedido. Por estar llamado a participar en la solicitud pastoral del Obispo diocesano, debe ejerce sus funciones en comunión con él.
Pedido y respuesta
“Primero deseo agradecer al Papa Francisco”, dijo, a su turno, el arzobispo monseñor Sergio Fenoy, durante la presentación de Vecino ante la prensa, este miércoles por la mañana en la sala de reuniones de la sede Arquidiocesana, Gral. López 2720. Luego destacó: “Siento un especial cariño del Papa hacia Santa Fe, por su historia de vida y por haber sido él parte de la historia de la Iglesia de Santa Fe”, ya que en su juventud vivió en el Colegio Inmaculada.
El Papa “ha atendido mi pedido, justificado por la extensión de la diócesis a 30 mil km². Hay que atender entonces más comunidades, necesidades, personas, colegios. Y por otro lado está también la necesidad de nuestra gente que quiere tener cerca a su obispo, en cada celebración. Y a mi ‘ya no me da más el cuero’, hago lo que puedo, pero los años me han demostrado que no llego todo el tiempo a todas partes”, dijo Fenoy, quien destacó también “la delicadeza que tuvo el Papa de nombrar a un santafesino, fue un gesto de mucho cariño”.
Luego agradeció Fenoy al padre Matías, “por responder al llamado de Dios. Esto le cambió la vida. Hoy comienza una nueva etapa. Su horizonte se amplía a toda la Iglesia, su corazón también”.
Consagración
La consagración episcopal de Vecino será celebrada el lunes 30 de septiembre, solemnidad de San Jerónimo, patrono de la provincia y de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, a las 19 horas. Mientras que el Arzobispo presentará al nuevo Obispo al pueblo de Dios el domingo 20 de octubre, en la celebración eucarística que tendrá lugar en la Catedral Metropolitana y Parroquia de “Todos los Santos” a las 10.30 horas, informó el Arzobispado.
Sacerdote. La foto es del 21 de septiembre de 2008, año en el que Vecino se consagró cura, y fue durante una cena por los 90 años de la Basílica de Guadalupe, a donde brindó asistencia espiritual junto al padre Olidio Panigo (junto a él en la foto; el otro es Mauricio Panigo). Pablo Aguirre (archivo).
Mons. Matías Vecino, nació en la ciudad de Santo Tomé, arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, el 28 de agosto de 1979, fue ordenado diácono en 2007 y sacerdote en la misma arquidiócesis el 30 de septiembre de 2008, mismo día en el que se celebrará ahora su consagración episcopal. Obtuvo la Licenciatura en Teología Moral en la Academia Alfonsiana de Roma (Pontificia Universidad Lateranense). En ese marco tuvo la oportunidad de conocer al Papa Francisco.
En el año 2016, el por entonces arzobispo de Santa Fe, Mon. Arancedo, había viajado a Roma para participar del sínodo de Obispos. Vecino estudiaba allá y se encontraron. “Un día me dijo: ‘Mirá, tengo que hablar con el Papa, ¿te gustaría venir?’. Así fue como lo conocí a Francisco y me tomé una foto con él. Luego no lo vi nunca más. Supongo que ahora, en calidad de obispo, tendré una oportunidad”.
La fe de Vecino
Pero antes de todo ello, cuando Matías sólo Matías y era un adolescente se encontró con su vocación espiritual. Y fue casi “sin quererlo”, dice, porque “mis papás no me mandaron de chico a la catequesis, como los mandaban a mis amiguitos del barrio, ya que mi papá era bastante anti clerical, aunque tenía un gran corazón. Si me ve ahora se vuelve a morir” (risas).
“Cuando mi padre se enfermó, lo que más tarde terminaría en su muerte, mi mamá decidió mandarnos a mi hermano y a mí a la catequesis, a modo de acto de oración, de pedido a Dios. Yo tenía 15 años”, rememora hoy Vecino. Y también recuerda aquel día, un año antes, cuando caminando hacia la escuela Comercial de Santo Tomé, se buró de Maxi, un amigo que había tomado la comunión de grande, “porque me parecía ridículo que un pibe de 14 años se vista de blanco con un moñito y todo eso, que es lo que se ve desde afuera. Le hice bullying, como se dice ahora”, dice.
“Un año más tarde estaba yo ahí, y no lo podía creer, porque el amor que recibí en ese sacramento me ‘mató’. Recuerdo que cuando la catequista me explicó lo que es la eucaristía y me dijo que era el cuerpo de Cristo fue el golpe más fuerte que recibí en mi vida”, continúa su relato ante El Litoral el padre Matías, hoy obispo Auxiliar de Santa Fe. “Ese amor que sentí aquel día en el sacramento fue el motor de mi vocación, permaneció luego en los años de seminario y los años de cura”.
-¿Le contó alguna vez esta historia a Maxi?
-No. Después lo casé (risas), pero no le conté nunca esto. Fue un episodio de la adolescencia.
Pastoral social
Entre ‘fulbitos’ con amigos en la placita, reuniones entre la avenida 7 de Marzo y la Luján, en Santo Tomé, desde aquellos años de la adolescencia en adelante Matías fue confirmando cada vez más su vocación sacerdotal, hasta que ingresó en el Seminario y en 2007 se inició como diácono.
Un año más tarde, ya cura, Vecino fue vicario Parroquial en la Basílica “Nuestra Señora de Guadalupe” de Santa Fe, y asesor del Área de Jóvenes y Aspirantes de la Acción Católica; vicario Parroquial de la parroquia “Nuestra Señora de la Merced” de la localidad de San Justo; vicario Parroquial de la parroquia “Nuestra Señora de América” de Santa Fe; director de Pastoral Universitaria de la Universidad Católica de Santa Fe y párroco del Santuario arquidiocesano “San Cayetano” de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz.
Acción social. Este otro registro fotográfico del padre Matías es del 17 de noviembre de 2017, con motivo de la jornada mundial por los pobres, coordinada en Santa Fe desde Cáritas. Guillermo Di Salvatore (archivo).
En la actualidad, Vecino es párroco de la Parroquia “Sagrada Familia” de la ciudad de Santo Tomé, vicario Episcopal para la Pastoral Social, coordinador del Consejo de las Pastorales Sociales, profesor de Teología en los Institutos “San Juan de Ávila” (Seminario Metropolitano de Santa Fe de la Vera Cruz) y “Fray Francisco de Paula Castañeda”; miembro del Consejo Presbiteral, canónigo del Venerable Cabildo Eclesiástico Metropolitano; y síndico y capellán de la Casa “Juan Diego” (perteneciente a la Familia grande del Hogar de Cristo).
En estos últimos 17 años con su participación en la Pastoral Social Vecino fue forjando un fuerte compromiso con la comunidad. En febrero pasado, cuando se conoció un documento firmado por todos los obispos del país, el cura ya había advertido que “la situación en Santa Fe es cada vez más dramática” y pidió “que el ajuste no lo paguen los más pobres y que no se destruyan las redes de contención”, en relación a las disposiciones del nuevo gobierno nacional de Javier Milei. “El ajuste no debe declararse en el plato de comida. Que había que hacer ajuste creo que lo sabíamos todos, más allá del color político; pero ajustar por los más pobres ni siquiera era el eslogan de la campaña (del actual Presidente). Al contrario, entendíamos que el ajuste era para los de arriba de la pirámide”, dijo.
Iglesia y realidad
“La parroquia es un ámbito de cariño muy grande, en el que se acompaña a los niños, se visita a los ancianos, se recibe a los matrimonios y se atienden las necesidades”, enumeró en la entrevista con El Litoral de este miércoles. “Todo eso llena mucho el corazón y ahora será un cambio muy grande, porque deberé atender a la totalidad. Confío en que Dios sabe cómo lo hará”, dijo Vecino.
Consultado respecto del rol actual de la Iglesia inserta en esta complicada realidad socioeconómica que atraviesa Argentina, el padre Matías dijo: “Estamos en un momento en el que la Iglesia se achica y se hace más pobre en todo sentido, en el sentido del peso político que tiene, la cantidad de curas que somos, la cantidad de laicos que trabajan, la cantidad de gente que va a misa, la fuerza cultural que tiene como institución social, y para mí todo ello es doloroso pero al mismo tiempo es fecundo y es una gracia enorme, como la cruz. Nos obliga a cerrarnos a lo esencial y a volver al origen de la Iglesia y su misión en la realidad, que se resume en la comunión. Estamos llamados a ser puente, actores de diálogo, sanar heridas y acortar distancias. Esa es hoy la misión de la Iglesia en Argentina, y es en lo que venía trabajando en la Pastoral Social”.
-¿Enamorar con la palabra de Dios a las nuevas generaciones es un desafío?
-Sí, es un desafío para todas las instituciones, a todos les cuesta la renovación. Yo no se si estoy a la altura para hablarles a los jóvenes. Imaginen que con 45 años hay tres generaciones en el medio. El obispo debería tener 22 años para poder hablarles (risas), pero reconozco que tengo facilidad para hablarles y no me siento temeroso ante ellos. Los escucho y los aguanto como cualquier papá.