El Arzobispado de Santa Fe, conducido por Mons. Alfredo Fenoy, emitió este sábado un comunicado dirigido a los sacerdotes de la diócesis por la muerte del papa emérito Benedicto XVI, a través del cual llama a los fieles santafesinos a rezar por el descanso eterno del Santo Padre.
El texto completo:
Queridos hermanos Sacerdotes:
El Señor ha querido llamar hoy a su misericordiosa Presencia al Papa Benedicto XVI, Obispo emérito de Roma, quien ha buscado siempre servir a Cristo y a su Iglesia con amor profundo y total. En estos últimos años, lo ha hecho de una manera silenciosa y eficaz: con una vida dedicada a la plegaria.
Todos los fieles, especialmente los Pastores, debemos agradecerle a este “simple y humilde trabajador de la viña del Señor”, como él mismo se definió, su providencial gesto de enfrentar sin temor ni respeto humano “el peso del ministerio”, cuando decidió con plena libertad renunciar al oficio de Obispo de Roma y Sucesor de San Pedro.
Les pido que en todas las parroquias, capillas y comunidades religiosas se ofrezca en su sufragio la Santa Misa, en el día y hora donde se pueda prever la mayor afluencia de fieles.
Ruego, me permitan, como merecido y cariñoso homenaje, compartirles una de sus últimas expresiones públicas: “… la Iglesia es un cuerpo vivo, animado por el Espíritu Santo y vive realmente por la fuerza de Dios. Ella está en el mundo, pero no es del mundo: es de Dios, de Cristo, del Espíritu…. es verdad y elocuente también la otra famosa expresión de Guardini: «La Iglesia se despierta en las almas». La Iglesia vive, crece y se despierta en las almas, que —como la Virgen María— acogen la Palabra de Dios y la conciben por obra del Espíritu Santo; ofrecen a Dios la propia carne y, precisamente en su pobreza y humildad, se hacen capaces de generar a Cristo hoy en el mundo. A través de la Iglesia, el Misterio de la Encarnación permanece presente para siempre.
Cristo sigue caminando a través de los tiempos y de todos los lugares. Permanezcamos unidos, queridos hermanos, en este Misterio: en la oración, especialmente en la Eucaristía cotidiana, y sirvamos así a la Iglesia y a toda la humanidad. Esta es nuestra alegría, que nadie nos puede arrebatar” (Palabras de despedida a los Cardenales presentes en Roma, 28 de febrero de 2013).
Pidamos al Señor que conceda al Papa Benedicto, que ya ha atravesado la oscura puerta de la muerte, alcanzar finalmente la meta tan deseada.
Con todo afecto. Sergio Alfredo Fenoy, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz
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