El Litoral | area@ellitoral.com
Los trabajos se detuvieron en octubre, por diferencias con la Comisión Nacional de Monumentos Históricos.
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Hace seis meses que los trabajos de restauración de la casa del Brigadier López están paralizados. Era la sede del Archivo Histórico Provincial hasta que en enero del año pasado —luego de varias advertencias por la situación del inmueble— se derrumbó un tramo de las paredes de adobe del lado de calle 9 de julio, afortunadamente un domingo a la tarde cuando no habían nadie trabajando.
Luego del derrumbe, el gobierno provincial trasladó el archivo y se realizaron obras para apuntalar las paredes —con una estructura de metal que todavía está en calle 9 de julio—y otros sectores de la vieja casona, que se construyó hace más de 200 años (ver recuadro).
Los trabajos continuaron pero en octubre frenaron en seco. “Se detuvieron por pedido de los integrantes de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos, no hay que olvidar que la casa es Monumento Histórico Nacional”, explicó Pedro Morini, ministro de Obras Públicas, en una entrevista con El Litoral. Evidentemente había diferencias respecto del proyecto con el ente nacional.
Para continuar con la restauración, la provincia contrató al experto en restauración Luciano Hernández, que participa de los trabajos en la Casa de la Cultura en bulevar Gálvez y llevó adelante obras de recuperación y conservación importantes, como las que se llevaron adelanta en el Congreso Nacional, el Edificio Kavanagh y la Basílica de Luján, entre otras.
Con este asesoramiento, la provincia se reunirá con los integrantes de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos para consensuar las características de la restauración, que se prevé retomar en las próximas semanas.
“La idea es que la casa permita conocer la vida del Brigadier Estanislao López y el objetivo es que esté lista para agosto del año que viene, cuando se cumplen 200 años de la constitución que impulsó en 1819”, explicó el ministro.
De cara a la restauración, Morini aseguró que los cimientos de la casona están bien —uno de los puntos que más preocupaba—, pero las maderas “están podridas” y esa fue una de las causas del derrumbe. “La idea es recuperar la cerámica original en el patio y contamos con ladrillos de adobe para restaurar las paredes. También vamos a utilizar maderas de pinotea, que nos van a quedar de las obras de Casa de Gobierno, para reemplazar las que están podridas”, adelantó el ministro.
Cuando esté terminado y acordado el proyecto de restauración, se va a convocar a una conferencia de prensa para explicarlo en detalle.
Preocupados
Los vecinos que viven cerca de la casona hace meses que notan que los trabajos están paralizados y cuentan que hay gente que ingresa a la casa. El jueves a la noche, por ejemplo, una persona —que probablemente vive en la calle— la había utilizado como refugio por la tormenta (lo encontraron unos obreros que vinieron a recoger herramientas).
Los vecinos también están preocupados porque tienen rajaduras en sus viviendas y sospechan que puede haber socavones en una de las zonas más antiguas de la ciudad.
La construyó el suegro de López
La historia de la casona es muy interesante. A principios del siglo XIX, fue construida por el médico español Manuel Rodríguez, suegro del Brigadier López, en lo que era el antiguo fondo del convento La Merced. Rodríguez llegó a Santa Fe en 1790 y obtuvo el cargo de protomédico, la máxima posición médica de la época. Fue el primero en tratar la lepra en la ciudad y por eso el hospital protomédico lleva su nombre.
Estanislao López se casó con su hija, María Josefa del Pilar Rodríguez del Fresno, y vivió en esta casa hasta 1838 (su viuda y sus hijos continuaron viviendo aquí después de su fallecimiento). En 1852, el General Justo José de Urquiza se alojó en la casa cuando vino a Santa Fe para inaugurar el Congreso Constituyente. El edificio es sede del Archivo General de la Provincia desde 1946.