"Volvimos a vivir", contó uno de los santafesinos sobreviviente al trágico accidente en Perú
María Cecilia y Pedro, pareja oriunda de Laguna Paiva, iban a bordo de la trafic que cayó más de cien metros en la ruta de cornisa rumbo a la ciudad peruana de Cusco. En el siniestro fallecieron cuatro personas. "Era esperar la misma muerte porque estuvimos varios segundos cayendo y no se terminaba nunca", relató el paivense.
"Volvimos a vivir", contó uno de los santafesinos sobreviviente al trágico accidente en Perú
María Cecilia Luis (55 años) y Pedro Rubén Batuecas (57) son una pareja de Laguna Paiva y viajaban en la trafic que se accidentó el pasado domingo en el camino de regreso desde el Machu Picchu hasta la ciudad peruana de Cusco. El siniestro dejó un saldo de cuatro fallecidos, de las 20 personas que se trasladaban.
"Uno de los deseos era conocer el Machu Picchu y sabíamos que por nuestra edad este era el momento para aprovechar y hacerlo, por la altura y todo lo que hay que caminar. Quedamos maravillados con lo que conocimos", comentó Pedro en una entrevista con El Litoral, en la que relató la peripecia vivida por el trágico accidente que le tocó experimentar junto a su mujer.
Tras pasar unos días disfrutando de una de las siete maravillas del mundo, era momento de regresar a Cusco para continuar su viaje por el país y luego volar a Colombia, itinerario que debieron suspender.
La pareja tras atravesar el trágico accidente regresó este jueves a Laguna Paiva, donde se recuperan de las lesiones que les dejó el siniestro.
"Volvimos a vivir"
El regreso para recorrer el camino de cornisa fue a bordo de un vehículo modelo sprinter. Pedro y María Cecilia se ubicaron en la tercera hilera de asientos. "Nosotros éramos los pasajeros más grandes de edad. Después había muchos turistas extranjeros de Grecia, Francia, Países Bajos, Colombia y Perú", señaló Pedro y mencionó que "no íbamos a gran velocidad, ni conducía de manera irresponsable. Pero en esa zona en Abra Málaga que es uno de los lugares más altos (a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar) siempre se generan problemas de visibilidad y había mucha niebla, llovía y ya era de noche".
Al ser un camino de montaña, la ruta constaba de vastas curvas peligrosas que estaban señaladas precariamente. De repente escucharon un estallido tras una curva, la trafic se tambaleó y empezaron a caer al precipicio. "Caímos más de 100 metros dando vuelcos de costado, era esperar la misma muerte porque estuvimos varios segundos cayendo y no se terminaba nunca. Por mi cabeza pasaron mis hijos, mis afectos, mi madre por sobre todo, hasta que una piedra inmensa detuvo la camioneta y quedó estabilizada", relató conmocionado.
"Lo primero que escuché fue el grito de mi señora que pedía por mí, me reincorporé y salimos juntos de la camioneta. Dentro (del habitáculo) quedamos unas cinco o seis personas, el resto salió despedido. En toda la oscuridad solo estaban encendidas las dos luces delanteras de la trafic", contó y agregó que al mirar hacia arriba se veía gente desparramada por todos lados tratándose de reincorporarse y otros que fallecieron en el lugar.
"Volvimos a vivir, fue un milagro por donde se lo mire. Conocimos lo que es la definición de abismo y lo sentimos", aseguró. Los santafesinos sufrieron traumatismos en diferentes partes de su cuerpo, pero sin lesiones de gravedad.
La respuesta de ayuda fue inmediata, los habitantes de los parajes cercanos ayudaron a los heridos a trepar la pendiente hasta la ruta para que puedan ser trasladados y atendidos por médicos y enfermeros. "Tengo moretones por todos lados, golpes en la cabeza y dolor en las piernas", indicó el paivense.
Luego de estar internados en una clínica privada de Cusco recibieron el alta y regresaron este jueves a su ciudad natal. "Nos atendieron de forma excelente, no solamente profesionalmente sino que nos brindaron afecto y fuerza para no sentirnos tan lejos y solos", valoró Pedro.
Agradecimientos
La pareja valoró que tuvieron un constante apoyo de sus familiares, amigos y conocidos de Laguna Paiva, además recibieron un llamado del consulado argentino en Perú para consultarles si precisaban algo, ya que quedaron con "lo puesto", también se acercaron funcionarios peruanos a solidarizarse.
"Le quiero agradecer a Diego Carranza, oriundo Laguna Paiva quien jugó al fútbol en Perú y ahora integra el cuerpo técnico de la selección de Ecuador, se puso a disposición y nos contactó con el doctor peruano Edu Vargas y Joel Herrera, quienes nos ayudaron en todo momento y se acercaron a la clínica para guiarnos en los temas administrativos", resaltó Pedro, quien advirtió que no quedó conforme con la predisposición de la empresa prestadora de su seguro de viaje.
Por último, el paivense hizo un llamado de atención y sostuvo que "ojalá que estos accidentes no vuelvan a suceder. Allí en Perú con la maravilla que tienen (por el Machu Picchu) es necesario que hagan un camino más seguro, porque esto no es al alzar y los accidentes ocurren frecuentemente. Nosotros gracias a Dios la podemos contar".