Hace 15 años, el uso de la bicicleta en París era prácticamente inexistente. Hoy alcanza el 3% de los desplazamientos diarios y la meta es llegar al 15% para el 2020.
Las primeras medidas que tomó la “Ciudad de la luz” fueron desarrollar una red de circulación que pasó de 6 km en 1995 a 540 km en la actualidad. También se creó un sistema de alquiler que ofrece contar con una de las 20.000 bicicletas disponibles en las 1.800 estaciones repartidas cada 300 metros, las 24 horas del día, con tarifas diarias, semanales, mensuales o anual (19 euros al año).
En simultáneo se impusieron fuertes restricciones a la circulación de autos, como la creación de 74 zonas donde no pueden andar a más de 30 km/h y otras 23, donde la máxima es de 20 km/h.
Estas medidas implicaron una inversión de 25 millones de euros entre 2008 y 2014. Y los frutos están a la vista: de 2001 a 2010, se duplicó la cantidad de franceses de la Región Metropolitana de París que eligen la bicicleta como medio de transporte (exclusivo o combinado con los transportes públicos).
Sobre 42 millones de desplazamientos cotidianos en la Región Metropolitana de Ile-de-France, 715.000 se hacen sobre dos ruedas (1,7%), según la última encuesta realizada por el Sindicato de Transportes (Stif) y la Dirección Regional de Equipamiento y Ordenamiento (Driea IF) de Ile-de-France, publicó Le Monde.
Pero no todo es color rosa. Los defensores de este transporte ecológico denuncian que las bicisendas no siempre son respetadas por los autos (por ejemplo estacionan sobre los carriles exclusivos) y que falta seguridad en los estacionamientos para bicicletas.
Aspiración
Si bien la capital francesa viene desarrollando políticas concretas para alentar el uso de este rodado, todavía falta mucho por hacer. El modelo es Berlín, donde el 13% de los movimientos cotidianos se realizan en dos ruedas. La meta del municipio parisino es que en 2020 el 15% de los desplazamientos se realicen en este medio de transporte ecológico. Para ello anticipó su plan de bicicletas 2014-2020, que estará terminado para diciembre y cuya aprobación va de la mano del presupuesto municipal. Los principales ejes proponen: contar con playas de estacionamientos exclusivas para bicicletas en los lugares de mayor concurrencia (supermercados, escuelas, bibliotecas, museos), nuevas y más extensas bicisendas en las grandes arterias, generar más zonas donde los autos no puedan circular a más de 20 ó 30 km/h (actualmente existen 97 en toda la ciudad), la prohibición de estos vehículos en los accesos a los mercados y subsidios para la compra de bicicletas eléctricas.