Se agotó el primer cupo para visitar el Parque Nacional Islas de Santa Fe
La reserva abrirá por primera vez de manera experimental los dos fines de semana de las vacaciones de invierno. El próximo lunes reabrirán la inscripción para el siguiente fin de semana. Serán 50 visitantes por día. Sólo se llega a bordo de embarcaciones particulares.
Se agotó el primer cupo para visitar el Parque Nacional Islas de Santa Fe
Las autoridades del Parque Nacional Islas de Santa Fe informaron que en pocas horas se agotó el primer cupo para visitar el predio, que abrirá sus puertas por primera vez de manera experimental durante los fines de semana de las vacaciones de invierno.
La inscripción vía on line para visitar este fin de semana la isla El Rico, donde se ubica la sede insular del parque enclavada en medio del humedal del río Paraná, se abrió este lunes y en pocas horas se debió cerrar, ya que hubo una alta demanda de interesados. Las visitas serán el próximo fin de semana, de 9 a 17 horas, y el siguiente, en el mismo horario. El ingreso es gratuito.
“Esta alta demanda que esperábamos por la gran cantidad de consultas que veníamos recibiendo demuestra el interés de mucha gente por conocer el Parque, pese a las complicaciones que tiene el acceso, ya que hace falta disponer de una embarcación que los transporte hasta el lugar, en una distancia bastante importante, pero aun así en pocas horas se completó el cupo de los dos primeros días”, dijo el intendente del Parque, el guardaparques Guillermo Lier.
“Estamos analizando los primeros datos recibidos en las planillas de registro”, contó Lier. “Esa información nos sirve para evaluar desde dónde vienen los interesados”, agregó. “Ese es el objetivo de esta apertura exprimental, para poder encarar con mejores herramientas la apertura definitiva, más adelante”.
Senderismo. Es una de las actividades que se pueden disfrutar en el corazón del parque. Crédito: Archivo El Litoral
En la isla, los visitantes serán recibidos por los guardaparques que acompañarán a los contingentes con visitas guiadas por los dos paseos habilitados. Allí se puede disfrutar del avistaje de una gran variedad de aves, reptiles, mamíferos de distintas especies silvestres.
Para llegar a la isla El Rico hay que partir a bordo de una embarcación particular desde Puerto Gaboto, Diamante o Santa Fe, ya que hasta el momento no hay ningún servicio de traslados.
Si se sale de Puerto Gaboto -que es el viaje más habitual-, la travesía es por la desembocadura del río Carcarañá primero y del Coronda después, rumbo al arroyo El ternero. Desde allí hay que navegar hasta el Paraná de los Reyes. Luego hay que dirigirse hasta el arroyo El Lago y navegar hasta el río Paraná, para finalmente alcanzar la isla Campo Rico del Parque Nacional Islas Santa Fe, la más grande de las 7 islas que conforman la reserva.
Los guardaparques recomiendan que antes de emprender el viaje confirmen en la web de la Prefectura Naval el estado del río. También indican que en caso de malas condiciones climáticas el Parque no abre. Esto se informará en las redes sociales del área protegida.
En medio del delta
La isla El Rico está ubicada a 31 kilómetros de la localidad de Puerto Gaboto y a 27 kilómetros de Diamante, donde se encuentra el Parque Nacional Pre-Delta. También se puede viajar por agua desde la ciudad de Santa Fe. En cualquiera de los casos se recomienda antes verificar la cantidad de combustible disponible, porque en el entorno no hay nada para abastecerse.
“Tenemos muchas expectativas, nos han llegado gran cantidad de consultas”, dijo el intendente del Parque, el guardaparques Guillermo Lier. “Nos preparamos bastante para este momento, para brindar todo lo que la gente nos requiera, poder realizar visitas guiadas por los senderos y contar con sanitarios e infraestructura para recibirlos”.
Yacaré. Es una de las especies que más se ven en el Parque. Crédito: Archivo El Litoral
Ahora el predio cuenta con sanitarios, un área de uso público con bancos, sombra y una hoguera para hacer fuego. El lugar es ideal para hacer picnic. Y cuando levanten la proveeduría también se podrá acampar. Todo está debidamente señalizado con cartelería. Además del guardaparques fijo hay otros dos que recorren toda el área. Controlan que nadie cace ni pesque. Preservan el lugar.
Hasta que abran la proveeduría hay que llevarse todo lo necesario para la subsistencia. También es importante llevar la ropa y calzado adecuados, gorra, protector solar y repelente, comida y agua potable (un mínimo de dos litros por persona). Y llevar además una bolsa para tirar residuos y no dejarlos en el lugar, que es un área protegida. En el Parque no hay red eléctrica ni wifi, y la señal telefónica es muy baja.
Senderos
El Parque tiene una superficie de 4.096 hectáreas y pretenden ampliarlo a 10 mil. Fue creado en 2010 y tiene la categoría de Sitio Ramsar, es decir que es considerado un humedal de importancia internacional.
Avistaje. Este zorro gris sorprendió al contingente que visitó el parque, previo a la apertura al público. Crédito: Gobierno provincial.
La primera recorrida guiada por el guardaparques se puede hacer por uno de los dos senderos habilitados para realizar paseos. Se llama “El Timbó” y cuenta con cartelería. Al avanzar aparecen las distintas especies vegetales y una gran variedad de aves silvestres. El camino bordea el Madrejón de Cachino. Más tarde se puede realizar la segunda recorrida por el paseo la “Isla Misteriosa”. Cada uno tiene 1 kilómetro de largo -otro de vuelta-. Y el nivel de dificultad es medio.
Sobre los senderos se pueden ver las heces de los carpinchos, el animal emblema del predio. Y en los carteles está su iconografía, la de un animal íntimamente ligado al agua que es considerado el roedor más grande del mundo y un nadador experimentado. Sus patas tiene dedos unidos por una membrana que facilitan su desplazamiento. Se mueven en grupos familiares que marchan en fila a alimentarse de plantas acuáticas y vegetación que encuentran a los lados de estos ríos y arroyos. Si advierten algún peligro, se alertan con un sonido que recuerda a un ladrido, y se arrojan al agua. Es habitual tener contacto visual con estos animales. Durante la visita que realizó El Litoral los días previos a la apertura del parque la sorpresa fue el contacto muy cercano con un zorro gris que se acercó “a saludar” al contingente, asombrado por su presencia.
El interior inundable de las islas está dominado por pajonales de paja de techar, canutillos, juncales y camalotales. Los albardones más elevados son ocupados por especies leñosas como alisos de río, curupíes y ceibos. Pero la flor más bella es la del irupé, que es una de las plantas acuáticas más grandes del mundo y llega a medir hasta dos metros de diámetro, con forma de plato y flores blancas y rosadas.
Archivo El Litoral.
“Habitan el lugar entre 150 y 200 especies de aves”, contó la licenciada en Recursos Naturales Paula Frassón, encargada del área de Conservación de Parques Nacionales. “El dato se desprende de un relevamiento de especies que venimos realizando”.
Además de carpinchos, la fauna tiene lobitos de río. Y se pueden ver el encanto de la pollona azul, la jacana, gallinetas y diversas especies de patos y garzas. Las tortugas de laguna y la tortuga pintada son bastante comunes entre los reptiles. El madrejón está lleno de yacarés. Y los peces más comunes son los sábalos, bogas, bagres y tarariras. También el “tigre de los ríos”: el dorado. “Hay relevadas unas 30 especies de mamíferos”, apuntó Frassón, y de peces “hay muchos más, son cerca de 300”.
“Desde el ministerio de Ambiente y Cambio Climático estamos muy contentos con esta apertura experimental”, dijo la directora provincial de Conservación, Clara Mitchell. “Ya habíamos hecho otras visitas con fotógrafos y naturalistas, pero ahora, gracias al esfuerzo conjunto del gobierno de Santa Fe con Parques Nacionales, esto es una realidad”.
“La propuesta de estas vacaciones de invierno es una cuestión experimental, queremos evaluar el parque, que los servicios estén acordes para el uso público, y que todo esté en condiciones”, dijo el intendente, y advirtió que “ahora que repuntó el río será más difícil ver a los yacaré que habitan el madrejón de Cachino”.
"La fauna no sabe a dónde está protegido, no dice: vengo acá, ó allá no voy", graficó Mitchell (en el centro de la imagen). Crédito: Gobierno de la provincia de Santa Fe.
En el parque se pueden realizar caminatas, avistamientos de flora y fauna, fotografías, vistas panorámicas y picnic. Por eso recomiendan llevar binoculares. No se puede cazar ni pescar, cortar leña, llevar mascotas, encender un fuego ni arrojar colillas de cigarrillos, arrojar residuos ni bañarse en el río. Hay que evitar los ruidos molestos, no utilizar drones ni molestar a la fauna.
Fue la dinámica del río Paraná la que dio origen a las siete islas que hoy conforman el área protegida. Arroyos, lagunas y el río serpentean entre ellas formando parte del paisaje. “En el Parque hay víboras y otros animales potencialmente peligrosos”, advirtió el intendente. “Si ven o sienten la presencia de algún ejemplar, aléjense, no lo molesten y den aviso al personal del Parque”, recomendó. También pidió evitar riesgos y no levantar troncos, piedras, ni meter las manos en huecos o pozos. Toda la fauna es silvestre. No hay que tocarla ni alimentarla.
El próximo lunes 24, las autoridades del Parque tienen previsto reabrir la inscripción para el segundo cupo de 100 visitantes, repartidos en 50 por día, que tendrán la chance de ir al Parque el último fin de semana de las vacaciones de invierno.