La Peatonal San Martín Norte, brazo que se estira apenas una cuadras, de Eva Perón hasta Suipacha, tiene un no sé qué encantador. Allí se respira un vaho ciertamente bohemio, se ven lucecitas redondas que parecen estar tejidas en una prolija telaraña entre las luminarias, como si fuese la escena de una kermés de club de barrio. Hay vegetación, músicos a la gorra y un frenético ritmo comercial, con locales de ropa outfit y deportiva, casas de celulares y electrodomésticos.
En un conocido café-bar, una estatua de Luis Spinetta, padre del rock argentino, espera a que alguien se siente a su lado para la foto; detrás se ve una imagen de Roberto Goyeneche, uno de los más grandes cantores de tango, con su bigotito y su sonrisa inapelablemente eterna; más allá, una sala de teatro anuncia la presentación de “Bodas de Sangre” de Federico García Lorca.
Una cuadra más hacia el sur, un violinista interpreta una pieza de Chopin, y luego una parte de la Serenata Nº 13 para cuerdas en Sol Mayor de Mozart; alguien le deja un billete en el estuche de su instrumento.
Una tapa de boca de tormenta, rota pero “encintada”. Pablo Aguirre
Esta especie de páramo en medio de la locura de cemento -y cuyas dinámicas distan bastante del movimiento de la Peatonal San Martín “tradicional”, que es mucho más intenso- es una parte ventricular del corazón céntrico de la ciudad y el tránsito peatonal es permanente. Pero se detectan algunos descuidos en su mantenimiento.
En rigor, en el Concejo se sancionó una resolución donde se le pidió al Ejecutivo que informe sobre el mantenimiento de la Peatonal Norte, puntualmente el estado actual de las canaletas de los desagües; el estado de las aceras y si existe un plan de reparación donde se presentan roturas.
Hay una parada de taxis demarcada en el sector oeste sobre Irigoyen Freyre, a metros de San Martín. El pavimento está en muy mal estado. Pablo Aguirre
En los argumentos del texto -que lo impulsó la concejala Adriana Molina-, se explica que el pedido de informes surgió “con motivo de reclamos de vecinos que circulan habitualmente por la Peatonal Norte”, y que “se encuentran con problemas que interfieren con su transitabilidad”.
“Hay veredas rotas que representan un peligro para quienes se ven afectados en la movilidad y problemas con los desagües, todo ello en un ámbito destacado de la ciudad donde a diario transitan visitantes y un alto número de usuarios frecuentes”, añade la resolución.
Relevamiento
El Litoral relevó el sector. En términos generales, se nota que hay mantenimiento, ya que no se detectó basura desperdigada, y la función de los nuevos cestos colocados se entendió. Las farolas funcionan, no hay ninguna rota. Los bancos están sanos, a lo sumo les faltaría algo de pintura. En las paredes se ven grafitis y pegatinas, pero estos modos de expresión ya son propios de la caótica estética en las grandes urbes.
El problema está en algunos sectores puntuales del suelo del paseo -es decir, en las veredas-, en los canteros o “círculos verdes” donde debiera haber palmeras y en las losas que se encuentran en los cruces de cada calle transversal. También, hay algunas tapas de alcantarillas levantadas.
Algunas rejillas de los desagües están descalzados. Pablo Aguirre
Desde Suipacha y San Martín, caminando de norte a sur, se ven algunas rejillas de los desagües descalzados (salidas de lugar), no rotas. Hay una tapa de boca de tormenta cuyo acero está quebrado pero alguien lo “encintó”, es decir, le puso cinta de embalaje. Un cantero carece de su correspondiente árbol, y se usa como “cenicero al paso”.
Un sector del pavimento articulado, en otro punto del paseo, está hundido. Pablo Aguirre
Hay sectores donde el pavimento articulado está roto o fuera de encastre. En San Martín y Crespo hay un punto crítico: las baldosas de cemento en el cruce de calle están rotas: algún buen cristiano puso una tabla, para que nadie pase para abajo. En las bajadas este (al lado de los contenedores verdes), y oeste estas losas están totalmente detonadas. Otra tapa de boca de tormenta rota.
Canteros
Siempre de norte a sur, ya van tres canteros detectados que están sin árboles y con suciedad. En San Martín hacia Hipólito Irigoyen, al costado oeste de esta calle transversal al paseo, hay una sector demarcado para parada de taxis cuyo pavimento está en muy mal estado. Y sobre la peatonal, a pocos metros de la intersección de calles, hay un hundimiento del pavimento articulado, de un metro por un metro.
Al menos cuatro canteros o “círculos verdes” no tienen sus árboles. Allí, se junta mugre. Pablo Aguirre
Se ve un cuarto cantero sin árbol, pero además descalzado de su lugar. En un quinto cantero, hay un árbol cuyas raíces levantaron todo el pavimento articulado y el cemento a su alrededor. En Irigoyen Freyre y San Martín, las baldosas en los extremos que unen vereda con cinta asfáltica también están rotas.
Llegando por la peatonal a la intersección con Eva Perón, hay vendedores ambulantes que ofrecen flores, medias, bolsas de residuos, panificaciones. También están los manteros con sus sahumerios y accesorios artesanales, entre otros productos. Justo enfrente se ubica una conocida casa de comidas rápidas, desde donde las gentes entran y salen sin parar. Pero esto es otra historia.
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