Miércoles 13.4.2022
/Última actualización 20:02
Los problemas con las empresas de colectivos que prestan el servicio entre Santa Fe y Paraná no son nuevos, tanto para quienes viajan por estudio como por trabajo. Después de dos años de pandemia, home office y cursado virtual, este 2022 comenzó el retorno a la “normalidad” que incluye no solo la presencialidad plena tanto para estudiantes como para trabajadores sino también problemas con las frecuencias de los colectivos, el no cumplimiento de horarios establecidos por la empresas y- para quienes cursan en la Ciudad Universitaria ubicada en El Pozo- el incumplimiento de los rondines, es decir, los colectivos que tienen que ingresar a centro educativo y no lo hacen.
Claudia Amberdt, de la Federación Universitaria del Litoral (FUL), explicó que “desde hace varios años venirnos observando diferentes inconvenientes en el transporte entre Paraná y Santa Fe. Este 2022 resurgieron con el retorno pleno a las aulas y también con inconvenientes en las posibilidades de alquilar y una situación económica bastante difícil que imposibilitó que muchos estudiantes que antes vivían en la ciudad no lo puedan hacer y se vean obligados a tener que viajar constantemente para venir a cursar”.
En ese sentido, la representante de la FUL, comentó que “en la primera semana de cursado dialogamos con las empresas para que puedan incrementar las frecuencias pero seguimos viendo falencias en los horarios, sobre todo en los rondines que son los móviles que están destinados a ingresar a Ciudad Universitaria y que muchos no lo hacen”.
Paralelamente también se llevó a cabo una reunión con la Defensoría del Pueblo tanto de Santa Fe como de Entre Ríos, tendiente a solucionar estos problemas. En este encuentro “se consensuó en seguir el diálogo con las empresas y mantenernos a disposición para aportar en lo que sea necesario”, remarcó Amberdt y añadió que “aún no se definieron soluciones, sí es necesario que podamos reunirnos con las empresas para conversar sobre las soluciones con ellas”.
“La realidad es que los estudiantes están cansados porque la falta de frecuencias y cumplimiento en algunos de los horarios establecidos genera largas colas de espera, que tengan que salir mucho tiempo antes de las casas, que estén expuestos a la inseguridad y realmente es desalentador para ellos”, sentenció para finalizar.