Miércoles 20.7.2022
/Última actualización 21:18
La Basílica de Guadalupe ofrece a las personas que viven en la calle la posibilidad de ducharse con agua caliente una vez a la semana y ya son 20 los beneficiados. El sacerdote Olidio Panigo contó a El Litoral que se trata de una medida para favorecer a la dignidad de las personas.
El sacerdote dio a conocer cómo surgió la idea: “Comenzó replicando lo que el Papa Francisco hizo en la plaza de San Pedro abriendo duchas para personas de la calle en Roma. Vimos que acá hay bastante gente que vive en la calle, que es el lugar donde normalmente están y no tienen acceso a una ducha”.
El servicio, contó, “se cortó con la pandemia y comenzamos hace unos 3 o 4 meses de nuevo para ofrecerles una ducha y una merienda para aquellos que se acercan. Son varones que están en situación de calle. Hasta ahora no tuvimos casos de mujeres que vengan a pedir. Si llegan, se verá de hacerlo en otro horario, con servidoras en este caso para recibirlas”.
Respecto de cómo las personas sin hogar se enteran de la posibilidad, Panigo indicó: “Ellos se enteran con el boca a boca. Hay algunos que forman grupos entre ellos y hay días que tenemos entre 10, 20 0 o más personas que se acercan para este servicio. Nosotros quizás no le damos demasiada importancia, pero ¿qué hace a la dignidad de la persona?” se cuestionó.
En ese sentido, continuó: “Más de uno después de una ducha, de tener ropa limpia o abrigo, nos comentan ‘bueno, ahora me siento una persona’. Fue el caso de un abuelo que vino y comentaba a la semana siguiente que fue a visitarla la hija, le dio un beso y le dijo “ahora pareces una persona”. Son detalles que hacen a la dignidad de la persona. Es mínimo, pero ayuda”.
Otro caso inspirador, contó el sacerdote, es el de una persona “que está en situación de calle, pero también ayuda –en los baños-. Entonces, no solamente recibe, sino que también da a los compañeros”.
Por último, indicó cómo pueden ayudar las personas que quieran aportar a la causa y a otras que se llevan adelante en el lugar: “En este momento hace falta ropa de abrigo y calzado porque no nos olvidemos que la Basílica tiene también una casa de recuperación de chicos de la calle adictos y de bajo recursos que llegan con lo puesto. Por eso la ropa es tan importante. La ropa interior cada vez que vienen hay que cambiarla, a veces la compramos, pero si la gente quiere colaborar con eso también nos ayuda” cerró.