Semanas y semanas fuera de sus viviendas. Cansadas, frágiles, subsistiendo en módulos de madera. Y expuestas a focos de contagio. Así están las personas evacuadas y autoevacuadas por la crecida del Paraná en La Vuelta del Paraguayo, también en Colastiné sur y La Guardia.
El municipio realiza periódicamente tareas de asistencia operativa y sanitarias. Pero la emergencia hídrica, encaramada sobre los hombros del “El Niño” -ríos altos, lluvias intensas- no da tregua.
El elemento que aparece ahora son las patologías a las que están expuestas estas personas. Y por la época del año y sus características (clima cálido y lluvioso), la principal es la leptospirosis, enfermedad bacteriana transmitida por la orina de roedores infectados. Esa orina infectada está en el agua, y el contacto con la piel humana puede producir la infección.
También pueden surgir casos de gastroenteritis, una infección intestinal acompañada de diarrea, calambres, náuseas, vómitos y fiebre. El contagio se produce a través del consumo de agua o de alimentos contaminados, y por contacto con superficies contaminadas.
Voz especializada
El Litoral consultó al Dr. Darío Montenegro, director del Hospital Protomédico de Recreo, vicepresidente de la ONG “Médicos del Mundo Argentina” y a cargo de el área de Emergencias y Catástrofes de esa entidad.
En contexto, habló de la leptospirosis: “Si bien esta enfermedad solía estar más presente a finales de febrero y marzo, casi en el inicio del otoño, esto se fue modificando por el cambio climático. Por la contingencia climática actual, puede aparecer en cualquier momento”, explicó.
Hay unas quince familias evacuadas de La Vuelta del Paraguayo, a la vera de la ruta 168. Crédito: Guillermo Di Salvatore
El sistema renal de los roedores (ratas, por ejemplo) generan la reproducción de la leptospira. “Ésta es una bacteria que se vincula a los basurales donde hay descomposición de materia orgánica. Los roedores orinan allí y liberan leptospira. Ese ácido se libera en un microbasural, por ejemplo”.
“Cuando un sector de descomposición orgánica se inunda por una lluvia o por el río -prosiguió el especialista-, los desechos quedan ocultos. La materia orgánica entra en putrefacción y eso modifica el equilibrio del ácido en ese entorno. Entonces, la bacteria leptospira dura más tiempo en el agua”, dijo el Dr. Montenegro.
El problema es que la gente evacuada y autoevacuada deambula en esos lugares anegados por la crecida del río. “El agua contaminada con leptospira puede entrar al organismo humano a través de pequeñas heridas o abrasiones (lesiones superficiales) en las piernas o las manos. Ahí se produce la infección”, añadió.
Dentro de los síntomas, esta enfermedad se manifiesta con un cuadro febril, con mucho dolor de cuerpo. “La leptospirosis puede evolucionar rápidamente en un cuadro respiratorio severo, incluso un distrés respiratorio grave”, advirtió el especialista.
Prevención
¿Cómo prevenir la infección de la leptospirosis? Se recomienda universalmente que no haya contacto entre la piel de una persona con el agua de sectores anegados o inundados por la crecida del río, y que podrían estar contaminados con la bacteria. “Para ello, lo ideal es usar botas altas al andar por el agua, y también guantes. Es evitar el tocamiento entre piel y agua”, resaltó Montenegro.
El bloqueo o profilaxis ante la leptospirosis se realiza a través de un antibiótico, “pero sólo cuando aparecen casos previamente. De lo contrario, no sirve el bloqueo. La estrategia epidemiológica y de control de la enfermedad se inicia cuando se detecta un caso positivo. En esta temporada de lluvias es la leptospirosis la enfermedad a la que más atentos tenemos que estar”, subrayó.
-¿Sirve como medida preventiva usar barbijo, para evitar contagios de enfermedades respiratorias por vía aérea, es decir, a través de aerosoles? Consultó El Litoral al Dr. Montenegro.
-Esta medida preventiva (barbijo) podría servir para prevenir el hanta (que produce la enfermedad hantavirus, que se transmiten fundamentalmente por inhalación de aerosoles cargados de partículas virales que vienen de las heces, orina y saliva de roedores infectados).
Pero en nuestra zona no tenemos casi ningún caso de hanta. Es una afección que predomina más en zonas patagónicas. De todos modos, no se descarta que exista la posibilidad de que aparezcan casos en Santa Fe. De hecho, hemos tenido algunos registros positivos en la provincia, pero han sido muy pocos.
Gastroenteritis
La gastroenteritis es otra afección que puede aparecer entre los grupos de personas evacuadas. “El principal problema de gravedad que tienen las gastroenteritis y sobre todo en los extremos de la vida -la infancia y ancianidad-, es la posibilidad de una deshidratación severa”, explicó el experto. Y la principal vía de contagio de las gastroenteritis es el agua que se consume.
Con todo, el agua que beba la gente que está hoy evacuada o autoevacuada debe ser segura: envasada, potable o potabilizada. “Porque por ejemplo, hoy existen pozos sépticos que están conectados a napas que son semisuperficiales”.
El Dr. Darío Montenegro, director del Protomédico de Recreo y vicepresidente de “Médicos del Mundo Argentina”. Crédito: Archivo El Litoral
“Entonces -explicitó Montenegro-, al volcarse el contenido de los pozos sépticos en las napas que están muy superficiales, y al tomar agua de perforación, el riesgo de contraer gastroenteritis es altísimo”.
La gastroenteritis se resuelve con buena hidratación, con alimentación astringente (arroz, queso, polenta, pollo hervido). “Hay que evitar la deshidratación, sobre todo en poblaciones infantiles y adultos mayores”, concluyó.