Martes 3.8.2021
/Última actualización 6:26
La "epidemia silenciosa" del abuso sexual sobre niños, niñas y adolescentes (NNyA) ya estaba presente con fuerza antes de la llegada de la pandemia del coronavirus. Estadísticas nacionales de 2016 alertaban la situación: el 47% de las víctimas de abuso sexual tiene entre 6 y 12 años, 28% entre de 0 a 5; el 25%, entre 13 y 17 años. En un 75% los agresores son los padres o los padrastros. Y en un 53% el acto abusivo ocurre en el hogar del abusado o la abusada, es decir, en el entorno familiar.
La Dra. Alejandra del Río Ayala (Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual de Santa Fe), había difundido que sólo en la primera quincena de enero de 2020 la Fiscalía de Género del MPA inició 47 investigaciones por abusos sexuales cometidos en jurisdicción de la Fiscalía Regional Nº 1. "Hay entre 3 y 6 denuncias de abuso sexual por día en el departamento La Capital", advertía en ese entonces.
Y con la llegada del Aspo, el 20 de marzo del año pasado, la gente se encerró durante mucho tiempo. Los chicos no pudieron ir a la escuela, y la interacción intradomiciliaria fue elevadamente mayor durante largos meses. La problemática se agravó: en septiembre de 2020, se conoció que los casos de violencia intrafamiliar y/o sexual contra niños y niñas del país aumentaron 23% durante la cuarentena impuesta por la pandemia. El encierro agravó la vulnerabilidad de las víctimas.
El problema sigue, subrepticiamente. Y mientras sigue, muchos chicos sufren en el más íntimo y ensordecedor silencio. Ahora, una concejala de la ciudad decidió tomar el tema y encararlo con fuerza mediante un proyecto de ordenanza, que está en comisiones del Concejo local. "Tenemos que dejar de actuar sobre el hecho consumado. Hay que adelantarse", le dice a El Litoral Laura Spina (UCR-FPCyS).
Su iniciativa propone una ambiciosa campaña de prevención contra los abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes en la ciudad: "La prevención del abuso sexual es una responsabilidad colectiva, que demanda la implicación activa de toda la sociedad, la sensibilización ciudadana sobre la problemática, trabajar con las víctimas para su protección y con el entorno para que denuncie, advierta y colabore en la preservación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes", sostiene el texto.
Entre los objetivos centrales, se citan: promover el compromiso social para combatir estos delitos abusivos que tienen como víctimas a los NNyA; incentivar en los espacios educativos municipales la inclusión de la Educación Sexual Integral (ESI), garantizando el acceso a conocimientos certeros y confiables; propiciar actitudes responsables y de cuidado ante la sexualidad, fortaleciendo el ejercicio pleno de la ciudadanía sexual y la soberanía sobre el propio cuerpo.
Luego aparecen las estrategias de prevención, entre las que se mencionan "la habilitación de una línea telefónica gratuita de escucha, orientación, información acerca de la ESI orientado desde la promoción de los buenos tratos, cuidado del cuerpo, y además orientación a los padres o adultos cuidadores en el desarrollo sexual de la niñez y juventud".
También se mencionan la asistencia y acompañamiento de víctimas en todo el circuito de la denuncia de abuso; una campaña de difusión pública del 0800 o número corto específico para la concientización de este problema social, y la atención personalizada para facilitar el acceso a los servicios de salud sexual y salud reproductiva, entre otros.
El proyecto propone solicitar ante los gobiernos provincial y nacional -y el Poder Judicial- "la instrumentación de equipos para la prevención y contención de la pedofilia y la pederastia, así como de la reincidencia de estos delitos".
Archivo El Litoral La concejala, del FPCYS, que impulsa el proyecto.La concejala, del FPCYS, que impulsa el proyecto. Foto: Archivo El Litoral
"En el país vamos siempre detrás del daño, después de que ha sido dañada una criatura o un adolescente", insiste Spina. Y pone varios ejemplos de legislación comparada: En España existe el "PrevenSI", un recurso especializado para la prevención del abuso sexual infantil; en Reino Unido, "Stop it Now!" funciona desde 2002 y tiene varias líneas de actuación preventiva. El dispositivo funciona muy bien.
A nivel nacional "no se ha trabajado con efectos positivos el tema de la prevención ante los abusos sexuales infantiles", lamenta la edila. Empezar a hablar/visibilizar la situación es el puntapié inicial, "como pasó con la problemática de la violencia de género, sobre la cual hoy hay mucha más conciencia con relación a décadas atrás", acota.
Prevención, sensibilización social activa ante eventuales casos de abusos y ESI son las herramientas claves. "Creemos que la ESI es una estrategia muy importante para atacar la problemática; porque a veces el adulto abusador manipula de tal manera al niño o niña, desde una caricia hasta un manoseo, que lo hace para luego pasar a otra cosa: De esta forma, se naturaliza algo que no es natural para una criatura", explica Spina.
Hay señales que la gente tiene que aprender: "Por ejemplo, un niño que no quiere ir con determinada persona, o que llora al pasar por algún lugar o ver a alguien en particular, etcétera, son indicios para actuar rápido en materia de prevención de un eventual abuso. Además, las secuelas que quedan en una niño o niña abusada, pueden ser algo devastador en la vida adulta", dice la concejala frentista.
Spina recuerda que mostrarle pornografía a un niño menor de 14 años es un hecho penado por el Código Penal, como así también pedir fotos íntimas de menores de edad por Internet. Además, "hoy está penada la sola tenencia de material pornográfico infantil: esto es delito desde hace pocos años. Y muy poca gente sabe esto", expresa. Y hace la diferenciación entre pedofilia y pederastia: "La pedofilia es el deseo sexual y la fantasía perversa de un adulto con una criatura, que pueden configurar delito en algunos casos, como los que comentamos". Y la pederastia es cuando de ese deseo perverso se pasa al acto de abuso con contacto físico, y allí siempre es delito.
"Es importante dejar en claro que el pederasta no es una persona enferma. Es un delincuente. Objetiviza al niño para llegar al abuso. Es hora de comenzar a trabajar en la prevención de estos delitos aberrantes que lamentablemente generan tantos daños físicos y psicológicos a niños y niñas en nuestra sociedad, antes de que sea más tarde. Otros países ya lo están haciendo con buenos resultados. Es un problema social grave: hay que impedir que abusadores continúen con sus delitos".
En 2015, se modificó la Ley Piazza por otra denominada de "respeto a los tiempos de la víctima", por lo cual ahora empieza a correr la prescripción de los abusos sexuales cometidos contra NNyA cuando -siendo mayor de edad-, el abusado o la abusada efectúa la denuncia, sin importar la edad. "Otra de las modificaciones se produjo con la ley 27.455: si la víctima es menor de 18 años el delito es de instancia pública", concluye Spina.